Recientes estudios, principalmente sobre la sierra central, nos revelan que los campesinos indígenas adoptaron una actitud nacionalista y consecuente frente a la guerra. Esto lo escribimos pues hubo historiadores, principalmente de finales del siglo XIX y comienzos del XX, que sostuvieron que los culpables de la derrota fueron los indígenas porque no tenían sentido de patria.
Según esa perspectiva, los indios aprovecharon la guerra para enfrentarse a los blancos, indistintamente de que fuesen peruanos o chilenos. Es más, se afirmó que durante la guerra se originó un enfrentamiento de todos contra todos: chinos contra negros, indios contra blancos, cholos contra todos los demás, etc. Esta versión tuvo acogida pues tenía una historia muy larga. Un testimonio de Ricardo Palma, dos semanas después de la derrotas en San Juan y Miraflores, en una carta dirigida a Piérola, decía que los culpables del triunfo chileno eran los indígenas por su falta de patriotismo.
A diferencia de lo que se pensaba antes, ahora se sabe que los campesinos indígenas del valle del Mantaro, por ejemplo, continuaron peleando incluso cuando los hacendados ya habían pactado con los invasores, y que en un determinado momento, estos hacendados llegaron a aliarse con los chilenos para combatir a las fuerzas de Cáceres. Recordemos que en sus “Memorias”, el jefe de la Campaña de la Breña menciona que algunos peruanos sirvieron como guías en el ejército chileno durante la etapa final de la Resistencia, Incluso, luego de la derrota en Huamachuco, colaboraron en el “repase” de los heridos.
A partir de esta perspectiva, el historiador Nelson Manrique distingue cinco momentos distintos en el comportamiento del campesinado indígena a lo largo de la Guerra con Chile:
1º Cuando se declara la guerra, los indios vieron el conflicto como cualquier otro que vieron anteriormente. Recordemos que desde la Independencia los indios eran movilizados por cualquier caudillo militar en favor de su campaña para conquistar el poder. Ahora, en 1879, se enrolan como antes, y no sintieron mayor diferencia.
2º Pero esto empezó a cambiar durante la Campaña de Lima. Piérola tuvo que llamar, para defender la capital, a muchos terratenientes de la sierra que formaron batallones con los indios de sus haciendas. Entonces, llegan a Lima batallones completos que tienen como oficial al hacendado o gamonal y como soldados a los peones de las haciendas. Por ello, en enero de 1881, ya se ve un tipo de lealtad en la conciencia campesina.
3º En esta etapa, las tropas chilenas invaden la sierra central y ocurren hechos que influyen decisivamente en el campesinado. Es importante señalar que en esta zona lo dominante eran las comunidades campesinas libres. Por lo tanto, los indios son pequeños propietarios o campesinos dependientes que son golpeados. Los invasores les quitan el ganado y violan a sus mujeres.
Esto produce una respuesta masiva y Cáceres lo que hace es darle una dirección militar. Esa fue la esencia de la Campaña de la Breña. Entonces, en este tercer momento, se desarrolla una conciencia nacional antichilena radical, es decir, un nacionalismo que surge no tanto porque la situación de un blanco y de un indio sea similar en esta época en el Perú, sino porque un chileno es más diferente y hay mayores diferencias con el enemigo.
4º Esta etapa corresponde a la actitud de los terratenientes que abandonan la lucha y deciden colaborar con los chilenos pagándoles cupos de guerra para no ver destruidas sus haciendas. Es entonces que hay una movilización contra los terratenientes desencadenada por Cáceres, que los indios no la ven como antiterrateniente sino como nacionalista. Los atacan no porque sean terratenientes, sino porque los consideraban “traidores”.
5º Al final de la guerra, Cáceres decide romper su alianza con los campesinos. El “Héroe de la Breña” entiende que la guerra ha terminado y trata de disputar con Miguel Iglesias la presidencia. Ya los campesinos no le son necesarios. Lo que requiere para llegar el poder es ganarse el apoyo de los terratenientes, ya no de los indios. Ahora los gamonales presentan algunas reivindicaciones básicas en ese momento: uno, el desarme de los campesinos; y dos, la recuperación de las haciendas invadidas. Desde este momento, la conciencia del campesinado se va a convertir en antiterrateniente.
Andrés A. Cáceres, lídel de la Campaña de la Breña
Que respetable el general Caceres, aunque no tenia por donde ganar, el resto llora como mujeres lo que no supieron defender como hombres.
Soy chileno pero me saco el sombrero por el caballeroso Grau, (que era cuñado del marino chileno Oscar Viel), y el valiente Caceres. Honor a los que lo merecen !