EL CONTEXTO POLÍTICO.- Como sabemos, el mayor mérito político del coronel Sánchez Cerro (n. Piura, 1889) era el de haber acabado con el gobierno de Leguía en 1930. Derrocado el líder del “Oncenio”, supo ganarse el apoyo del pueblo pero pronto cayó en los círculos sociales de la elite. Fue invitado a formar parte del exclusivo Club Nacional y la oligarquía pronto vio que podía contar con un candidato que tuviera el apoyo de las masas y el respaldo del ejército. El objetivo era frenar a las masas “comunistas” que seguían al APRA, especialmente ahora que el electorado había sido ampliado por la ley que incluía a todos los varones adultos que supieran leer y escribir. Así se fundó la Unión Revolucionaria, que postuló a Sánchez Cerro a las elecciones de octubre de 1931. Fue un partido de enorme arraigo popular. El origen mestizo y provinciano de su líder, que fue capaz de pulverizar el edificio leguiísta, ejercía enorme fascinación entre los obreros y los grupos medios urbanos. Su lema era el Perú sobre todo, lo que demostraba su clara vocación nacionalista propia de un militar que toma el poder, y como respuesta a las influencias “foráneas” representadas por el aprismo y el comunismo.
Entre los candidatos que se presentaron a las elecciones de 1931, dos fueron los más importantes: Luis M. Sánchez Cerro, por su partido la Unión Revolucionaria, y Víctor Raúl Haya de la Torre, por el Partido Aprista Peruano (PAP). Los otros fueron Arturo Osores, ardiente enemigo de la dictadura de Leguía al que apoyaba la Coalición Nacional, y José María de la Jara Ureta, del Partido Unión Nacional. Pocas veces en la historia republicana hubo tanto entusiasmo y expectativa ante un proceso electoral. Pero, al final, el país se dividió. La Iglesia, el Ejército y la oligarquía costeña no escatimaron esfuerzos para denunciar al APRA como un movimiento subversivo internacional que pretendía destruir la integridad nacional.
Según “El Comercio”, los comicios se llevaron a cabo con gran sentido de ecuanimidad. Ellas se caracterizaron por el respeto de unos ciudadanos con otros ciudadanos. Enormes masas de gente fueron a depositar sus sufragios y esperaron el turno correspondiente sin agresiones de ninguna clase. No hubo hechos de sangre ni abusos el día que fue ejercido el acto cívico. Alrededor de 300 mil electores depositaron sus votos a favor de los cuatro candidatos presidenciales y de una multitud de candidatos al Congreso. De acuerdo a la información oficial, votó el 80% de los inscritos en el Registro Electoral. Los resultados fueron los siguientes: Sánchez Cerro 152 mil votos; Haya de la Torre 106 mil; José María de la Jara y Ureta 21,921; y Arturo Osores 19,653.
La victoria de Sánchez Cerro era contundente, pues había obtenido más votos que los otros juntos. Sin embargo, mientras La Jara y Osores reconocían su derrota, los apristas denunciaron fraude electoral y llegaron a decir que Haya de la Torre era el “Presidente moral del Perú”. La victoria de Sánchez Cerro era un golpe amargo para las legiones apristas que daban por descontado el triunfo de Haya. Habían sido convencidos de que había llegado el momento de cambiar el país en beneficio de ellos mismos. Su frustración era inmensa. A partir de allí, el Partido del Pueblo inició una cerrada oposición desde el recién instalado Congreso Constituyente y desde las calles. Este fue el inicio del odio aprista hacia Sánchez Cerro y de la violencia que se desató en el país que tuvo sus puntos más álgidos durante la Revolución Aprista de Trujillo (1932) y el asesinato de Sánchez Cerro (1933).
La calma desapareció y los apristas iniciaron una feroz campaña de oposición y violencia que siempre encontró una reacción firme del gobierno en hacer respetar los resultados electorales. Este clima fue empeorando hasta desembocar, prácticamente, en una guerra civil. El primer escenario de enfrentamiento fue el Congreso donde la “cédula parlamentaria aprista” (liderada por Manuel Seoane, Carlos Manuel Cox, Luis Heysen y Luis Alberto Sánchez) empezó sus debates con el oficialismo en medio de gritos, amenazas e insultos. Pronto circularon rumores de conspiraciones e intentos de asesinatos. El Congreso, entonces, aprobó una “ley de emergencia” destinada a reprimir cualquier desmán que a su juicio podía ocasionar el APRA. De este modo, se cerraron sus locales, se clausuró su periódico La Tribuna y el 18 de febrero de 1932 fueron desaforados y luego deportados los parlamentarios apristas. Los principales líderes del “partido del pueblo” fueron perseguidos y varios de ellos pasaron a la clandestinidad. Haya de la Torre fue recluido en la isla de El Frontón.
De este modo, surgía una relación, basada en el terror, entre el APRA y el ejército. Su momento más sangriento fue la revolución aprista de Trujillo que se inició con la masacre de varios oficiales del ejército en el cuartel O’Donovan y culminó con la ejecución masiva de los cabecillas apristas en los muros de la ciudadela de Chan Chan. El gobierno culpó a la dirigencia aprista de instigar o participar directamente en esta frustrada revolución. Como si esto fuera poco Sánchez Cerro sufrió un atentado contra su vida cuando salía luego de escuchar misa en la Iglesia Matriz de Miraflores. Un joven aprista le disparó con un revólver por la espalda y el presidente salvó milagrosamente. Pero estos hechos, todos ocurridos en 1932, el “año de la barbarie”, no serían sino el preludio de otro aún más dramático: el asesinato del propio Sánchez Cerro.
EL ASESINATO DE SÁNCHEZ CERRO.- Fueron las tensiones internacionales las que provocaron, sin ser ése el verdadero móvil, la trágica muerte del Sánchez Cerro. La firma del Tratado Salomón-Lozano con Colombia, hecha por Leguía, indignó a la opinión nacional, de manera especial a los loretanos, un grupo de los cuales, en septiembre de 1932, se apoderó del pueblo de Leticia y expulsó a las autoridades del país vecino. Sorprendido ante el hecho, Sánchez Cerro lo consideró obra de la oposición.
Tiempo antes, el líder de la Unión Revolucionaria había declarado a la agencia “Associated Press”, lo siguiente: Nosotros no reabrimos la cuestión internacional arreglada por el ex-Presidente señor Augusto B. Leguía. Nosotros miramos tales cuestiones como hechos cumplidos, pues los arreglos hechos por el anterior Gobierno lo fueron a nombre del Perú y no a nombre personal de Leguía; nuestro único interés es la reorganización interna del país y el aseo de la casa. Pero ahora el panorama había cambiado. En su entusiasmo, los captores de Leticia no midieron las consecuencias provocando la protesta colombiana. El Perú se negó a presentar excusas y hubo algunos enfrentamientos fronterizos.
Como vemos, el desarrollo de los acontecimientos ocasionó el desapego de Sánchez Cerro al Tratado. La guerra era inminente y su gobierno decide movilizar 30 mil efectivos a la frontera. El momento trágico no tardaría en llegar.
El domingo 30 de abril de 1933, Sánchez Cerro pasaba revista a las tropas en el hipódromo de Santa Beatriz (hoy Campo de Marte). Viajaba en un Hispano-Suiza descubierto (un gesto imprudente, teniendo en cuenta que había sobrevivido milagrosamente a un atentado anterior). Compartía el asiento posterior el primer ministro José Matías Manzanilla. En el traspuntín, mirando hacia atrás, viajaba el coronel Antonio Rodríguez, jefe de la Casa Militar. Alrededor del vehículo, trotaban los lanceros a caballo. Era casi la 1 de la tarde. Avanzaban con lentitud, atravesando la multitud, cuando un joven, de filiación aprista, Abelardo Mendoza Leiva, corrió hacia el vehículo, saltó al estribo y empezó a disparar (20 días antes lo habían dejado en libertad por orden de la Prefectura). Entonces, estalló el tiroteo. Mendoza Leiva fue capturado y le dispararon a la frente. El cadáver recibió más balazos y fue convertido en pulpa por las lanzas de la escolta. A Sánchez Cerro lo llevaron a toda velocidad al Hospital Italiano (en la actual avenida Abancay). Expiró a la 1 y 10 minutos de la tarde.
El informe del doctor Carlos Brignardello, uno de los médicos que lo asistieron antes de su muerte, decía que hubo dos clases de disparos: de menor calibre, arriba abajo; y de mayor calibre y de necesidad mortal, un disparo de abajo arriba y de adelante hacia atrás. Este último tiro se había hecho de muy corta distancia y causó una hemorragia incontenible. Los disparos de arriba abajo fueron hechos por Mendoza Leiva (portaba una Browning automática, calibre 45, 50 metros de rango efectivo y 243 metros por segundo de velocidad inicial de la bala), que estaba trepado en el estribo y disparaba por encima de Matías Manzanilla. Se presume que el coronel Rodríguez había sacado su arma y que Sánchez Cerro se desplomó hacia delante al recibir las balas de Mendoza. Si Mendoza Leiva ya había caído, la pregunta que siempre quedó en la polémica es ¿quién apretó el gatillo de abajo para arriba?
Según Jorge Basadre, el agresor se apoyó con la mano izquierda en la capota y, con un revólver, disparó a quemarropa, por la espalda del presidente, varios tiros, según declararon los médicos Guillermo Fernández Dávila y Carlos A. Bambarén en el peritaje que luego practicaron. Añade Basadre: Según declaraciones que hizo el doctor Brignardello, la herida que quitó la vida del presidente fue de necesidad mortal desde el primer momento… el orificio de entrada se encontraba en plena región precordial con aparente trayectoria de abajo a arriba y de adelante a atrás.
Todo parece indicar que los disparos de Mendoza Leiva fueron de otro calibre que el del balazo definitivo. Pero se tapa todo… El auto tenía perforaciones del otro lado; también le dispararon desde los jardines del Lawn Tennis (en las fotos, el auto parece una “coladera” de balas). Todo parece indicar que no fue un acto espontáneo, exclusivo, personal y anarquista.
Fotografía de Sánchez Cerro el el hispano-suiza antes de su asesinato
CONSECUENCIAS DEL ASESINATO.- Nunca se comprobó la responsabilidad de la cúpula del APRA con el asesinato. La versión “oficial” dice que el joven actuó solo: el temor a que Sánchez Cerro pudiera organizar un partido que lograra tener más éxito con las masas empujó al asesino, o a quienes lo instigaron al crimen, a eliminar físicamente a su principal adversario político. Para Basadre, si el automóvil presidencial fue blanco de ocho disparos hechos por varia manos, o sea si hubo un complot como afirmó perentoriamente la sentencia, no hay modo de encontrar hoy una comprobación.
Asesinado el presidente, esa misma tarde el Congreso decidió nombrar al general Oscar R. Benavides para completar el período del difunto gobernante. El nombramiento era una clara violación constitucional pero se invocó la situación de emergencia. El militarismo continuaba. Dicen que Benavides mandó quemar mucha documentación referente al magnicidio.
El cuerpo de Sánchez Cerro fue velado, del 1 al 4 de mayo, en la capilla del Sagrario, en la Catedral de Lima. El acto fue multitudinario. Hombres y mujeres de toda edad y condición social acompañaron el velatorio del cuerpo y su posterior sepultura en el cementerio Presbítero Maestro.
Cortejo fúnebre a su paso por la iglesia de Santa Clara
Tumba de Sánchez Cerro
otra consecuencia del asesinato fue permitir que nos robaran otro pedazo de tierra. por todos los lados nos roban, solo el oceano pacifico no nos roba ,porque es pacifico….
esa es una vision derrotista que nos inculcan desde el colegio. lo cierto es que lima capital estaba demasiado lejos de las fronteras del gran territorio del virreinato peruano, y por lo mismo muchos de los supuestos perdidos formaron parte en algun momento de otras audiencias. guayaquil, tumbes jaen maynas. hay que ver mas bien lo siguiente: nos asignamos gran cantidad de territorio que pudo ser ecuatoriano y el nacimiento del amazonas, en contubernio con Colombia al hacerse un tratado entre dos paises que no limitaban. una parte fue para colombia a cambio. lo de brasil eran territorios inexplorados, ni los incas ni los españoles lo quisieron, vinieron los bandeirantes brasileños y simplemente lo tomaron. lo unico que perdimos fue chile, y entre otras causas, una de las mas grandes fue que tarapaca estaba mas cerca de santiago que de lima.
Juan Luis, te faltó agregar que el supuesto "asesino" de Sánchez Cerro, Abelardo Mendoza Leyva, estaba vestido de heladero de la compañía D’onofrio en el momento del asesinato, hecho que explica la única manera que tuvo de burlar a la guardia del presidente; a su vez que nunca fue identificado del todo como militante aprista.
Creo que también se debió asociar la difícil tensión internacional en los 30 sobre todo del conflicto con Colombia al intento de EEUU de penetrar en la región y su intromisión en los asuntos internos de Colombia, al apoyar la independenca de Panamá (el asunto del Canal y de la libertad del comercio por esas zonas). En compensación los EEUU "influye" en el gobierno leguiísta, el cual era fiel cliente, obligándolo a ceder el territorio rico en caucho del puerto de Leticia a Colombia con la firma del Tratado Salomón Lozano.
EN LOS COLEGIOS NO DAN MUCHOMINFORMACION DEL TEMA SOLO SUPERFICIALMENTE. LA TEORIA DEL COMPLOT ES LA MAS PROBABLE, OTRO MISTERIO OSCURO DE LA HISTORIA
Quisiera saber si hay algun libro que me pueda dar mayores referencias del General Sanchez Cerro, su esposa?, sus hijo?., se caso?..eso detalles, necesito para unas investigacion.
Saludos profesor Orrego.
Aquí tiene 3 libros:
1. "Sánchez Cerro : papeles y recuerdos de un Presidente del Perú", por Pedro Ugarteche Tizón
2. "Homenaje a Sánchez Cerro", por Pedro Ugarteche Tizón
3. "Sánchez Cerro y su tiempo", por Carlos Miró Quesada Laos
Mi madre me conto que uno de los lanceros que eran escolta de Sanchez Cerro fue mi abuelo Aurelio Ortega , me apenaba pensar que esa escolta fue negligente en su funcion , pero leyendo el comentario de Ernesto Moreno sobre el disfraz que ultilizo Mendoza Leyva , entiendo como puso disparar , Gracias Ernesto .
Mi Sr. padre en ese entonces Cap. Elías Céspedes A. Era (creo) jefe del Reg. Escolta del Presidente.
Montaba un caballo llamado Salpicón,(con quien ganó diferentes concursos hipicos) que resbaló y calló a la pista en el tiroteo.El atentado lo documenta Don Augusto Thorndike en el libro "33 año de la barbarie".
Refieren en mi fammilia anecdóticamente, pues mi padre estuvo presente, que al presidente sus hermanas, le habían insistido usara una malla protectora, regalo del Embajador de Japón, pero como lo engordaba y no le cerraba el traje, siendo el muy pretencioso, no quiso hacerlo a pesar de los consejos de sus hermanas.
Asi es el destino… paradojas?
Mendoza Leyva, ¿donde vivía?, ¿En Surquillo?, ¿Gonzales Prada?,
MUY BUENO TU ARTICULO , Y QUE VIVAN LAS PERSONAS QUE SE INTERESAN POR SU PASADO , SI NO SE LE CONOCE , NO PODRA CAMBIARSE EL FUTURO y estaremos condenados a repetir la historia
SEÑORES NO SE HA CONTADO LA VERDADERA HISTORIA SOBRE EL ASESINATO DE SANCHEZ CERRO LO CIERTO ES QUE LA BALA QUE LO MATO VINO DE ADELANTE Y DE CERCA ESO QUIERE DECIR QUE FUE MATIAS MANZANILLA QUIEN LO ASESINO EN COMPLOT CON EL GENERAL BENAVIDES. Y QUE USARON A MENDOZA LEIVA COMO CHIVO EXPIATORIO. ENTONCES PORQUE LO ULTIMARON EN EL ACTO SIENDO LO CORRECTO ARRESTARLO. NO LO CREEN.
Al respecto quisiera contar una anécdota que siempre escuché contar a mi familia. Mi bisabuela, a quien no llegué a conocer, era la Sra. Carmen Ortiz de Vinces, perteneciente a las antiguas familias de Sullana en el departamento de Piura. Mi bisabuela era conocida por ser una sra. de mucho carácter, muy servicial con el prójimo, pero además tenía dotes de vidente. Cuando Sánchez Cerro llegó a Sullana como alferez, enamoraba a una de las amigas de la hija de mi bisabuela, quien no le hacía caso y como las chicas lo dejaban solo pues no querían salir con él, Sánchez Cerro se quedaba conversando con mi bisabuela llegando a trabar una buena amistad hasta el día en que fue cambiado nuevamente. Nunca volvió a comunicarse con él, hasta el día del asesinato, en que según cuentan, mi bisabuela entró en trance y cuando despertó narró como había sido asesinado Sánchez Cerro y vio la mano que hacía los disparos, aunque por supuesto no conocía a los asesinos pero si pudo describirlos. Esto ocurrió mucho antes de que llegara la noticia del asesinato del presidente a Sullana, ya que en ese tiempo las noticias demoraban mucho tiempo en llegar.
De casualidad revisé un artículo en un diario (PAZ C., Óscar Manuel. 2011. “Poeta que sobrevivió a la masacre de 1932”. La Industria. Enfoque. Trujillo, 30 de octubre de 2011, pp. 6-7.) y leí una referencia ligera al magnicidio del presidente Sánchez Cerro, tema que me interesó.
He revisado otra fuente en la web (VARGAS HAYA, Héctor. 2011. “Benavidez y el asesinato de Sánchez Cerro”. Héctor Vargas Haya. Página Oficial. Lima. Consulta: 13 de noviembre de 2011. <http://www.vargashaya.com/articulos/49-benavides-y-el-asesinato-de-sanchez-cerro.html>😉 y en ella se destaca:
1. El asesinato tuvo motivos más internacionales que nacionales, porque Sánchez Cerro ya había fijado su posición de recuperar la provincia de Leticia (cedida muy fácilmente por el anterior presidente Leguía a Colombia), incluso preparó al país para la guerra, lo cual está sustentado en la movilización de las fuerzas armadas para tal fin.
2. La muerte de Sánchez Cerro más que por el ataque de Abelardo Mendoza Leiva fue por otros disparos letales que fueron ejecutados por otros no identificados, sobre lo cual no se hicieron precisiones.
3. La rapidez con que Benavidez accedió a la presidencia la misma tarde del asesinato de Sánchez Cerro, su posterior actitud frente al conflicto con Colombia: cambiar la orden de defender los intereses de la patria a entregar la provincia de Leticia a una comisión internacional la cual estaba conformada por las fuerzas armadas de colombianas, y su interés en cerrar el caso y no investigar más el asesinato, dan muestra que Benavidez tomó parte en el plan del magnicidio.
4. La gratitud de EEUU a la contingencia del magnicidio, indica que tuvo parte en él. Le interesaba beneficiar a Colombia, lo cual no era coherente con el espíritu nacionalista de Sánchez Cerro.
5. Hubo un conjunto de personas importantes que estuvieron alrededor de Benavidez, por ello 1) la muerte de Sánchez Cerro no fue más investigada y 2) se hicieron rápida y fácilmente grandes cambios en la política de estado de defensa nacional. Es decir: un complot de peruanos por sus propios intereses sacrificaron los intereses del Perú.
Hay que tomar en cuenta que la persecución al Apra continúo luego del magnicidio, o sea no pudo haber sido parte del complot. Usaron la versión del militante para disfrazar la situación, otros intereses.
SIEMPRE SE HAN TEJIDO MUCHAS HIPÓTESIS SOBRE EL ASESINATO DEL PRESIDENTE SANCHEZ CERRO, PERO LO QUE SI NOS QUEDA CLARO ES EL POCO PATRIOTISMO DEL PARTIDO APRISTA Y DE UN GRUPO DE MILITARES COLUDIDOS POR INTERESES PERSONALES; UN HECHO MAS EN LA HISTORIA DEL PERU QUE NOS AVERGÜENZA COMO PERUANOS.
EL PAPEL QUE JUGO EL PARTIDO APRISTA EN EL ASESINATO DEL PRESIDENTE SANCHEZ CERRO , FUE DEPLORABLE, ANTIPATRIOTICA Y DENIGRANTE, QUE TIÑE DE NEGRO Y DE VERGUENZA A LOS PERUANOS CADA VEZ QUE TENEMOS QUE RECORDAR LA HISTORIA
Yo también escuché de niñope, la versión de que el auitor material fue Matías Manzanilla, y el intelectual Benavides.
es una parte de la historia del peru al cual deploro alaprismo, en los años siguientes se aliaron a sus antagonistas ,por que siempre fuern y seran ambrientos del poder.
A mi parecer se utilizo al partido aprista para cometer tremendo asesinato, logrado el propósito se les dejó a un lado. Hubo muchos intereses de por medio, la influencia de los imperialistas yanquis, peruanos que vendieron a su patria por cuidar sus propios intereses, no importándoles en absoluto recuperar Leticia. El propio jefe del ejercito peruano que asumió al poder infringiendo los mandatos de la Constitución puesto que era el beneficiario directo
Que Dios los perdone, porque los peruanos no olvidamos jamas a los traidores.
a mi parecer fue algoo muy grave al asesinar al presidente y fue solo x intereses propioss
es una perte negra oscura de la historia que no podemos olvidar de todos estos malditos que venden nuestro peru por plata hdp siempre abra benavides gente con dinero y poder que creeran que el peru se puede vender peroro tanvien ey gente como nosotros que no olvidamos y que siempre lucharemos ariba el peru carajooooo
Hay un pequeño gran detalle que no debe olvidar un historiador: ir a las fuentes. ¿Quieres saber la verdad? En los años 50 mi padre estudiaba Derecho en la UNMSM y su profesor de Medicina Legal (no recuerdo si era Bambaren o Leon Barandiaran) les contó la verdad a los alumnos: él fue uno de los médicos encargados de hacer la autopsia a Sánchez Cerro. Una vez ocurrido el asesinato, y detectada la bala asesina, el lugar fue rodeado por el ejército enviado por Benavides y se les dió la orden de declarar a Mendoza Leiva como el asesino. Como mencionas, en la autopsia se encontró que la bala asesina venía desde un costado… Está claro quien fue el asesino. ¿Como saber la verdad? Los hijos de esos médicos saben la verdad.
Muy bien tu trabajo amigo.O la verdad wikipedia ya paso a la historia otra cosa que tu investigas no como otros manipulan la informacion
Evidentemente la politica es muy sucia y mis dudas apuntan al partido que entonces queria tomar el poder por la fuerza en ese entonces como el autor intelectual de este crimen. La historia juzga y no olvida este magnicidio aunque los perpetradores ya esten muertos, estos son la clase de politicos que nunca debieran gobernar en el Peru.
Bueno…con acontecimientos así se aprende. Hoy tenemos lanceros entrenados para neutralizar heladeros de D’onofrio y vendedores de Zanguito…caballos con herradura de goma y con tapones en los oidos. Los atentados se dan cuando se planea basado en el factor sorpresa. Un heladero puede caminar en frente del publico y estar mas cerca de un desfile. Quizas si alguien le compraba un "esquino" (porque si era arpista "buen humor" no tenia) lo distraida y cambiaba el destino. El caballo es un animal brioso y muy nervioso. No se cuenta con que aprezca un heladero aprista con pistola y arme un despelote. Los acuerdos limitrofes, en ese entonces, eran decisiones de gobierno…no de presidentes. Se sometian a las camaras de senadores y diputados y así se hacian cumplir.
Leyendo el parte de los médicos legistas -La herida mortal provino del interior del auto.-Fué claro una conspiración Civico-militar.,con la repartija de cargos hechos por el Mariscal Benavides asus allegados , quienes se opusierón ala guerra con Colombia . Al Final firamn el tratado de entrega de Leticia a Colombia.
EL IMPERIALISMO Y EL APRA los ASESINARON!!
Quien dio Leticia a Los colombianos fue Leguia. Sanchez Cerro no podia hacer mas sino cumplir con el compromiso que Peru habia firmado. Parece que os adeversarios se aprovecharon de esto para mover a las masas, quienes provabablemente no estaban bien informadas.
Algo que no se menciona es que tanto HAYA DE LA TORRE, OSCAR BENAVIDES y el Presidente de Colombia de esa epoca JACINTO LOPEZ eran MASONES, casualidad, coincidencia.
un favor me dicen como se conoce a la rebelion aprista como el año de la barbarie ??? PORFAVOR GRACIAS ….
MI ABUELO CUENTA QUE a Sanchez Cerro lo asesinó Matías Manzanilla, sacando la pistola por detras de su espalda y disparo para que Sanche Cerro no se diera cuenta que fue su ministro; y al mismo tiempo el ministro manzanilla le disparo al heladero para suponer que estaba protegiendo al presidente, ya el asesinato estaba planeaedo.