La guerra con España y el combate del Dos de Mayo (2)

LOS HECHOS

LA EXPEDICIÓN CIENTÍFICA.- Hacia 1862, Isabel II, reina de España, aprobó el envío de una Expedición Científica a los mares de América Latina. La expedición se puso bajo las órdenes del almirante Luis Hernández Pinzón, descendiente directo de los hermanos Pinzón. A las embarcaciones “científicas” acompañaban tres buques de guerra: las fragatas a vapor gemelas Triunfo y Resolución y la goleta Virgen de Covadonga. Como vemos, además de la investigación científica, uno de los propósitos del viaje era apoyar las demandas de ciudadanos españoles que vivían en el Nuevo Mundo.

En abril de 1863, parte de la flota española llegó al puerto chileno de Valparaíso. Los españoles fueron recibidos cordialmente, a lo que respondieron con pruebas igualmente de amistad. Cuando levantaron anclas y llegaron a Perú, en julio de ese año, comenzaron los problemas pues España no tenía relaciones diplomáticas con Perú. A pesar de esta situación, la expedición fue recibida amistosamente por las autoridades.

Desgraciadamente, el 4 de agosto, y por razones nunca aclaradas, se produjo un altercado en la Hacienda norteña de Talambo entre los inmigrantes de nacionalidad española y los habitantes autóctonos peruanos. Como resultado, un español fue muerto y otros cuatro fueron heridos. Informado sobre los sucesos, Pinzón que estaba camino a San Francisco, California, volvió a Perú con su flota.

EL PRETEXTO: EL INCIDENTE DE TALAMBO.- El 4 de agosto de 1863, un grupo de 40 peruanos armados y pasados de copas atacaran con armas en mano a una colonia de trabajadores vascos en al hacienda de Talambo, en la costa norte. Hubo un trabajador español muerto y cuatro heridos. Se sabe que este incidente comenzó por los reclamos de los grupos vascongados frente a la condición de explotación en la que se encontraban. Hay que recordar que este grupo llegó al Perú gracias a la promoción de inmigración de europeos que el estado impulsaba. Al Perú llegaron en primer lugar chinos y mucha menor proporción europeos a trabajar en las haciendas. Sin embargo las condiciones de explotación (prácticamente los trataban como a los antiguos esclavos negros) llevaron a muchos de estos grupos a abandonar las haciendas para instalarse en las ciudades o regresarse a su país.

El Gobierno peruano cumplió con informar acerca de los acontecimientos a los pocos días de que éstos se produjeron. Más adelante, ordenó a Mariano Moreyra, Cónsul del Perú en España, informar a las autoridades de ese país sobre lo sucedido, que no tenía responsabilidad el Gobierno, pero sí voluntad de resolverlos de manera justa y mantener relaciones pacíficas, ordenándole además entregar copia de toda la documentación Judicial pertinente.


Hacienda Talambo

UN PERSONAJE IMPRUDENTE: EUSEBIO DE SALAZAR Y MAZARREDO.- A pesar de estas gestiones, el incidente de Talambo fue mal recibido por algunos españoles, tanto en la península ibérica como en el Perú. En esos momentos, se hallaba de incógnito en nuestro país el antiguo político peninsular Eusebio de Salazar y Mazarredo, quien guardaba sentimientos hostiles hacia el Perú y había tomado contacto con otros españoles descontentos. Salazar y Mazarredo se entrevistó con Hernández Pinzón en Acapulco a principios de noviembre. Aparentemente, ambos acordaron que la escuadra española ocupara las islas guaneras de Chincha, en respuesta al incidente de Talambo. A continuación, Salazar y Mazarredo partió a Madrid para informar a su Gobierno acerca de los planes de la escuadra española. Hernández de Pinzón, por su parte, se dirigió hacia el Perú. El Almirante español pidió explicaciones e indemnizaciones, pero los peruanos pensaban que se trataba de un asunto interno.

Todos los libros de historia mencionan la funesta actuación de Eusebio Salazar y Mazarredo, enviado del gobierno español ante el Perú que viola las instrucciones recibidas en el sentido de negociar pacíficamente las diferencias. Este pintoresco personaje, dotado de mucha labia, logra convencer al almirante Pinzón para que tomase por la fuerza las Islas Chincha, ricas en guano y por lo tanto importante fuente de ingresos para el Perú. Pinzón, hombre enérgico y poco inclinado a las sutilezas diplomáticas, accede a los deseos de Salazar y Mazarredo, ocupando las islas el 14 de abril de 1864. A partir de ese momento la suerte está echada. Las fuerzas antiespañolas en el Perú, con el apoyo de agentes provocadores chilenos, hostigan al gobierno peruano, induciendo una insurrección en Arequipa que eventualmente asumirá el poder declarando la guerra a España. Salazar y Mazarredo abrigaba el descabellado plan de comprar Gibraltar con el dinero obtenido por la venta del guano de las Islas Chincha. Está por estudiar esta pintoresca figura cuya conducta, irresponsable e inmoral, contribuyó poderosamente a la «mini-guerra» entre España y el Perú.

LA OCUPACIÓN DE LAS ISLAS DE CHINCHA.- Pinzón ocupó las islas Chincha como protesta y luego se retiró a España; en su lugar, vino Manuel Pareja que continuó con las negociaciones. La opinión pública se encontraba indignada ante la pasividad del gobierno peruano que por el temor a un enfrentamiento (el Perú se encontraba en desventaja frente a la escuadra española) prefirió firmar un convenio. El gobierno de José Antonio Pezet firmó el tratado Vivanco-Pareja que, en pocas palabras, resultaba humillante para el país:

1. El Perú debía pagar una cantidad superior a los 2 mil pesos por los gastos ocasionados a la escuadra
2. Aceptar la investigación del comisario regio (funcionario de la corona que tenía injerencia en las colonias)
3. Lo más oneroso: cancelar la deuda que el Perú tenía pendiente con España.
4. La aceptación del saludo con artillería a la bandera española una vez desocupadas las islas guaneras

La indignación no pudo ser mayor. Acusado de traidor, el general Pezet huyó hacia Europa cuando se enteró del levantamiento de Manuel Ignacio Prado en Arequipa. Declarado nulo el tratado Vivanco-Pareja, se formó la Cuádruple Alianza entre Ecuador, Perú, Chile y Bolivia y se declaró la guerra a España. La escuadra española bloqueó las costas chilenas y bombardeó Valparaíso pero la armada conformada por los buques peruano-chilenos la derrotó en el combate de Abtao (febrero-1866). Luego, las fuerzas chilenas capturaron La Covadonga, nave española que luego los chilenos utilizarían en la Guerra del Pacífico. Debido a esto Manuel Pareja se suicidó. Fue reemplazado por Casto Méndez Núñez. En el definitivo combate del Dos de Mayo, librado frente al Callao, murió el ministro de guerra José Gálvez al estallar una bomba en el torreón La Merced del cuartel Real Felipe.


Ocupación de las islas de Chincha

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