Archivo por meses: junio 2009

Se confirma que Carlomagno construyó la catedral de Aquisgrán hace 1.200 años


Catedral de Aquisgran (Aachen, Alemania)

La catedral de Aquisgrán, al oeste de Alemania, fue construida hace 1.200 años por orden del emperador y rey franco Carlomagno (742-814), según certifican los últimos estudios científicos realizados en el histórico edificio. Los análisis de las vigas de roble en los cimientos y la cúpula del edificio han permitido confirmar con total seguridad que la catedral se construyó hace doce siglos durante el reinado de Carlomagno, anunció hoy Helmut Maintz, maestro arquitecto catedralicio.

Tras afirmar que “resulta maravilloso tener ahora absoluta seguridad” sobre la datación de la seo de Aquisgrán, Maintz comentó que esta comenzó a construirse como muy pronto en el año 793 y que las obras acabaron como muy tarde en el año 813. Las fechas ahora confirmadas coinciden con las estancias de Carlomagno en la ciudad, añadió el experto, quien comentó que no existen documentos escritos de la época y que la restauración del interior de la catedral ha ofrecido la oportunidad de realizar los análisis necesarios para avalar la datación.

De esa manera se ha podido descubrir que bajo los cimientos del pilar séptimo al noreste del edificio religioso se empotraron en la tierra un centenar de pilares de roble para dar firmeza a un terreno que entonces era pantanoso. Durante los trabajos de restauración se extrajeron dos de los pilares de roble, que, sometidos a un análisis dendrológico, han confirmado que esos maderos fueron talados como muy pronto en el año 793.

Los expertos tomaron una segunda prueba de madera de la cúpula de la catedral y, mediante el mismo sistema de análisis, certificaron que las vigas fueron taladas como muy tarde en el año 813. “Ahora sabemos que la construcción de la catedral no fue iniciada por su padre, Pipino el Breve”, señaló Maintz, quien comentó que Carlomagno planeó larga y minuciosamente el edificio que aún guarda su trono y en el que reposan sus restos.


Carlomagno rodeado de sus alumnos (grabado de Karl von Blaas)

EL MUNDO CAROLINGIO.- El nombre de Carlomagno es uno de los más célebres y conocidos de la Edad Media, sin embargo, conservaba algunos rasgos de la mentalidad franca tradicional. Su sincera piedad no logró anular su crueldad y sensualidad. Por sus gustos sencillos, por la familiaridad que trataba a sus allegados, mantenía en derredor suyo el ambiente de los viejos compañeros de armas; nada se parecía a la estricta corte bizantina.

Su imperio abarcó virtualmente toda la parte continental de a Europa cristiana (de Occidente), sin embargo, Carlomagno parece haber actuado siempre muy empíricamente. Sus conquistas las llevó a cabo sin ningún plan previo. Las instituciones de su reino no fueron en sí innovaciones, pues la mayoría existían ya desde la época merovingia; incluso parece que fueron el Papa y ciertos círculos eclesiásticos quienes le inspiraron la resurrección del Imperio en el 800.

Se dio cuenta de la mediocridad cultural de su época y supo comprender que la monarquía sólo podía asentarse firmemente si se apoyaba en las dos únicas fuerzas políticas reales de la época: la aristocracia y la Iglesia, evitando al mismo tiempo caer bajo su tutela. Empresa delicada: implicaba un equilibrio de fuerzas bajo un poder central enérgico. Así, se convirtió en figura celebrada en cantos y leyendas, y venerada como guerrero y como santo.

El legado político.- Carlomagno había empezado a desarrollar, en parte por la influencia de sus fieles consejeros, un concepto de imperio cristiano del cual él era la cabeza. Se vio claramente como defensor de la Iglesia y promulgó, con gran naturalidad, decretos sobre temas de política eclesiástica e incluso de doctrina, que esperó sean obedecidos tanto por el clero que por los laicos. No es casualidad que su apodo en la corte fuera “David”, el gran rey de los hebreos.

Carlomagno intervino en Italia y es posible que la restauración de León III en el trono de San Pedro fuera la causa inmediata de uno de los acontecimientos más famosos de la Edad Media: su coronación como emperador romano en San Pedro (800). Esta coronación parece que disgustó a Carlomagno. En la ceremonia imperial romana, la coronación efectiva iba precedida por la aclamación del pueblo; y esta era la que realmente otorgaba el poder. Sin embargo, la coronación de León III precedió a la aclamación bien ensayada. Esta preeminencia del papel de Papa le disgustó, algo totalmente ausente de la tradición imperial romana, incluso después de Constantino.

Fijó su residencia permanente en Aquisgrán (hoy llamada Aachen), y en los años siguientes a la coronación, fue más que la misma Roma, el verdadero centro de su Imperio, y la corte seguía siendo esencialmente franca en sus costumbres, a pesar de los apodos clásicos, de la inspiración romana de la arquitectura de la capilla y de las estatuas. Carlomagno no volvió a poner pie en Roma luego de su coronación; cuando quiso otorgar el título imperial a su hijo Luis el Piadoso, la ceremonia tuvo lugar en Aquisgrán. El propio Carlomagno coronó a su hijo sin participación del clero.

Frente a la tendencia descentralizadora de los merovingios, Carlomagno procuró uniformar en todo lo posible los territorios que gobernó. Pero, a pesar de sus títulos (“César” y “Augusto”), de sus missi dominici y de su carisma, la unificación no fue total. Esta frágil unidad, parcial, y el gobierno fuerte no sobrevivieron demasiado, a causa de la amenaza interior y exterior. No obstante esto, la idea pasó a formar parte de la visión medieval del mundo.

El legado cultural.- El renacimiento cultural y la reforma educativa que él comenzó y alentó son tan importantes como las demás creaciones de su reinado. A pesar de ser jefe militar, se interesó por el saber y a teología. ¿En qué consistió este Renacimiento? Si se le compara con el del siglo XII o el Renacimiento italiano del XV, fue realmente muy modesto. Carlomagno pensó que para que la Iglesia sea un elemento esencial en la unificación de sus territorios, era imprescindible que hubiera unidad en la doctrina y en la liturgia: eso ea posible si se daba una educación al clero. Intentó, pues, que se fundaran escuelas y se hicieran copias cuidadas de textos.

La orden que se fundaran escuelas para jóvenes en todas las catedrales y monasterios quedó sin cumplir, aunque se fundaron muchas. La mayoría de las escuelas catedralicias desaparecieron en el siglo IX. Sus programas privilegiaron la gramática y la retórica. Los textos que se usaron para enseñar procedían de la Antigüedad Tardía y no de la época de Augusto. Sin embargo, a Virgilo se le conoció bien y los libros de texto incluyeron a menudo fragmentos seleccionados de los más grandes escritores latinos.

El estudio de la gramática y la retórica prepararía al clero para el estudio de los textos cristianos y les daría los medios suficientes para corregir manuscritos malos, hacer ediciones nuevas y escribir comentarios inteligentes. Además de la Biblia, el centro de los estudios eran los Padres latinos, también san Jerónimo y san Agustín.

También llevó a cabo importantes reformas litúrgicas, instaurando la romana reemplazando a las varias formas litúrgicas que habían crecido en el reino de los francos. El rito romano es el precedente directo de la liturgia que se utiliza hoy en las iglesias católicas.

En síntesis, Carlomagno fue un jefe germano que se glorió en las armas y que disfrutó bebiendo ruidosamente con sus generales, pero también disfrutó oyendo leer a san Agustín durante la cena y estudió latín; un emperador “romano” cuya corte se situó en el corazón del territorio franco. Estos contrastes ilustran con fuerza la fusión de las culturas germana y romano-cristiana, fusión que es uno de los grandes temas de la historia de la Alta Edad Media.

La leyenda.- Es la más importante. Su imagen comenzó a adquirir proporciones míticas durante los años de la desintegración que siguieron a su muerte. En el siglo XII había leyendas de Carlomagno en viaje a Jerusalén y expulsando a los musulmanes de España, con lo que se convertía en modelo de cruzado y de peregrino. Hay estatuas de Carlomagno en iglesias de toda Europa Occcidental.

En el siglo XII el incidente de Roncesvalles (h. 770) había sido transformado en una decisiva confrontación apocalíptica entre cristianos y musulmanes: la versión más conocida de esta narración es la Chanson de Roland. En este poema, Carlomagno tiene más de 200 años, la sabiduría de Salomón y el coraje de David; lleva la lanza que abrió el costado de Cristo; tiene la autoridad para absolver a un pecador; y es el conquistador de España, Inglaterra y Constantinopla. Se le presenta como un hombre que frecuentemente se comunica con Dos. Entonces, el Carlomagno de la historia y el Carlomagno de la leyenda son dos de los personajes más importantes de la Edad Media.

Los ataques de los vikingos, musulmanes y magiares tuvieron, corto plazo, efectos desastrosos en el continente. Fueron causa importante del proceso de desintegración de la autoridad monárquica (los reyes no pudieron luchar contra ellos). Con excepción de los musulmanes, los invasores adoptaron el cristianismo y la cultura latina.


El Imperio Carolingio (siglo XI)

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Polémica en República Dominicana: premian novela de una nieta del ex dictador Trujillo

La concesión de un premio al libro A la sombra de mi abuelo, escrito por una nieta del ex dictador dominicano Rafael Trujillo (1930-1961), ha desatado una polémica en distintos sectores locales que argumentan que la obra enaltece la figura del tirano y que, además, carece de méritos.

A la sombra de mi abuelo, de Aida Trujillo Ricart, se alzó la semana pasada con el Premio de Novela Manuel de Jesús Galván, en el marco de los galardones de Literatura y Música que concede cada año el Ministerio de Cultura dominicano. Los galardones serán entregados a finales de mes en Santo Domingo en un acto en el que está prevista la presencia de Trujillo Ricart, quien reside en España, dijeron hoy a Efe fuentes del Ministerio de Cultura.

El historiador e investigador dominicano Franklin Franco dijo hoy que el cuestionado libro “deshonra” a los premios anuales del Ministerio de Cultura, ya que, en su opinión, “carece de la calidad literaria necesaria para recibir ese galardón”. Franco señaló en un comunicado del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana que los miembros del jurado que seleccionó la obra “o no la leyeron o actuaron como prebendados” de la editora colombiana Norma, que patrocinó el libro. El propio ministro de Cultura, José Rafael Lantigua, expresó su insatisfacción por la elección de la obra, pero pidió “comprensión” a los críticos del galardón argumentado que fue otorgado por un jurado que actuó “absolutamente libre”.

A la sombra de mi abuelo, una especie de autobiografía novelada, “ofende la memoria de quienes ofrendaron sus vidas con el fin de que nuestro país fuese liberado de la dictadura trujillista, que convirtió a la República Dominicana en una gran hacienda del dictador y su familia”, sostuvo el ministro.

La obra se impuso a otras 13 y fue seleccionada por un jurado integrado por el mexicano Jorge Volpi, el salvadoreño Manlio Argueta y el dominicano Roberto Marcallé Abreu. Marcallé Abreu, Premio Nacional de Novela, defendió la actuación del jurado y dijo que el fallo se produjo tras dos meses de “extensas” discusiones. El escritor dominicano señaló en declaraciones a Efe que, si bien el libro “tiene sus deficiencias”, el estilo “marcha con fluidez”, a la vez que destacó el “increíble drama humano” que la autora trata en la obra. “Una novela es una suma de todos los géneros literarios, es novela, es cuento, es historia y es condición humana”, opinó.


Fotografía del célebre dictador dominicano

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Nuevo libro sobre Felipe II de España


Retrato de felipe II por Tiziano (Real Armería de Madrid)

Felipe II padeció una enfermedad similar a la gripe aviar o la porcina, ha dicho a EFE Antonio Martínez Llamas, médico y escritor, autor del libro Felipe II, el hombre, que acaba de ser publicado ahora por la editorial Lobo Sapiens.

Martínez Llamas es un profundo conocedor de Felipe II y su época, personaje que ya ha tratado en obras anteriores como la novela La flor de la peste o el ensayo sobre Isabel de Valois, por el que mereció el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio.

“Aunque hay numerosos libros sobre el rey más poderoso del mundo desde la faceta política, hay un déficit de su análisis como hombre; me preocupé de eliminar los matices políticos y abundar en la faceta humana, el niño, el adolescente, el amante, el esposo, lógicamente con alguna anotación política, pero escarbando en lo humano”, dice el escritor.

“Como estudiante -afirma- Felipe II era mediocre, muy poco dado para una ortografía aceptable, nulo para los idiomas, prácticamente sólo hablaba latín y sobre todo era una persona con dificultades para la expresión oral, de ahí su silencio, de ahí ese apelativo muy generoso de rey prudente”.

“En el ámbito de la salud – explica- hay muchos huecos, desde el punto de vista historiográfico, aparte de la consabida gota. Desde mi faceta de médico, examinando la documentación, he descubierto numerosos errores en los textos que se han escrito”. “Hay -señala- aspectos curiosos; por ejemplo, en 1580, Felipe II estaba en la frontera de Portugal y se contagió de lo que los historiadores llaman la gripe, algo que, en primer lugar, es un anacronismo porque gripe es un termino de finales del XVII-XVIII”. “Hay un error de diagnóstico; fue un tipo de epidemia ocurrida en agosto, lo que elimina los virus invernales; pero además hay que examinar el desarrollo de la enfermedad, el tratamiento, el hecho de que todos los enfermos pasan una neumonía que es prácticamente mortal, de hecho su cuarta esposa Ana de Austria murió a los pocos días…”. “Todo esto me ha hecho pensar, meditar y analizar con epidemiólogos que es muy probable, con un índice de probabilidad de al menos el 90 por ciento, de que aquella epidemia que asoló a España y parte de Europa, y que afectó sobre todo a clases altas y menos en el pueblo llano, fue un virus porcino o aviar”, dice el experto.

En el ensayo se detiene en la gota, en las patologías y los fallecimientos de sus esposas, en especial el relativo a la tercera, Isabel de Valois, “que no murió de un aborto, tal como se ha dicho. No es lo mismo morir por un aborto que abortar en la agonía un feto muerto que llevaría dos o tres semanas en su vientre”.

Martínez Llamas destaca en Felipe II su carácter de rey desconfiado: “Es una persona que desconfiaba de todos y de todo. Era un rey melancólico” “Con las mujeres -dice- se ha definido como un rey casto, cuando la realidad es que tuvo cuatro matrimonios, amantes conocidas, las propias de un rey de aquella época…aunque estoy en contra de asumir su relación amorosa con la Évoli, algo que otros dan por hecho”.

El escritor también ha repasado la faceta oscura como alquimista: “Tenia un laboratorio de alquimia en los bajos del Escorial, con alquimistas reconocidos y muy bien pagados, en busca de la Piedra Filosofal, de la Quinta Esencia… era contradictorio porque por un lado apoyaba las persecuciones con la Inquisición y estaba en el límite de ser perseguido, pues rozaba las practicas heréticas con la alquimia” “Tenía -agrega- más de 5000 reliquias: huesos, costillas y fémures, y mandó hasta San Isidoro de León a Ambrosio de Morales para conseguir reliquias, pero el pueblo se amotinó y no pudo llevarse nada, algo que como leonés me congratula”.

El autor es rotundo al desmitificar la Leyenda Negra: “es injusto ese baldón”.

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