Emblemática caricatura del presidente Castilla inaugurando el alumbrado a gas en Lima
Muchos visitantes que llegan a Lima se sorprenden con nuestro vocabulario cotidiano. Aquí algunos ejemplos:
a. Guachimán, huachimán o wachimán.- Apelativo generalizado para referirnos a los vigilantes particulares que inundan Lima y otras ciudades del interior. Todos sabemos que el origen de este limeñismo, que data de la década de 1970, proviene del término norteamericano watch-man, que significa vigilante. En Lima fue usado por primera vez en las propiedades de la desaparecida Cerro de Pasco Corporation y aplicada a los vigilantes que cuidaban o controlaban el acceso a sus locales.
b. Waipe.- Cuando Henry Meiggs construyó los ferrocarriles en el siglo XIX, trajo un grupo de ingenieros ingleses, quienes observaron que los operarios peruanos eran un tanto descuidados porque dejaban, con frecuencia, manchas de aceite sobre el piso. Al no manejar bien el castellano, estos ingenieros ordenaban en inglés Wipe it off; es decir, que limpien las manchas utilizando los hilos que usaban los obreros. De allí se generalizó el nombre “waipe”.
c. Sarita.- Este popular sombrero de paja, usado hasta los años 30 del siglo XX, tomó su nombre de la diva francesa Sara Bernardt, quien llegó a Lima a inicios del 900 llena con este tipo de sombreros. De este modo, los limeños empezaron a decirle al sombrero de paja “sara”, que luego derivó en su diminutivo “sarita”.
d. Shower.- Esta palabra proviene del inglés y significa, como sabemos, “lluvia”. De allí se aplica a la “lluvia de regalos” que espera recibir la agasajada cuando se casa o espera su bebé.
e. Gasfitero.- Todos sabemos que cuando no había alumbrado eléctrico en Lima, se usaba el gas como combustible, que era suministrado por cañerías de plomo a lo largo de toda la ciudad; unos medidores se instalaban en la casa de los usuarios para controlar el consumo. Como a veces había problemas con el suministro, en los países donde había mucha influencia de los ingleses, se llamaba al técnico, llamado gass-fitter. Esa palabra se castellanizó y se convirtió en “gasfitero” y ha subsistido hasta hoy, a pesar de la desaparición del gas de alumbrado. Es más, se ha hecho extensivo para referirnos al “plomero”, el que arregla las cañerías del suministro de agua en las casas.
Me encantó la etimología de "sarita", dado que devela que el cartelito que reza "zarita" al pie del sombrero de paja de Maurice Chevalier en el Museo del Teatro Segura, está errado ^^
Muy interesante, usamos esos términos desde siempre y de algunos de ellos a pesar que tenía curiosidad por conocer su origen, nunca tuve oportunidad de conocerla hasta ahora. Es cultura.