Entrevista en Radio Exitosa (por Nicolás Lúcar) sobre el voto preferencial, la democracia interna y el financiamiento de los partidos y campañas electorales

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Nicolás Lúcar, en su programa de Radio Exitosa del 13 de agosto pasado, entrevistó a Carlo Magno Salcedo, experto en temas electorales y ex funcionario electoral, y a Wilbert Bendezú, dirigente aprista y autor del libro “El incorregible voto preferencial, los partidos y la reforma política en el Perú”, y para tratar sobre el voto preferencial, la democracia interna y el financiamiento de los partidos y las campañas electorales. Reseñamos y reproducimos la entrevista.

Nicolás Lúcar recuerda que cuando Víctor Raúl Haya de la Torre promulgó la Constitución [de 1979], señaló su oposición al voto preferencial. Asimismo, tras recordar la representatividad, la calidad y el nivel que tenía la Asamblea Constituyente [que elaboró la Constitución de 1979], se pregunta a quién representa la gente que está en el actual Congreso y cuáles son sus ideas, sugiriendo su mediocridad, salvo algunas pocas excepciones. Al respecto Bendezú comenta que Haya de la Torre creía que el voto preferencial tenía el objetivo perverso de dividir a los partidos y destruir a las cúpulas partidarias; y señala también que es por culpa del voto preferencial que al Congreso puede llegar gente sin ninguna preparación. Por tanto, propone su supresión, pero que al mismo tiempo se debe establecer un mecanismo que garantice una democracia interna en los partidos.

Por su parte, Salcedo refiere que hay diversas miradas sobre el tema, y que en su momento el voto preferencial fue una alternativa frente al autoritarismo y al manejo cupular de los partidos. En el momento actual, los partidos son instituciones que no ejercen la democracia en su interior; y el hecho que haya malos representantes no es culpa del voto preferencial, sino de que los partidos ponen en sus listas de candidatos a personas sin trayectoria partidaria, que no son cuadros políticos, pero que gracias a los “aportes” económicos que realizan son incluidos en tales listas.

Frente a ello Salcedo propone cambiar la forma cómo se genera la representación política con tres elementos fundamentales que deben ser indesligables. Primero, suprimir el voto preferencial porque los perjuicios que ha generado son menores que sus beneficios; segundo, se debe hacer una reforma radical en la forma cómo los partidos políticos escogen a sus candidatos y dirigentes, estableciendo un modelo de elecciones primarias abiertas como en Argentina, Uruguay o Chile y como es la tendencia en América Latina, de que los ciudadanos elijan entre los mejores cuadros de los partidos; tercero, se debe establecer un financiamiento exclusivamente público tanto de los partidos como de las campañas electorales, ya que a través del financiamiento privado está entrando mucho dinero ilícito en la política.

Lúcar acota al respecto que no es problema que dinero ilícito entre a la política, sino el mecanismo perverso de que los aportantes a las campañas electorales luego se la cobran con obras. Ante ello Salcedo señala que hay que cortar esa relación entre el dinero o poder económico, legal o ilegal, y la política; y que eso que se ve como un gasto [el financiamiento exclusivamente público de las campañas electorales y de la política], es en verdad una inversión, ya que con esa media el Estado se va a ahorrar lo que las autoridades no van a tener que “devolver” en favores.

Entonces, concluye Salcedo, ese paquete de tres medidas: democracia partidaria radical, financiamiento público total de la política y supresión del voto preferencial, es lo que el Congreso tendría que aprobar; y ya que el presidente del Congreso ha ofrecido que impulsará la reforma, es en ese paquete que se deberían enfocar todos los esfuerzos.

A su turno, Bendezú reconoce que, en algún momento, el voto preferencial cumplió un rol democratizador, pero que con el tiempo se fue distorsionando con el uso de dinero mal habido; por ello, señala, es fundamental eliminar el voto preferencial, pero que se le debe sustituir con las elecciones primarias para garantizar la democracia interna en los partidos. En ello, expresa su total conformidad con lo señalado por Salcedo. Sobre el financiamiento público Bendezú señala que se debe hacer efectivo lo que la ley vigente ya establece.

Asimismo, el dirigente aprista considera que la Ley de Partidos Políticos promueve el surgimiento de movimientos regionales, en desmedro de los partidos nacionales. Lúcar comenta al respecto que la gente no está contenta con los partidos existentes, lo que ha generado el surgimiento de outsiders y de movimientos regionales que están cubriendo el espacio que los partidos han dejado.

Por su parte Salcedo señala que los movimientos solo han llenado el espacio que dejaron los partidos, y eso no es culpa de una ley. Ya los partidos habían dejado de ser relevantes desde el Fujimorismo. Ciertamente, la ley es perfectible y los movimientos regionales deberían ser considerados como partidos regionales, con los mismos requisitos y exigencias que un partido nacional.

De otro lado, Salcedo expresa su escepticismo respecto de la posibilidad que el Congreso vaya a aprobar dicha reforma. No obstante, señala que la Ley de Partidos Políticos vigente, en su artículo 24º, prevé la posibilidad de hacer elecciones primarias abiertas, que los partidos podrían emplear si deciden hacerlo, para lo cual pueden pedir la asistencia de la ONPE. Salcedo le precisa a Bendezú que los resultados de esas elecciones serían vinculantes.

Bendezú propone que una forma de consolidar la democracia interna es encargándole a la ONPE su realización, lo que hará que la militancia vuelva a tener confianza en sus dirigentes.

Lúcar señala que los partidos son clubes electorales y que no están donde están los conflictos sociales; asimismo, hace hincapié en que ya falta muy poco tiempo para hacer una reforma como la que se ha propuesto. Sobre el particular, Salcedo señala que, considerando que cualquier reforma habría que hacerla antes del inicio del plazo legal de las internas partidarias (13 de octubre), el Congreso se debería concentrar en estos temas, si de verdad quiere agarrar el toro por las astas.

Si no hay tiempo para hacer la reforma, Salcedo hace un llamado a todos partidos, como el Partido Aprista que ya ha tenido alguna experiencia, para que pidan a los organismos electorales que se haga un proceso de elecciones primarias abiertas. Bendezú respalda esta iniciativa y señala que los partidos deberían comprometerse a ello.

Este es el audio completo de la entrevista:

PASO

Las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) de Argentina, son un buen ejemplo de las primarias que deberían realizarse en el Perú.

 

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