Hay en la Plaza de Armas, junto al templo de la Sagrada Familia, un pequeño edificio colonial de piedra que -se dice- fue sede del Santo Oficio de la Inquisición, lo que no es cierto. Arquitectónicamente, sin embargo, es un recinto interesante. Posee un pequeño portal de tres arcos. La puerta interior se aloja en un marco de medio punto y exhibe clavería de bronce. Atrás, el edifico no tiene nada especial, es un muro más de la Cuesta del Almirante, pero por el lado de la Plaza de Armas, hay un ventanal con su arco y vanos exteriores almohadillados; sobre el ventanal, entre falsos pináculos hay enmarcado un cáliz con la hostia. El techo del edificio es de bóveda de cañón. No hay ninguna noticia que el recinto haya servido para guardar presos ni procesados. Ningún documento precisa que allí funcionó el Santo Oficio. Sin embargo la proximidad de una habitación del templo citado, que tiene en su frontis una calavera y dos tibias cruzadas, ha dado al edificio su falsa fama inquisitorial.