Muchos italianos que llegaron a finales del siglo XIX se dedicaron al cultivo de huertas en los alrededores de Lima. Ellos contribuyeron decisivamente a introducir nuevas hortalizas y modificar la dieta de los limeños: el uso de legumbres frescas en la cocina criolla y el de verduras (acelgas, espinacas, variedades de coles y coliflores, brócoli, berenjena, betarraga, albahaca, etc.). Muchos de estos “hortelanos” comerciaban directamente sus productos que llevaban a vender en carretas hasta las primeras décadas del siglo XX. De otro lado, respecto al cultivo de la uva, los italianos introdujeron importantes mejoras en cuanto a nuevas cepas (algunas traídas especialmente desde Italia o Francia) y aspectos técnicos de la industria vinícola. Por último, estos emprendedores inmigrantes, abrieron establecimientos de expendio de comida. Estos fueron de diverso tipo, desde fondas hasta chinganas o pulperías, que fueron el típico negocio de los italianos en Lima y la costa peruana.
Este fue el caso de Santiago Queirolo Raggio, inmigrante italiano, oriundo de la Liguria, que llegó a Lima en la segunda mitad del siglo XIX y se estableció en Magdalena Vieja aprovechando las bondades de su clima y riqueza agrícola. En su fundo “La Huaca”, que se ubicaba entre Pando y Maringa, cultivó productos de “panllevar” (legumbres y hortalizas) y viñedos. Asimismo, fundó, en 1880, en los tiempos difíciles de la ocupación chilena, una taberna o pulpería para el expendio de comida y los vinos que producía en su propia bodega. Es muy probable que, en sus inicios, esta pulpería haya servido platos de la cocina genovesa o lígure, como el pesto (hoy tallarines verdes), el minestrone o la torta pasqualina (hoy pastel de acelga); sin embargo, con los años, y con el trabajo tesonero de los descendientes de don Santiago, su carta se fue “acriollando” para calzar más con el paladar de los limeños. Por ello, la “Antigua Taberna Queirolo”, ubicada en la avenida San Martín, es hoy una de las más tradicionales de nuestra ciudad. Uno puede encontrar allí desde los célebres sánguches de jamón del país, tamales criollos o choritos a la chalaca hasta ravioles o el criollo mondonguito a la italiana. Además, el público puede degustar los mejores vinos y piscos de la bodega de los Queirolo.
Respecto a la producción vinícola, los descendientes de don Santiago aún mantienen las cepas (Barbera, Italia y Borgoña) con las que se inició el negocio en el fundo “La Huaca”. Sin embargo, debido a la presión urbana del siglo XX, trasladaron los viñedos, en 1963, al fundo “La Lagrima” en Cañete, manteniendo siempre la planta de producción en Magdalena Vieja. Hoy, la empresa Queirolo cuenta con 225 hectáreas de viñedos no solo en Cañete sino también en Ica. Sus vinos y piscos, que pueden degustarse tanto en la Taberna como en la Bodega de Pueblo Libre, han merecido, últimamente, varios premios internacionales.
Bodega Queirolo
TE SERE SINCERO, LO QUE HOY ES LA "TRADICIONAL" TABERNA QUEIROLO, ERA UNA CHINGANA HASTA INICIOS DE LOS 80S, LA ESQUINA ERA UNA BODEGA Y LO DEMAS NO EXISTÌA, Y A UN COSTADO TENÌA UNA PUERTA BATIENTE DONDE LA GENTE SE EMBORRACHABA HASTA MORIR, EL PISO ERA DE ASERRÌN Y UN BUEN VECINO DE PUEBLO LIBRE NO ENTRABA ALLÌ. LOS VINOS SE VENDÌAN EN LA PUERTA LATERAL DE LA V SAN MARTIN (COMO HASTA AHORA) TODO LO DEMÀS ES CREACIÒN ACTUAL. EL VERDADERO QUEIROLO ESTA UBICADO EN LA ESQUINA DE CAMANA Y QUILCA, E INCLUSO TIENE EL NOMBRE FORJADO EN HIERRO. LO DE PUEBLO LIBRE ES UN INVENTO MARKETERO, DONDE SE HA RECREADO UNA TRADICION.