A principio de los 50, serios inconvenientes se presentaban para adaptar el Aeropuerto de Limatambo (a 6 kilómetros de Lima) a las necesidades de la moderna aviación comercial que, con la llegada de los aviones a reacción, lo convertían en inoperable. Era casi imposible la ampliación de sus pistas por el alto precio de los terrenos que las rodeaban, incorporados al área urbana, dado el crecimiento de Lima que prácticamente “encerraba” a Limatambo. Además, tal era la cantidad de edificaciones existentes que tanto el vecindario como los aviones estaban expuestos al peligro.
En 1956, el ingeniero Federico Hilbick Seminario, presidente de CORPAC, encontró un campo situado a 12 kilómetros del Centro de Lima, al Norte del Callao, cuyo suelo era bastante amplio y fácil de afirmar, rellenándolo con cascajo existente en las inmediaciones del mismo lugar. De esta manera, se hizo público el proyecto de “mudar” Limatambo al Callao y el gobierno de entonces declaró, en 1958, como necesidad y utilidad pública los terrenos situados en la margen derecha del río Rímac y en las inmediaciones de su desembocadura, los que se acreditaban por su bajo costo, por ser semi-urbanos y, lo más importante, porque sus conos de aproximación se extendían por el Océano Pacífico y no en la zonas vecinas del campo, ofreciendo buena seguridad para el tránsito aéreo.
Además, en el aspecto metereológico, la visibilidad y techo del campo escogido eran ampliamente favorables y no precisaba cerrarlo en días nublados porque tenía 25 metros sobre el nivel del mar, mientras que Limatambo estaba a 145 metros. Con esto se eliminaría el ruido de los motores a reacción alejándolo de la zona urbana, así como el potencial peligro de un accidente al momento de aterrizar o despegar.
Para financiar el proyecto se necesitaban unos 220 millones de soles, por lo que CORPAC urbanizó y vendió los terrenos vecinos con el antiguo Aeropuerto de Limatambo en los que, descontando los espacios destinados a vías y áreas libres, se disponía de 1 millón de metros cuadrados vendibles que, fraccionados en 1.800 lotes, a un precio promedio de 300 soles el metro cuadrado, producirían 300 millones de soles aproximadamente. Esta cantidad serviría para financiar el nuevo aeropuerto, y el saldo a favor quedaba destinado a las necesidades de otros campos de aviación del país.
En junio de 1965, el gobierno de Belaunde decidió llamar al aeropuerto internacional del Callao como “Jorge Chávez”. Así, el 30 de diciembre de 1965, en imponente ceremonia, el presidente Fernando Belaunde Terry inauguró el Aeropuerto Internacional “Jorge Chávez”, en ese entonces comparable al “Orly” de París, al “Fiumicino” de Roma y ligeramente inferior al “John F. Kennedy” de Nueva York o el “Montreal” de Canadá.
El aeropuerto fue diseñado por un equipo de cinco arquitectos peruanos que demoraron 11 meses en culminar el proyecto. Tenía un área construida de 2’500,000 m2., con una pista de aterrizaje de 3,507.50 metros de largo por 45 de ancho, siendo de 5,597 metros las pistas de carreteo de los aviones. El área de pavimento concreto era de 570,000 m2. y el área de pavimento asfáltico de 110,000 m2. El edificio principal tenía un volumen de 290.40 metros de largo, 56.40 metros de ancho y 9 metros de alto, teniendo a ambos lados dos espigones que avanzan hacia el campo de aterrizaje (el de la izquierda para el tránsito internacional y el de la derecha para el tránsito interno o doméstico) de 145 metros de largo por 18 de ancho, ubicados a 4.50 metros sobre el nivel de la pista de estacionamiento de los aviones. El público podía ingresar depositando una moneda de 50 centavos en el espigón de los vuelos nacionales y de 1 sol en el de los vuelos internacionales. En el cuerpo principal de la construcción hay un edificio de 8 pisos coronado por una Torre de Control, de forma octogonal, cuyo techo está a 57 metros de altura, comparable a un edificio convencional de 22 pisos.
Una réplica de la milenaria estela de Chavín adorna una de las partes bajas del edificio, en el hall de pasajeros. Ahí se grabó un mensaje lleno de inspiración patriótica del presidente Belaunde: Cuando los Alpes se empequeñecieron bajo las alas peruanas, primeras en vencer sus cumbres, los herederos de la gloria de Jorge Chávez aceptaron el reto amenazante y grandioso de su propia cordillera andina… Este aeropuerto es el nido de estos cóndores. Sus puertas se abren al visitante con amplitud de alas desplegadas….