UNA TOMA DE 1914 DE LOS LÍDERES DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA ES PARTE DE UN CATÁLOGO QUE SE RECUPERA EN VISTAS DEL BICENTENARIO DEL PAÍS
Los revolucionarios mexicanos Pancho Villa y Emiliano Zapata aparecen saboreando en el Palacio Nacional de México un banquete en compañía del presidente, en una foto de 1914 de cuya restauración informó hoy el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Villa, cazado a medio bocado por el fotógrafo, y Zapata, encorvado y mirando de reojo a la cámara, comparten mesa con el presidente interino Eulalio Gutiérrez, en plena Revolución mexicana (1910-1917). Junto al mantel se encuentra también el afamado ministro de Cultura José Vasconcelos, quien años más tarde catapultaría a los tres grandes del muralismo nacional: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. La fotografía, tomada un 6 de diciembre, pertenece al Fondo Casasola, con más de 12.000 imágenes de la Revolución, y fue restaurada recientemente por la Fototeca Nacional, dependiente del INAH, donde se halla el acervo.
El trabajo del centro ha permitido rescatar parcialmente de los fragores del tiempo a cerca de dos mil fotografías. Manchas amarillentas y desvanecimiento de la imagen son algunos de los padecimientos más comunes. La recuperación no se hace del negativo original, sino de una copia de éste, en el que se logra recuperar la gama de tonos y aumentar la densidad general de la placa fotográfica. La foto recuperada es especialmente significativa porque pertenece a un periodo medular para el México de hoy, la Revolución que desterró del poder al dictador Porfirio Díaz e impulsó la Constitución de 1917.
El país se prepara para celebrar en 2010 el centenario de este periodo histórico, junto al bicentenario de la Independencia. Ambos motivarán una catarata de celebraciones durante todo el año, especialmente en las fechas más señaladas (16 de septiembre para la Independencia y 20 de noviembre para la Revolución). El legado revolucionario es uno de los que con mayor orgullo guarda México, con una fiesta nacional y una miríada de calles, avenidas y plazas dedicadas a los protagonistas de la revuelta. Tanto Villa como Zapata, que sobrevivieron pocos años a la Revolución, también han servido para que muchos padres den a sus hijos el nombre de alguno de los cabecillas populares, Francisco (“Pancho”) y Emiliano (tomado de EFE).