Antes de que empezara la expansión urbana de nuestra capital, cuando aún estaban las murallas, en los “extramuros” de Lima había una infinidad de propiedades rurales entre haciendas, fundos, chacras, establos y huertas. Sin exagerar, unas 800 que, a “grosso modo”, representaban unas 8 mil hectáreas de cultivo entre los valles del Chillón, del Rímac y de Lurín. Esa era la verdadera “despensa” de Lima. Cuando la ciudad empieza su expansión, ya en el siglo XX, todas aquellas propiedades fueron desapareciendo, absorbidas por el cemento, símbolo de la “modernidad”, y Lima empezó a depender del abastecimiento de otras “despensas” como la sierra central, el “Sur chico” o el “Norte chico”.
La mayoría de limeños no sabe que muchos de los distritos, barrios o zonas residenciales de la actual Lima conservan el nombre de algunos de aquellos fundos y haciendas. Así, hacia en Norte del “Cercado” teníamos Carabayllo, Bocanegra, Oquendo, Maranga, Pando, Orbea, Cueva, Chacra Colorada, Chacra Ríos; por el Sur, Santa Beatriz, Lince, Lobatón, Risso, Barboncito, San Isidro, Orrantia, San Borja, Limatambo, Surquillo, Higuereta, La Calera, San Juan de Villa; por el Este, Camacho, Chacarilla del Estanque, Monterrico Grande, Monterrico Chico, La Molina, Mayorazgo, etc.
Por ejemplo, la hacienda San Borja, en el siglo XVIII, pertenecía a la Compañía de Jesús; Chacarilla de Santa Cruz (fue de los dominicos y ya no queda casa-hacienda); Surquillo (de los mercedarios y no hay casa-hacienda); San Borja (de los jesuitas y luego de los condes de Casa Dávalos, amén de otras muchas manos en tiempos republicanos); Orrantia (de la familia del mismo nombre); Breña (de los Labiano y luego de los de Reyna y Arriz, los Nosiglia, etc.); Lobatón (de los Jiménez de Lobatón, hoy parte de Lince); Santa Beatriz (de los marqueses de Torre Tagle, luego de los Ortiz de Zevallos y luego de varios propietarios más); etc.
Actualmente, en el perímetro de Lima metropolitana, podemos observar muy pocas de las casas-hacienda de origen colonial o republicano. Prácticamente, son cinco: San Isidro, Orbea, Cueva, Monterrico Grande, Barboncito e Higuereta; todas, evidentemente, han sufrido transformaciones o, en todo caso, solo podemos observar fragmentos de las construcciones originales.
Antes de mencionar los ejemplos que vemos en Lima metropolitana, debemos decir que la casa hacienda no fue únicamente residencia de sus propietarios sino hasta tiempos recientes. En realidad, ella era una suerte de centro hacia el cual convergían todas lasa actividades de la finca –e, incluso, en ciertos casos, las de la comarca entera-, desde las propiamente económicas hasta las sociales, culturales y religiosas. Es por ello que tenía grandes dimensiones y los espacios que la componen son muy diversos. La casa hacienda, entonces, fue construida para controlar ese microcosmos sencillo en apariencia, pero complejo por los intereses, mentalidades y jerarquías que lo habitaban., y ese hecho se refleja en cada uno de sus aspectos.
Esto lo demuestra, por ejemplo, su ubicación. Debía ser en un lugar dominante, sea éste una colina, una huaca o la entrada al territorio de la hacienda. Naturalmente, la ubicación de la casa se determinaba por otros factores. Entre ellos, el más importante era el abastecimiento de agua. Esta podía venir de un manantial o de un pozo o llegar a través de una canalización.
Para el historiador José A. de la Puente Candamo, estas eran las características de la casa-hacienda limeña: Generalmente de dos plantas, de adobe y “quincha”, con techos altos, roble, cedro, caoba, luma, entre las maderas; patios en contorno; colca, establo, corrales, gallineros. Igualmente, vivienda para los trabajadores y “Oratorio” (citado de José A. de la Puente Candamo, Magdalena Vieja: recuerdos de una larga historia. Lima, 1986, p. 102).
A partir de hoy, iniciaremos un recorrido por las casas-hacienda de Lima, cuyos restos aún podemos encontrar en el perímetro metropolitano; cada día hablaremos de una de ellas. Debo agradecer la gentil ayuda de Eduardo Martín Recoba, gran estudioso y apasionado del tema; asimismo, mucha de esta información fue prorcionada al programa “A la vuelta de la esquina” (Canal 6), del cual soy asesor histórico.
He leido con atención todas las entrega de las Haciendas en Lima. Realmente un tema apasionante para mi. Felicito al Sr. Orrego quien ha tenido la gentileza de compartir sus conocimientos con el público.
Se esta olvidando de la casa hacienda garagay en los olivos y de la de san juan en santiago de surco.
tambien existen aun las capillas de la hacienda pro en los olivos y de la de (creo yo) maranga en san miguel.
ah y la verdad es que no se que clase de tipo de edificacion sea pero en la colonial antes de llegar a dos de mayo tambien hay una casona.
felcito, agradezco y reconozco el trabajo suyo y del señor Recoba
antes que comentar me gustaría hacerle algunas preguntas elementales que pueden servir para desasnarme un poco en estos temas
– Cuando se construyó y para que sirvió -en todo sentido- la muralla de Lima
– Los fundos rústicos de San Isidro y San José de Huatica o Miraflores, se asentaron en la región precolombina de Huatica, que en lengua indígena significa:"Ciudad del Mal Espíritu" donde se había establecido el Señorío de los Huallas que tuvo como cacique a Puglia Caxa. La zona de San Isidro tiene esta huaca cuyo perfil me parece "demasiado" reconstruido o más bien producto de una recreación màs que una restauración (como ocurre en Pachacamac y Chan Chan) y he sabido de muchos casos de vecinos que encuentran restos y huacos apenas cavan en sus jardine, ¿Era esta zona un gran cementerio? Fueron los españoles los que trajeron los olivares. ¿Qué se cultivaba ahí? ¡¿Por quée stuvieron abandonados estos sitios histórticos desde el siglo XV o sea desde los Incas?
Mil diculpas por elñ abuso de confianza.
Muy buen Blog, felicitaciones.
Estoy buscando informacion sobre las hacienda del Valle de Bocanegra Siglo XIX,particularmente la de san Agustin
En esta hacienda existe una casa hacienda.
Cualquier informacion favor de escribir al e-mail: palenqueregionalcallao@yahoo.es o llamar al 985430979
Gracias anticipadas
Jaun Rivera
Me enogullece leer todo estos relatos-comentarios de loque era nuestra Lima de antaño, saber-conocer como era la vida, forma y/o estructura de nuestra Lima. Sería importante hacer relatos animados de todos estos pasajes de nuestra historia Virreynal y loque se esconde detras de estos relatos de corte historico-cultural. Si se tiene al canal 6 para transmitir todos estos hechos de nuestra historia. Por ejemplo las conexiones subterraneas que exitían o existe entre las Iglesias de nuestra Lima? Sería un tema interesante.
Primero felicitarlo, por el valioso aporte que realiza al moestrar sus trabajos y otros tantos importantes. Yo tengo una interrogante: ¿Hay una investigación profunda de cada una de las haciendas en Lima? ¿Quienes son los especialistas en dicho Tema?
Por otro lado, queria informale que soy un egresado de la especialidad de Historia de la Fac. de humanidades de la Universidad Nacional Federico Villarreal, y estoy investigando acerca de la Historia del distrito de san juan de Miraflores. Mis pregruntas realizadas apuntan a lograr tener información acerca de la Casa Hacienda San Juan.
Le agradeceria respondiera a mi consulta.
Atte.
Carlos López.
Felicitaciones, pues nos da una información que ya parecía perdida y que no encontramos en ninguna parte, la misma que se complementa visualmente con el programa A la Vuelta de la Esquina.
Quisiera que averigüe el nombre de la casona que estaba localizada en la esquina de la Av. Naciones Unidas con Prolongación Arica, donde actualmente funciona el Colegio Santa Isabel de Hungría. Yo recuerdo que la casona estaba en lo alto de una colina y fue destruida para modernizar dicho colegio alrededor de 1964-1966. Era una bella casona y se decía que allí moró alguna vez Simón Bolívar.
Ojalá encuentren algún dato. Gracias
Juan Luis, la casa hacienda limeña tiene referente en el angitüo cortijo español y éste encuentra su matriz histórica en las villa romanas coloniales de Hispania, las Galias y Britania.
Austera nunca, lujosa siempre, la casa hacienda tuvo en Lima peculiaridades que la identifican como única en el Nuevo Continente.
La construcción superpuesta en las huacas y adoratorios pre incas e incas, fue una de ellas: las doctrinas administradas por las órdenes religiosas, proto propietarias del campo limeño les dieron a las haciendas un patrón distinto al resto de América. Ejemplo de esta imposición lo podemos ver en Cueva o Barboncito. Luego están los "miradores" que albergaban las casas, sobretodo las que estaban adyacentes al camino real de La Legua o Callao como Maranga, prueba del espíritu comerciante de los hacendados limeños; muchos de lo miradores pues, tenían una razón de ser: servían como atalayas para observar las naves que aproaban al Callao, muchas de ellas fletadas por los hacendados-comerciantes para el comercio de ultramar.
Por lo demás, el conjunto arquitectónico era familiar: casa-hacienda de una o dos plantas, patio, salones, capilla familiar, patio de "homenaje", jardines interiores y exteriores (huertas), biblioteca, oficina, solarios, cocina y matadero; periferia con galpones para la cuadra de caballos, ya sea de tiro o de silla (caballar y mular) y ranchería de esclavos con mamparas, cepo y calabozo tratando de que estas rancherías den a contra viento para así evitar el "olor cutáneo" de los guineos o mandingos; galpones de acopio y descarga, así evitaban al hacendado o administrador ensillar e ir al campo en comisión de control; demás instalaciones como el cuarto del administrador, barbería y sangrería, enfermería, escuelita (en pocos casos) y otras edificaciones (silos, bramadero para enfrenar y domar potros, picaderos, tentaderos de reses bravas, redondel de gallos, corrales de ganado menor y pozo séptico).
El conjunto de la casa era pues un terraplén, con arquería que menospreciaba e intimidaba al visitante, peón o esclavo; por estar edificada en desnivel se accedía al recibidor a través de una doble puerta al recibidor, previamente unida por una doble escalera o rampa; este recibidor era un área bien ventilada e iluminada.
El camino de acceso era no menos rústico y era por lo común una prolongación del camino real de la hacienda, flanqueado por una avenida de árboles rústicos; y por lo general compuesto por una espadaña, suerte de portal coronado con el escudo de armas de la casa familiar del hacendado, campanas que anunciaban el ángelus y efigies del santo o santa patrona de la hacienda.
Del estilo se podría decir que primaba el barroco o neo clásico, el primero sobretodo en las haciendas jesuitas del valle limeño. De los materiales: quincha y barro; y en muy pocos casos el calicanto o ladrillo con argamasa de huevo y guano de patillo.
De esto se puede decir ligeramente de la casa hacienda limeña y sus composturas.
Mil gracias Juan Luis.
Me parece interesante conocer parte de nuestra historia, puesto que son legados que se nos han dejado, y nos dan una visión de nuestro pasado, me gustaria saber sobre, las haciendas que hubieron en el distrito de San Juan de Lurigancho y como se llamaban los propietarios en aquel entonces.
Le agradeceria de antemano, si me pudiera decir en que material bibliográfico, pudiera encontrar esos datos.
Gracias Anticipadas Teresa
Ca encontrae un video donde se ve mucho de costumbres peruanas…saludos
http://www.youtube.com/watc…
l
a hacienda pro perteneció a mediados del siglo XIX a los pro porras y los pro colmenares. Hoy
día se levanta una nueva urbanización que lleva su nombre y lo único que se conserva es su capilla.Hasta los años 70 se podía visitar dicha hacienda
Me alegro saber que existe gente interesada en el tema mis felicitaciones.Con respecto a la casa hacienda Pro puedo señalar que hasta los primeros años de los 80 se podía apreciar por lo menos externamente casi ìntegra, incluso me recuerdo que existìa una laguna(no sè si era natural o artificial) al pie del cerro Pro,sin embargo a inicios de los 90 se produjo la invasiòn de toda esta zona agrìcola afentádola enormemente.
Me gustaría intercambiar información.
La hacienda Santa Cruz Chacarilla ubicada en San Isidro y Miraflores actuales, fue adquirida por la familia Gutiérrez a los Bielich alrededor de 1924 o 1925. Se urbanizó la zona y dicen que también se tapó un río o ramal de río y que por ello es que esa zona es tan húmeda. Se benefició con estas urbanizaciones a la educación nacional promovida por el general Odría y su ministro de educación el general Mendoza al ceder 58000 metros cuadrados para el colegio Agustín Gutiérrez ahora Alfonso Ugarte.