Los años 30: política en favor de los obreros

Durante la administración del general Benavides, se construyeron Restaurantes Populares, amplios, decorados con motivos culturales y dotados de mobiliario sólido; había vajilla de buena calidad, así como equipos de cocina, hornos y calderas de gran capacidad, todo lo cual garantizaba una buena elaboración de alimentos y una perfecta higiene. Al mismo tiempo, un personal especializado de dietistas aseguraba el suministro de menús debidamente balanceados, según lo recomendado por al bromatología. De esta manera, en los Restaurantes Populares los sectores más modestos de la población (obreros, empleados, vendedores ambulantes) tenían acceso diario a una alimentación abundante y barata. También se creó un Patronato de Desayunos Gratuitos para ofrecer a los niños una ración matinal suficiente para afrontar el desgaste de las horas de estudio. Los Restaurantes Populares estaban en:

a. El Nº 1 estaba en la calle Huaquilla (Lima), inaugurado el 8 de abril de 1934 con capacidad para atender 800 comensales.
b. El Nº 2 estaba en al avenida Francisco Pizarro (Rímac), inaugurado el 27 de julio de 1935 con capacidad para atender a800 personas.
c. El Nº 3 frente a la Plaza Manco Cápac (La Victoria), inaugurado el 8 de abril de 1936 con capacidad para atender 600 personas por turno.
d. El Nº 4 en el Paseo Garibaldi (Callao), inaugurado el 14 de diciembre de 1935, tenía 3 comedores: uno para 400 y dos para 200 comensales cada uno.

Asimismo, en 1933, el gobierno se propuso una política sistemática para construir Barrios Obreros siguiendo las más modernas técnicas urbanísticas: viviendas amplias, de material noble, bien distribuidas, con jardines y comodidades tipo chalet, agrupadas en complejos urbanos dotados de campos deportivos, piscinas, diversos servicios y medios de recreación. Los que se construyeron fueron:

a. El Barrio Obrero Modelo del Frigorífico (Callao), inaugurado el 7 de marzo de 1936. Eran 118 casas construidas sobre un área de 36 mil metros cuadrados con sistema de agua propio por medio de un pozo artesiano. Tenía una escuela para 300 alumnos; un puesto de policía; un cine para 400 espectadores y una piscina de 8×18 metros; varios parques que sumaban 8 mil metros cuadrados; un centro cívico; y un mercado de abastos, con farmacia y consultorio médico incluidos.
b. El Barrio Obrero de La Victoria tenía 60 casas en un terreno situado en als inmediaciones de la Escuela de Artes y Oficios (Hoy Politécnico José Pardo), entre los jirones Andahuaylas, García Naranjo, 28 de Julio, Obreros y el antiguo callejón de la Huerta de Mendoza. Contaba con campos deportivos, piscina, agua potable y parques.
c. El barrio Obrero del Rímac, con 44 casas en las tierras de la Huerta Samar, sobre la margen derecha del río Rímac, vecino de la Alameda de los Próceres, arteria principal de la nueva urbanización del Rímac. También tenía campos deportivos y pileta de natación, calzadas con alumbrado y jardines circundantes.


Sello postal alusivo a los barrios obreros de Lima

En 1935, el gobierno le encargó al doctor Edgardo Rebagliati, especialista en derecho laboral, la tarea de diseñar un Seguro Social Obrero sobre la base de experiencias similares en otros países. De esta manera, el 12 de agosto de 1936 se promulgó la Ley Nº 8433 que establecía el Seguro Social obrero para cubrir los riesgos de enfermedad, maternidad, invalidez, vejez y muerte.

Finalmente, la primera piedra del Hospital Obrero de Lima fue colocada el 15 de marzo de 1938. El gran hospital quedó ubicado frente a la Alameda Grau, en terrenos de la antigua Huerta de Pellejo, sobre un área de 42 mil metros cuadrados. Su capacidad fue de 542 camas: 160 de medicina general, 160 de cirugía, 150 de tuberculosis, 60 de maternidad y 12 de emergencia. No preveía salas comunes sino camas repartidas en grupos de 4 y 8, con separación individual y camas independientes para enfermos que ingresaran de noche. La obra fue inaugurada el 3 de diciembre de 1939 con asistencia del presidente Benavides, bendiciendo el acto el arzobispo de Lima, el monseñor Pedro Pascual Farfán, en medio del entusiasmo general. Un periódico describió así el acontecimiento: Desde mucho antes de la hora indicada en las respectivas invitaciones para el acto de inauguración del Policlínico, sito en la avenida Grau, se hallaba estacionado numeroso público en los alrededores del Hospital, esperando la llegada del Jefe de Estado. Comisiones de las diversas instituciones de trabajadores se hallaban presentes con sus estandartes, dando un aspecto más animado al ambiente. Además, una gran masa popular aguardaba el arribo del Presidente. Otros policlínicos para obreros se construyeron en La Oroya y en Chincha.


Vista aérea del Hospital Obrero

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