Las islas de Chincha forman un archipiélago compuesto por tres islas guaneras y numerosos islotes al sur de Lima. Su ubicación exacta es 13 grados 38.3 minutos Latitud Sur y 76 grados 24.0 minutos Longitud Oeste, a 11 millas al noroeste del puerto de Pisco. Estas islas forman, en cierta manera, una defensa natural, por ese lado del mar, a la bahía de Paracas. A cada una se les conoce con los siguientes nombres: del Norte, del Centro y del Sur, de acuerdo al lugar que ocupan en la línea que forman.
Sus nombres en quechua serían, según algunos documentos coloniales, Urpayguachaca, Quillayraca y Churuyoc. Según María Rowstowroski, los antiguos peruanos tenían una mágica devoción por las islas guaneras, las cuales eran utilizadas como cementerios para sepultar los cuerpos de personajes notables y doncellas de la nobleza. Se han encontrado, por ejemplo, objetos de arte Mochica en estas islas, a cientos de kilómetros al sur de lo que fue el centro del territorio Mochica-Chimú.
Las islas tienen un color blanquecino debido a la gran cantidad de guano que depositan las aves marinas que habitan en su superficie. Sus acantilados son rocosos, con grandes cuevas erosionadas por el mar, a lo largo de su contorno, y se caracteriza por sus numerosos roqueríos, algunos de ellos sumergidos y otros a flor de agua. Históricamente, son las más productivas porque están muy densamente pobladas por guanayes, y, en menor número, por alcatraces y piqueros.
En 1853 existieron, tan solo en Chincha Norte, alrededor de 4 millones de toneladas de guano con acumulaciones de hasta 30 metros de altura. El guano de las Chincha es, además, el más rico pues alcanza, con frecuencia, contenidos de 15% y hasta 16% de nitrógeno. Esto se debe a que las condicione meteorológicas favorecen el rápido desecamiento del guano y así no pierde el nitrógeno.
Según los hallazgos arqueológicos, los primeros seres humanos que explotaron el guano de las islas de Chincha fueron los agricultores de los pueblos Nazca y Mochica durante el Primer Intermedio (o Intermedio Temprano), entre los siglos I y V de nuestra era. Algunos restos de varias culturas sucesivas (Chincha y Chimú, por ejemplo) encontrados en las islas, y la ausencia de objetos procedentes de otras culturas, indican que no en todas las épocas y no todos los pueblos conocieron o usaron el guano como fertilizante. Luego, durante la época inca, se conocieron las bondades del guano como lo demuestra el hecho de estar prohibido visitar las islas en tiempos del celo de las aves. Cronistas como Pedro Cieza de León, José de Acosta y Agustín de Zárate dan cuenta que durante el Tawantinsuyo, las islas guaneras estaban divididas entre las diversos valles y cada uno de ellos recogía el abono del islote o la parte del islote que le correspondía, para distribuirlo después entre sus agricultores. Cabe suponer, entonces, que el guano de las Chincha alimentaba a los sembríos de la costa central del Perú actual.
Luego de la conquista, se siguió sacando y empleando guano; sin embargo, nunca se pensó en su exportación. Su uso era doméstico y la explotación se hacía en pequeña escala, y quizá no hubiera más de 12 embarcaciones pequeñas que visitaran por año las islas de Chincha en los siglos XVII y XVII. Incluso, los viajeros del siglo XVIII decían que, en los valles de Ica, el abono, por ser tan fuerte en nitratos, debía ser mezclado con arena para no “quemar” las plantas. En la década de 1820, se vendían, dentro del país, por lo menos 1.700 toneladas anuales.
Hasta el siglo XIX, en ningún momento se pensó que el guano podía exportarse hasta que Alexander von Humboldt envió muestras del estiércol a los laboratorios alemanes (1802). También llegaron muestras a Estados Unidos (1824) y Francia (1832). Luego, en 1840, Justus von Liebig, padre de la química agrícola, reconoció el alto valor del guano como fertilizante al comprobar su gran contenido en nitratos y fosfatos; otro químico, el francés Alejandro Cochet, encontró que el guano contenía amoniaco, ácido úrico y subcarbonato de sodio. El británico Thomas Way, consultor de la Real Sociedad de Agricultura de Londres, lo recomendó como abono y calculó su precio en 32 libras por tonelada.
De esta manera, Europa se interesó por su compra y el guano de las islas fue reemplazando, lentamente, al estiércol del ganado o de los caballos que era utilizado desde la Edad Media como abono. En 1841, el buque “Bonanza” envió el primer cargamento a Inglaterra, y poco después fue necesario despachar 22 barcos más no solo a Inglaterra sino también a Francia, Alemania y Bélgica con más de 6 toneladas de registro. Hasta 1849, el precio del guano en el mercado de Londres osciló entre 25 y 28 libras por tonelada. A partir de 1850, el precio promedio fue de 18 libras hasta producirse su descenso durante la década de 1860 cuando entró al mercado el fertilizante químico (artificial). Inicialmente, el guano se extraía de las islas de Chincha en forma gratuita; disposiciones legales de 1830 así lo establecían. Pero cuando hacia 1840 el estado se dio cuenta de lo rentable que era para su exportación, tomó posesión del recurso y reglamentó su extracción.
Fotografía de las islas de Chincha en el siglo XIX (colección Cisneros Sánchez)
SON MUY BUENAS LAS INFORMACIONES QUE NOS BRINDAN
me gusto este articulo
es bueno nunca habia leido
ESTIMADOS SEÑORES
AGRADECERIA MUCHO ME PUEDAN PROPORCIONAR ALGUNAS FOTOS DEL ANTIGUO MERCANTE "CHINCHA"
ALLI TRABAJO MI PADRE DE JOVEN
Me encanta el articulo, gracias por el aporte.
M.V. RAUL LUYO SANCHEZ
Es una isla por su historial muy importante tanto por la poblacion de aves guaneras como por la produccion del guano; sin embargo las aves marinas estan expuestas a una invasion de ectoparasitos (garrapatas, acaros y piojos) que vienen diesmando la poblacion de aves principalmente los pichones(crias) por lo que es necesario realizar estudios para su control.
saludos cordiales
BUENISIMAS LAS INFORMACIONES PERO EL PERÚ NO SUPO APROVECHAR ESTE RECURSO YA QUE EL PRECIO DEL FERTILIZANTE NO ERA EL ADECUADO .Y QUE PENA QUE PAÍSES TRANSNACIONALES SE APROVECHEN DE NUESTROS RECURSO Y NOSOTROS NO HACEMOS NADA POR DEFENDERLOS..
Es una pena que este abono solo se comercialice a nivel de comunidades y sin embargo al extranjero se lo vende libremente perjudicando de esta manera al agricultor nacional propiciando ademas la corrupcion por la venta de estre producto a comerciantes que despues lo venden totalmente adulterado.
La comercializacion de este producto debe ser libre dentro del territorio nacional.
De donde sacaste estos informaciones? De cual libro? Estoy haciendo un trabajo sobre guano antes de colonización.
esta muy bueno
Otro artículo sobre las mismas islas:
http://www.navegar-es-preci…
saludos