Alférez Mariano Santos Mateos, “El valiente de Tarapacá”. Este cuzqueño, nacido en el distrito de Lucre, provincia de Quispicanchis, ingresó, en 1875, a la entonces Institución de la Guardia Civil. Cuando estalla la Guerra del Pacífico, prestaba servicios en Arequipa. Por ese motivo, pasó a formar parte del Batallón de Guardias, que se integró al Ejército del Sur. El 27 de noviembre de 1879, en la batalla de Tarapacá, el guardia Mariano Santos avanzó delante de sus compañeros y a la voz de “¡A las banderas, a las banderas!”, se abrió paso a golpes de culata y bayonetazos entre las filas chilenas, hasta capturar la insignia del 2° Batallón de línea y excitar así la voluntad combativa de los soldados peruanos. Falleció en 1900. El Congreso de la República lo declaró Héroe Nacional. Posteriormente, en reconocimiento a su heroísmo, el Congreso de la República dio la Ley Nº 27018 del 21 diciembre 1998, mediante la cual se precisa su jerarquía en la Policía Nacional, otorgándosele el Grado de Alférez.
La clausura de una casa de juego en Lurín.- En 1926 funcionaba una casa de juego en Lurín conducida por un asiático. Como este tipo de actividades era ilegal, el cabo César Gallegos Melgar, responsable del puesto policial de la zona, luego de una investigación, sorprendió a los jugadores y los condujo detenidos al puesto, junto con los implementos del juego. Nada de particular hubiese tenido el hecho si un senador de la República, Pablo Chueca, no hubiera exigido al cabo la libertad de los detenidos. El cabo Gallegos negó cortés pero firmemente la libertad y, pese a las amenazas del senador, puso a los chinos a disposición de las autoridades correspondientes. El senador calificó de desacato la conducta del cabo y se quejó ante el Ministerio de Gobierno y exigió la interpelación del ministro. El ministro no fue a la interpelación y el senador la retiró. En las actas de las sesiones del Senado salió triunfante la verdad y la justicia valerosamente defendidas por un modesto cabo de la Guardia Civil.
Asesinato del cabo Caballero.- La mañana del 27 de julio de 1931, el cabo Víctor Caballero López pasaba por el grifo Santa rosa de la “Portada de Guía” cuando escuchó gritos dentro de la garita del negocio. El cabo se dirigió hacia el lugar y encontró que 4 salteadores habían detenido al propietario y lo estaban amordazando e inmovilizando para robarle, lo mismo que a su empleado que estaba acompañado de su mujer y de su hijo. El cabo, que se encontraba desarmado, se lanzó a detenerlos. Los maleantes ofrecieron resistencia y agredieron al cabo, pero al convencerse de la fortaleza del policía le dispararon en el abdomen, danto tiempo para la fuga de los criminales quienes se llevaron el producto del asalto. El herido fue conducido al hospital Militar donde murió.
El Día de la Policía.- Fue establecido el 21 de marzo de 1928 dando por Patrona a Santa Rosa de Lima. El objetivo era presentar a las autoridades del gobierno y al país las fuerzas de la Guardia Civil y del Cuerpo de Seguridad, en parada militar. Asimismo, celebrar una misa de campaña por los caídos en el cumplimiento del deber y realizar números de habilidad profesional ecuestre, en motocicleta, bicicleta y automóvil, a pie, con armas y con otros elementos propios de acciones militares y policiales para la captura de delincuentes y otros cometidos de la función. A la vez, el Presidente de la República debería entregar condecoraciones y premios a los jefes, oficiales y tropa que se habían distinguido en el año, en cumplimiento del deber. La primera fecha del Día de la Policía se realizó en el campo del hipódromo de Santa Beatriz y asistió el presidente Leguía. Luego de la parada y desfile de los policías, el presidente distribuyó los premios correspondientes.
Durante los años 80, y luego de la reforma policial, Santa Rosa de Lima fue designada Patrona de la PNP mediante Decreto Supremo 0027-89-IN, publicado el 18 de septiembre de 1989. Después, en 1995, la santa limeña fue condecorada con la Orden al Mérito de la Policía Nacional en el grado de Gran Cruz. Además, se le otorgó la Banda Honorífica como Generala de la Policía Nacional, en su calidad de Patrona del instituto. En el Calendario Anual de Festividades Institucionales de la Policía, se designó al 30 de agosto de cada año como “Día de Santa Rosa de Lima y de la Virtud Policial”, conforme a lo estipulado en el Decreto Supremo 0027-89 y la Resolución N° 355092 del 6 de agosto de 1992.
El uniforme.- Vistosos y elegantes fueron los primeros uniformes de la policía. El Cuerpo de Seguridad salió al servicio con uniforme de paño azul tina con rojos vivos en las mangas y en el pantalón, gorra del mismo material e iguales vivos. Este uniforme suscitó curiosidad en al gente y el mote de “huairuros” con que popularmente se llamaba a los miembros de este cuerpo. La Guardia Civil introdujo el uniforme de gala, de media gala y de diario, de finos paños y gabardina kaki: la teresiana, prenda de cabeza de antiguo modelo, con apariencia de kepís y algo de gorra; la pelliza, elegante prenda de abrigo de tipo español; guantes blancos y avellana; botas de charol y de montar, espolines, florete con empuñadura morada y sombrero de fieltro, especial prenda militar de los primeros tiempos, todo lo que revela el notable interés de la Misión Española por dignificar a la Policía.
El tránsito.- El batallón de “tráfico” fue creado en 1929 en sustitución de la policía municipal que ejercía este control en forma deficiente. Es cierto que el tráfico fue siempre un derecho y un deber de los concejos municipales pero como el problema se iba agravando cada vez más, el gobierno tuvo que convertirlo en un servicio estatal, encargando a la Guardia Civil esta nueva misión. Esta unidad inició su instrucción en la Escuela de la Guardia Civil a cargo de profesores expertos. Se seleccionó el personal dentro de los de mayor talla, buena presencia y mayor preparación.
Durante los años 50, a la entrada del jirón de la Unión, estuvo un policía moreno al cuidado del tráfico. Tenía unos brazos tan largos como las aspas de molino. Era Reynaldo Nonone Viviano. Lima jamás volvió a tener un policía de tránsito de tanto talento y elegancia. Cuentan los que lo vieron que en sus 20 años de policía, con gran elegancia y la precisión de un director de orquesta, ordenaba cotidianamente el tráfico limeño dejando contentos a conductores y viandantes. Dinámico y siempre respetuoso, nunca tuvo necesidad de emplear su revólver ni agredir verbal o físicamente a un chofer. En su honor, el `Carreta’ Jorge Perez y el `Pato’ Jorge Alvarez lo inmortalizaron en una polca que decía así: ¡Qué tráfico compadre! Nonone ya está loco, metiendo papeletas, a más ya no poder… Murió en febrero 1997. Fue el policía de tránsito más digno y respetado de nuestra historia. Hay varias fotos de él.
El asalto a un banco.- El 13 de septiembre de 1940, el Nacional City Bank of New York de Lima, sufrió un gran asalto. Los ladrones lograron extraer casi 124 mil soles. Pero el guardia Escolástico Calle Reyna de la comisaría de Cotabambas y el guardia de tránsito Matías Ramírez Salguero, que se encontraba de franco y desarmado, persiguieron tenazmente a los autores del robo, quienes se daban a la fuga en un automóvil. Los valientes policías los capturaron y recuperaron la suma robada.
Policías en los años 50
Capitán Alipio Ponce Vásquez.- Este oficial, nacido en 1906 en el distrito de San Lorenzo, provincia de Jauja, se inició como Guardia de Esquina y ascendió hasta Sargento Primero, recorriendo diversas comisarías de Lima y el Norte. Luego, fue Cadete de la Escuela de Oficiales, egresando como alférez en 1937. Al estallar el conflicto con Ecuador en 1941, Alipio Ponce, ya Teniente, fue destinado como Oficial de la Guardia Civil. Participó decididamente en la Batalla de Zarumilla, logrando notables victorias en las acciones de armas que culminaron con la toma de Quebrada Seca, Carcabón y Huabillos. Fue en la toma del puesto de Carcabón donde Alipio Ponce, el 25 de Julio de 1941, al mando de un puñado de soldados de ingeniería y policías de su destacamento, tras una acción de sólo 25 minutos, logró desalojar a las fuerzas oponentes, izando en el mástil la Bandera Nacional. Al día siguiente lanzó un sorpresivo ataque contra la posición de Huabillos, que el enemigo no pudo contener. El 11 de Setiembre de 1941, pereció heroicamente en acción de armas durante una emboscada en la Quebrada de Porotillo (Ecuador), cuando su patrulla realizaba una misión de reconocimiento. El Congreso de la República, en mérito a su heroica actuación durante dicho conflicto, lo declaró Héroe Nacional, y dispuso que sus restos reposen en la Cripta de los Héroes de la Patria (hay fotografías de Alipio Ponce y un monumento a los policías caídos en el conflicto con Ecuador en el Campo de Marte).
Alipio Ponce Vásquez
El origen de los patrulleros: la radio patrulla.- Con el nombre de Escuadrón de radio policial, esta unidad fue creada por Odría en 1949, con un total de 10 carros y el personal de oficiales, tropa y choferes necesarios para servirlos. Su primer comandante fue el teniente coronel Isaac Ingunza Apolinario. Ante los buenos resultados del “patrullaje” de estas unidades en la ciudad de lima, en 1950 se adquirieron 48 unidades móviles más, mejorando el servicio. Se estableció una central radiotécnica destinada a dirigir el servicio de los patrulleros. Tan importante fue este servicio que, durante los años 60, algunos distritos de la gran Lima adquirieron por su cuenta carros patrulleros y los cedieron al Estado.
El “rochabus”.- En el Perú hemos llamamos así a los carros rompemanifestaciones que usa la policía y que lanzan chorros de agua para su propósito. Según la tradición “oficial”, el nombre deriva de Temístocles Rocha, hacendado de Ica y ministro de Hacienda durante la dictadura de Odría. En 1956 fue presidente del Jurado Nacional de Elecciones. En ese puesto, se opuso a la inscripción de la candidatura a la presidencia de Fernando Belaunde. Muchos de partidarios del fallecido ex presidente salieron a las calles y como respuesta por primera vez se usaron estos vehículos. Tan populares, y temidos, eran estos carros que, en 1957, ya caído Odría, Guido Monteverde fundó un Semanario Político, con muchas caricaturas llamado ROCHABUS. Sin embargo, en cuanto al origen del nombre “rochabús”, hay una coincidencia etimológica, lo que a algunos les hace pensar que no sería absolutamente Temístocles Rocha el que dio origen al vocablo. Veamos. En el Diccionario de la Real Academia Española existe el verbo “rochar”, que significa “romper”, “rozar”, “limpiar”; a lo que se agrega el sustantivo “bus”, y se obtiene la palabra compuesta “rochabús”; es decir, un bus que sirve para romper o limpiar las calles atestadas de muchedumbres manifestantes. Esta coincidencia solo sirve para dar una nueva explicación a este “peruanismo” que aparece en el Diccionario Americano. Desde los años 80, a estos carros también se les conoce como “Pinochitos” ya que el cañón que usan para lanzar el agua es similar a la nariz del personaje del cuento.
El Casino de Policía.- Al entonces coronel Isaías morón Márquez le corresponde la labor de haber iniciado la fundación del Casino de Policía en 1937. Producto de cuotas de inscripción y mensualidades se compró un terreno de 17 mil metros cuadrados en la urbanización “Country Club” (hoy San Isidro), zona residencial de alta categoría con el visionario propósito de construir no solo un simple local sino un “country” con toda clase de comodidades para los policías y sus familiares. Sin embargo, el proyecto no se realizó porque, en 1945, a pesar de la oposición de la mayor parte de socios, el terreno se vendió. En 1946, el entonces general Morón, fue elegido presidente del casino cuando el ministro de Gobierno, el general Manuel Encarnación Rodríguez, había ordenado que se construya el actual edificio (avenida Wilson, casi esquina con Bolivia), mandando elaborar los planos y presupuestos por un ingeniero civil en vez de un arquitecto. La ley adjudicando el terreno fue dada en 1950, los trabajos concluyeron en 1952 y en 1953 fue inaugurado el local.
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