La fiebre amarilla en la Lima del siglo XIX (3)

CONSECUENCIAS DE LAS EPIDEMIAS DE FIEBRE AMARILLA.- Desde el ángulo estrictamente sanitario, las dos epidemias de fiebre amarilla obligaron a ciertas mejoras en el saneamiento de Lima:

1. Canalización subterránea con tuberías de plomo.- Los primeros ensayos de canalización subterránea se hicieron en 1859 en la calle de Mantas, en una longitud de 117 metros, pero la obra quedó paralizada un tiempo, para reanudarse, a partir de 1862, siendo alcalde de la ciudad Manuel Pardo. Debido a los escasos recursos municipales, los trabajos se desarrollaron en forma lenta y empírica. Fue ante los estragos ocasionados por al epidemia del 68, y bajo la intervención de la Comisión de Salubridad, que se adoptaron medidas para llevar la ejecución de tan importante obra pública con mayor regularidad y amplitud. Una de ellas fue la resolución del 27 de agosto de 1869 que señalaba la contribución del vecindario de una cuota de 10 pesos por valor lineal de canalización. En 5 años se construyeron 31 mil metros de canales, que sumados a los ejecutados en años anteriores hacían un total de casi 34 mil metros, con un costo de 700 mil pesos.

2. Derribo de las murallas de Lima e implementación de espacios amplios en la ciudad.- Para combatir la contaminación ambiental, en 1869, el ahora alcalde de Lima, Manuel Pardo, destinó una parte importante del presupuesto municipal al plantío de árboles y al cuidado de parques y jardines; por ejemplo, transformó en jardín la antigua Plaza Bolívar y convirtió en Alameda la calle Malambo (Rímac). Desde el gobierno central, la administración del presidente Balta decidió el derribo de las innecesarias murallas coloniales y la apertura de espacios abiertos en forma de alamedas (como luego fue la alameda “Grau) o parques (como el de “La Exposición”). Todas estas transformaciones urbanas no respondieron sólo a una aspiración “parisina” de Lima sino a un verdadero plan sanitario de nuestra ciudad.

3. Construcción del hospital Dos de Mayo.- A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la Sociedad de Beneficencia de Lima intentó mejorar el sistema hospitalario (hospitales de San Andrés, San Bartolomé y Santa Ana) , tanto en infraestructura como en asistencia médica. Se ampliaron los cuartos y se abrieron ventanas para mejorar la ventilación; se instalaron catres de fierro, se mejoró la iluminación de los cuartos, se abastecieron las boticas, se estableció un sistema de vigilancia para asegurar la presencia continua de médicos y practicantes y, para elevar el nivel de atención a los pacientes, se recurrió a las Hermanas de la Caridad (congregación francesa conocida por sus labores de asistencia en hospitales de diversas partes del mundo). Sin embargo, cuando se desataba una epidemia, eran notorias las carencias de siempre: falta de médicos y sobrepoblación. Además, por ubicarse en pleno centro de la ciudad, eran considerados focos de infección e emanación miasmática. Un cambio importante fue la fundación del “Dos de Mayo”, un hospital moderno, amplio, en las afueras de la ciudad, cuya construcción fue impulsada por el colapso que sufrió el sistema hospitalario durante la epidemia de 1868.

Desde 1868 hasta el final del siglo XIX, casi no transcurrió un año sin que se presentasen, al finalizar el verano, algunos casos de fiebre que por su cuadro general y sus síntomas particulares debían considerarse como fiebre amarilla; al menos así se refleja en las informaciones que durante esos años El Comercio publicó con alarma. En el verano de 1883, la fiebre amarilla fue llevada al Callao, desde el Norte, y los numerosos casos que se presentaron tuvieron un carácter muy pernicioso; en los años sucesivos, el fantasma de la epidemia fue una amenaza constante. Para prevenirla, la Junta de Sanidad Municipal (apoyada por dicho diario) periódicamente disponía que las calles de Lima fuesen regadas con hipoclorito de cal y los zócalos de las casas frotadas con alquitrán.


Trazo de la antigua muralla de Lima

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Comentarios

  1. carlos flores minchon escribió:

    si tuvieran mayor informacion sobre las politcas sanitaria a princpios del siglo XX por favor. comunciarse

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