Los años 40: el gobierno de José Luis Bustamante y Rivero

José Luis Bustamante y Rivero (Arequipa 1894-Lima 1988) fue testigo, durante su gobierno, de la total inmadurez de la clase política para realizar acuerdos. A pesar de esta constatación, siempre se mantuvo respetuoso de la independencia de los poderes públicos así como de los partidos o facciones representadas en el Congreso. Esa fue su principal virtud democrática, pero también la causa del entrampamiento de su gobierno y su posterior caída.

El APRA, que dominaba en el parlamento, y el gobierno pusieron en práctica una política destinada a favorecer de manera inmediata y relativa a los grupos populares urbanos, actuando en forma casuística para captar más adeptos, pero cada agrupación por su propio lado. Sin embargo, no se implementó una política coherente capaz de modificar sustancialmente la calidad de vida de la mayoría de la población, como la universalización del voto (los analfabetos, la gran mayoría, no tenían derecho al sufragio), la reforma agraria o la aplicación de un régimen de control al capital extranjero, medidas que eran parte del plan mínimo del aprismo desde 1930.

Entre 1945 y 1948, el Poder Ejecutivo trató, a pesar de la crisis internacional derivada del fin del Segunda Guerra Mundial, incrementar el salario de los obreros y empleados -que representaba un porcentaje muy bajo de la población-, auspició el reconocimiento de algunas organizaciones sindicales, amplió la cobertura educativa y realizó una reforma universitaria. Al mismo tiempo, se subsidiaban los productos básicos del consumo popular entre otras mediadas de asistencia social. Todo esto llevó a un peligroso crecimiento del gasto público sin modificar el sistema de recaudación tributaria. Los apristas controlaban en las municipalidades la distribución de alimentos básicos descubriéndose favoritismos políticos y casos de corrupción. Todo esto deterioraba aún más la credibilidad del gobierno. De otro lado, Bustamante y Rivero mantuvo una política de control de cambios y estableció licencias para la importación, en un momento en que la crisis del mercado internacional determinaba una aparatosa caída del valor y volumen de las exportaciones mientras que las importaciones aumentaban dramáticamente. La odiosa inflación apareció y con ella se agudizaron las tensiones sociales y el reclamo del sector agro-minero exportador. El APRA, responsable en parte del populismo imperante, acusó al gobierno de ser el responsable de la crisis y originó un enfrentamiento muy peligroso contra el Ejecutivo. Bustamante y Rivero quedaba desprovisto de todo apoyo.

Como si esto fuera poco, en 1947 se produjo el asesinato del director del diario La Prensa, Francisco Graña Garland, vocero del sector exportador. El enfrentamiento se tornó ahora dramático. Los apristas eran acusados por el crimen. La Acción Nacional, que congregaba a los antiapristas, y dirigida por Pedro Beltrán y su nuevo asesor político, el ex-comunista Eudocio Ravides, provocaron el ausentismo parlamentario mientras que en el resto del país se producían huelgas, manifestaciones, tomas de tierras con la consiguiente represión política que anunciaba el quiebre del orden democrático.

El 3 de octubre de 1948, los apristas organizaron una rebelión armada de la escuadra en el Callao; poco antes había habido una sublevación antiaprista, encabezada por miembros de la Unión Revolucionaria. El Movimiento Cívico Independiente también integrado por Beltrán, dio a conocer su declaración de principios: Tanto el aprismo como el comunismo representan males igualmente peligrosos para el Perú y ambas agrupaciones llevan gérmenes de disolución y lucha de clases. Su diferencia en lo que a nuestro país se refiere solamente radica en que el comunismo no está manchado de sangre. La idea era organizar un frente principalmente contra el aprismo, a esta convocatoria se unieron la Acción Nacional, la Unión Revolucionaria, el Partido Demócrata, el Partido Social Republicano y el Partido Socialista Auténtico.

Todo esto llevó a la caída de Bustamante y Rivero. Para la oligarquía el presidente era demasiado débil para enfrentar la amenaza totalitaria del APRA. En su versión, el APRA era una secta internacional de carácter conspirativo cuyo mal disimulado propósito habría sido conquistar la totalidad del poder con el fin de establecer un régimen dictatorial de partido único. Para los apristas, el fracaso de la experiencia democrática, entre 1945 y 1948, era responsabilidad de Bustamante y Rivero quien -pese a ser elegido con votos apristas- trató de reducir permanentemente la influencia del partido y, finalmente, apoyar a la oligarquía e ilegalizar lo que era su base cierta de apoyo: el APRA; el error del APRA había sido su ciega confianza en Bustamante y Rivero. Luego de haber sido derrocado, Bustamante y Rivero declaró que la razón que llevó a la frustración de la democracia fue el bloqueo de su gobierno por parte del APRA, demagógica y hegemónica, y la oligarquía, una casta feudal y reaccionaria. Al régimen le quedaba poco tiempo de vida.

Al margen de estos entrampamientos políticos es justo mencionar que durante su gobierno, Bustamante y Rivero declaró, con gran repercusión internacional, la soberanía peruana sobre las 200 millas de mar territorial (1 de agosto de 1947). De otro lado, se construyó la Unidad Vecinal Nº3 como paso inicial para resolver el problema de la vivienda en Lima; se iniciaron los estudios y trabajos para la irrigación de los valles del Chao, Virú y Moche; se dotó de agua potable a más de 20 poblaciones; se implantó la enseñanza técnico-industrial; se terminó de construir el Hospital de Bravo Chico destinado a los enfermos de tuberculosis; se realizaron obras para ganar zonas desérticas y orientarlas a la agricultura como la irrigación de 1,700 kilómetros en las Pampas de Ensenada y Mejía (provincia de Islay en Arequipa); finalmente, se crearon la Corporación Nacional de Turismo y la Empresa Petrolera Fiscal.


José Luis Bustamante y Rivero

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Comentarios

  1. Luis Miguel escribió:

    Hola Juan Luis, buen artículo, constituye parte de la Historia crítica, y también se podría decir ejercicio del juicio crítico en la Historia del Perú, la verdad de estos hechos hay que enseñarles a los alumnos desde la Educación Secundaria.

  2. MICHAEL JACSON MOLLO OLGADO escribió:

    el fracaso de Bustamante de tener un gobierno democrático. hizo de que el parlamento dominado por el APRA se oponga y forme una rivalidad.

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