Las vicisitudes del voto preferencial y la democracia interna en los partidos políticos en el Perú

Reproduzco el siguiente artículo publicado en Panorama Hemisférico, Año II, N.º 17, octubre de 2008, pp. 6-7.

Las vicisitudes del voto preferencial y la democracia interna en los partidos políticos en el Perú

Portada de Panorama Hemisférico, N.º 17

Luces y sombras del voto preferencial

En junio de 1978, el dictador Francisco Morales Bermúdez convocó a la Asamblea Constituyente que iniciaría nuestra penúltima transición a la democracia. Una de las novedades en la elección de los 100 constituyentes que deberían integrarla fue el sistema de lista cerrada pero no bloqueada, que en el Perú se conoce mejor con el nombre de voto preferencial. Desde entonces, dicho sistema ha regido en todas las elecciones parlamentarias.

Como se sabe, bajo el sistema de voto preferencial los partidos confeccionan sus listas de candidatos de acuerdo a sus procedimientos internos, sin embargo, los electores tienen la opción de escoger, entre los miembros de la lista presentada por el partido, al candidato de su preferencia; con lo que el orden de ubicación de los candidatos dentro de la lista puede ser modificado. Así, el voto preferencial es más democrático ya que permite que los ciudadanos tengan un mayor nivel de decisión respecto a la conformación final del parlamento.

Bajo esa premisa, el voto preferencial se instauró en el Perú con el objeto de democratizar a los partidos políticos, que se caracterizaban por ser cerrados, y abrirlos a la decisión de los ciudadanos. Como señala Julio Cotler, un partido es cerrado cuando asume un carácter patrimonial debido a que los jefes o las camarillas actúan como propietarios del mismo y lo deciden todo, sin la participación decisiva de las bases.

Como sostiene Sinesio López, el voto preferencial tuvo éxito en cumplir el objetivo de abrir los partidos a la decisión de los ciudadanos, ya que un importante porcentaje de los electores lo ha utilizado y el número de parlamentarios que debe su puesto al voto preferencial es relativamente alto. Asimismo, en los últimos tiempos dicho mecanismo ha sido un factor decisivo en la ampliación de la participación política de las mujeres. Debido a los beneficios concretos que los ciudadanos han percibido al ejercer el voto preferencial, éste puede ser considerado, en palabras de Carlos Reyna, como la profundización del derecho ciudadano de elegir representantes ante el Congreso.

Sin embargo, junto con sus efectos positivos, el voto preferencial ha tenido consecuencias no deseables que han terminado afectando a la organización de los partidos. Por ejemplo, con esta modalidad de votación la competencia electoral, en lugar de darse entre los partidos, se exacerba entre los candidatos de la propia lista, generando una lucha al interior de cada partido tan intensa y competitiva que, como señala Fernando Tuesta, tiende a convertirse en fratricida. Asimismo, el voto preferencial debilita la lealtad de los representantes con el partido que los postula, ya que aquellos asumen que su puesto se lo deben a los votos que han obtenido individualmente y no a los del partido.

Por lo señalado y existiendo consenso en que se requiere fortalecer a los partidos políticos, los mismos que no terminan de superar la grave crisis de representación que se evidenció a fines de la década de 1980 y que explica la emergencia de líderes out siders como Alberto Fujimori, se ha planteado como una reforma muy necesaria la eliminación del voto preferencial.

La democracia interna en los partidos políticos: un deseo más que una realidad

En noviembre de 2003 se publicó la Ley de Partidos Políticos, Ley N.º 28094. Por primera vez en su historia el Perú contaba con una ley específica en esta materia. Antes, la regulación sobre las organizaciones políticas comprendía unos pocos artículos de la Ley Orgánica de Elecciones, o de la ley electoral general vigente en su momento, que trataban sobre todo de los requisitos para la inscripción de dichas organizaciones en el Registro de Partidos Políticos. Tales requisitos eran bastante simples y se centraban fundamentalmente en obtener un número determinado de firmas de ciudadanos que respaldaban la solicitud de inscripción del partido político.

La Ley de Partidos Políticos, en cambio, tuvo cuatro objetivos fundamentales:

Fuente: Panorama Hemisférico, N.º 17

1. Ante la proliferación de “partidos fantasmas”, que no tienen una vida orgánica permanente y que únicamente se activan en época electoral, la ley pretendió institucionalizar a los partidos políticos, estableciendo requisitos más exigentes para que se puedan inscribir en el Registro de Partidos Políticos.

2. Ante la evidencia de la subsistencia de una cultura antidemocrática al interior de los partidos, en los cuales los caudillos o camarillas seguían decidiendo sin ningún control sobre la conformación de las listas de candidatos, la ley pretendió democratizar su vida interna, estableciendo la obligatoriedad de que los procesos de selección de candidatos y de dirigencias partidarias estén sometidos a determinadas normas de elección democrática.

3. Ante la falta de control de las finanzas partidarias y de los gastos de campaña, la ley pretendió establecer límites al financiamiento privado y mecanismos de supervisión de la actividad económica financiera de los partidos.

4. Ante la inequidad en la competencia electoral, la norma estableció algunas normas destinadas a regular y limitar la publicidad electoral en los medios de comunicación.

A cinco años de vigencia de la Ley de Partidos Políticos, es posible constatar que ninguno de los cuatro objetivos ha podido ser alcanzado en la medida deseable. Y ello obedece, en gran parte, a que la ley no ha establecido los mecanismos más idóneos para poder alcanzar tales objetivos.

En lo que se refiere al objetivo de la democratización, los partidos políticos han mantenido sus prácticas tradicionales que no garantizan que en sus procesos electorales internos se respete verdaderamente la voluntad de los militantes, la transparencia y la igualdad. En la mayoría de los casos, como ocurría hacia fines de la década de 1970, los partidos políticos se mantienen cerrados y sus jefes o camarillas siguen teniendo un peso desproporcionado al confeccionar las listas de candidatos o al designar a las dirigencias partidarias.

Tal situación contribuye a la progresiva degradación de la calidad promedio de los representantes que acceden a los órganos de poder, ya que estas organizaciones no se constituyen en un filtro adecuado para seleccionar a los mejores ciudadanos para postularlos a los cargos públicos y, por el contrario, terminan presentando como candidatos, y permitiendo que sean elegidos como representantes, “incompetentes, mediocres, hueleguisos, prepotentes, fanfarrones, figurettis y corruptos”, según la descripción realizada por Augusto Álvarez Rodrich, director de uno de los periódicos más influyentes del país.

Así pues, ni las actuales normas de democracia interna de los partidos políticos, ni el voto preferencial han conseguido que mejore la calidad de nuestros representantes.

La necesidad de afianzar la democracia interna en los partidos, antes de suprimir el voto preferencial

El deplorable estado actual de la representación política en el Perú, ha llevado a que se tome conciencia de la necesidad de realizar una reforma destinada a fortalecer a los partidos políticos, pero profundizando su democracia interna. De este modo, la opinión pública viene ejerciendo una fuerte influencia sobre el Congreso para que en su seno se apruebe una reforma en ese sentido.

Sin embargo, la voluntad política que parece prevalecer en el parlamento es suprimir el voto preferencial, pero sin hacer ninguna reforma de fondo para profundizar la democracia interna.

Fuente: Panorama Hemisférico, N.º 17

Frente a esa situación, nos parece urgente y necesario hacer hin-capié en la idea que la eliminación del voto preferencial debe tener como condición sine qua non una reforma legal destinada a garantizar una efectiva democracia interna en los partidos políticos, a través de una mayor participación de los organismos electora-les en los procesos electorales internos de los partidos, para lo cual debe incluso evaluarse la posibilidad de que dichos procesos sean organizados y juzgados por dichos organismos.

Si se elimina el voto preferencial sin asegurar antes la pulcritud de las elecciones internas de los partidos, lo único que se fortalecerá será a las cúpulas partidarias, que podrán seguir conformando las listas de candidatos a su antojo, quitándole a los ciudadanos el único elemento correctivo que en el actual contexto antidemocrático tienen a su alcance: la posibilidad de modificar la conformación de esas listas a través del voto preferencial.

PANORAMA HEMISFÉRICO N.º 17

Publican en Panorama Hemisférico. Elecciones y Procesos Políticos en las Américas, Año II, N.º 17, octubre de 2008:

– “La observación electoral es una destreza importante y generadora de legitimidad”, por Roberto Cuellar M. (Costa Rica), Director Ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos.

– “La Reforma Política en Colombia. ¿Qué es lo que de verdad importa?”, por Adriana Piquero (Colombia), docente universitaria.

– “El pernicioso voto preferencial”, por Fernando Tuesta Soldevilla (Perú), Doctor en Ciencias Sociales y Magister en Sociología, ex Jefe de la ONPE, catedrático universitario, director del Instituto de Opinión Pública de la PUCP.

– “Las vicisitudes del voto preferencial y la democracia interna en los partidos políticos en el Perú”, por Carlo Magno Salcedo (Perú), profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

– “Democracia digital en México: el voto electrónico que viene”, por María Elena Homs (México), ex Consejera Electoral del Consejo General del Instituto Electoral del Distrito Federal(IEDF), observadora electoral internacional, consultora en temas electorales de la OEA en Nicaragua, Salvador y Honduras.

– “Así no podré postularme”, por Juan Bolivar Díaz (República Dominicana), periodista, catedrático y analista político. Fundador de la ONG dominicana Participación Ciudadana.

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Comentarios

  1. Román escribió:

    Estimado Carlo Magno
    Totalmente de acuerdo contigo. Urge fortalecer la institucionalidad política ello a través de la democratización interna de los partidos. Esa es la ruta y el sentido común de muchos académicos: instituciones políticas sólidas.
    Sin embargo las evidencias nos muestran que vamos en mal camino, y las reformas que se han planteado en el congreso, me recuerdan la retórica de la intransigencia de Albert Hirschman; sobre todo la tesis de la futilidad (se proponen cambios, pero al final no se cambia nada).
    Un abrazo
    Román

  2. cmsalcedo Autor escribió:

    Estimado Román,

    En la primera legislatura 2008-2009, parece que la mayoría de congresistas estaba más interesada en derogar el voto preferencial que en afianzar las normas de democracia interna. Si esa tendencia se mantiene, se corre el grave riesgo de que se elimine el voto preferencial sin que a cambio se logre una mejor regulación sobre los mecanismos de elección interna de los candidatos y dirigentes de los partidos políticos. Es decir, se habrá perdido soga y cabra.

    En dicho contexto, parece ser que lo mejor es que el actual parlamento no haga ninguna reforma.

    Un abrazo.

  3. Fernando escribió:

    Carlo Magno:
    Encuentro una contradicción entre el voto preferencial y lo que en la nota se define como que en los "procesos electorales internos se respete verdaderamente la voluntad de los militantes" de los partidos. Creo que la posibilidad de hacer campaña por fuera de la decisión del partido (que por cierto debería ser tomada por elecciones internas limpias) debilita a los partidos y mejora las posibilidades de aquellos candidatos que pueden hacer campaña por fuera de ellos.
    La única experiencia que conozco de voto preferencia en la Argentina (país en el que vivo) se dio en el municipio de Ushuaia (se aprovechó el uso del voto electrónico). Quien fue el más elegido iba cuarto es su lista, pero tenía a su cargo la secretaría de desarrollo social del municipio y por lo tanto controlaba recursos que le permitían hacer clientelismo.

  4. cmsalcedo Autor escribió:

    Estimado Fernando,

    En efecto, el denominado "voto preferencial" es, en cierta medida, contradictorio a la idea de fortalecer la democracia interna de los partidos. Sin embargo, debes tener en cuenta que la implementación del voto preferencial obedeció en su momento a una necesidad de "democratizar" de alguna forma a los partidos, permitiendo que los ciudadanos tengan un mayor nivel de decisión respecto a la conformación final del parlamento, frente a una realidad en que no existía norma alguna que regule a los partidos.

    Ahora bien, tal como lo desarrollo en el post, coincido en que el voto preferencial puede tener y ha tenido efectos perniciosos en la organización y fortaleza de los partidos.

    Por ello, estoy de acuerdo con la eliminación del voto preferencial siempre y cuando se cumpla una condición sine qua non: que previamente se realice una reforma legal que garantice una efectiva democracia interna en los partidos políticos, a través de una mayor participación de los organismos electorales en los procesos electorales internos de los partidos.

  5. Renzo Ovivio Aurazo Díaz escribió:

    Si vemos a la crisis de partidos desde un punto de vista estructural(relativo a la manera en que se disponen las reglas de juego) junto al voto preferencial se avizoran otros elementos que ayudaron a esta "crisis" que no se sabe si tendrá fin: tomemos por ejemplo la facilidad en la formación de un partido, la posibilidad de postular al Congreso y a la Presidencia, la carencia de una ley de partidos,etc. Sin embargo, estas características de la década de los 80 en la actualidad ya se han ido modificándose legalmente, lo que me lleva a cuestionarme si realmente eran estos los elementos a modificar o la manera en que se quiere modificar no era la adecuada. Si tomamos el primer argumento el elemento que no se ha modificado es el voto preferencial con lo cual se puede argumentar, por materia de descarte, que es el causante de esta "crisis". Analizando el tema políticamente, desde su origen, podremos darnos cuenta que si bien tuvo como finalidad principal socavar al Partido Aprista reduciendo las posibilidades de obtener representantes (todos votarían por Haya de la Torre)también se prestó al manejo al ampliarlo de un voto a dos siendo a su vez obligatorio. Es decir el voto preferencial fue acomodado. Entonces la figura de este voto, si bien tuvo como objeto formal el acabar con las cúpulas partidarias, políticamente se prestó al juego de los grandes partidos (Partido Aprista y el PPC).Pero la actualidad política ya no tiene las mismas características de inicios de los 80, Ya se cuenta con Ley de partidos y demás, sin embargo,persiste aún la "crisis" (crisis que aseguran algunos empezó a inicios de los 90).
    Los que defienden la derogación del voto preferencial alegando entre muchas cosas, la casi guerra entre postulantes de la misma lista o la posibilidad que que cualquiera sea elegido, no dista de ser tan descabellada, pero como menciono Carlo Magno de no garantizarse una democracia dentro de los partidos (la Ley de Partidos actual trata formalmente de hacerlo)el remedio sería peor que la enfermedad. De lo mencionado traigo a recalcar que a las cuestiones legales muchas veces les buscamos la manera de pasarlas por alto, los partidos no son la excepción. No son muchos los casos en que se presenta una lista única dentro del partido la cual sin competencia es la encargada de buscar ser elegida.Entonces, coincido con Carlo Magno en la necesidad de generar los medios, tanto legales como reales, que hagan efectivo el cumplimiento de la ley .

  6. Yesenia Moncada escribió:

    A mi parecer, el problema de no esta en el voto preferencial, por lo tanto estoy de acuerdo con el profesor al expresar que eliminar el voto preferencial seria quitarle la mejor arma con la que cuenta la ciudadanía para participar en la composición de su gobierno y sus representantes ante el congreso.
    Yo realmente creo, que el problema, está en la calidad de representantes que forman parte de nuestra triste realidad política. La solución parte desde la vida interna de los partidos políticos, es por ahí por donde se debe empezar el cambio. Como lo menciona el autor de este articulo, lo que se mueve hoy en día dentro de los partidos son los intereses no como grupo social, no son ideales ni metas relacionadas con la población y sus necesidades. Lo que hoy gobierna al interior de ellos son los intereses personales, por eso es que el voto preferencial, se ha vuelto para todo ellos, en un vía crucis, ya que tienen que luchar voto a voto, y tienen que ver a su “compañero de partido”, como al mayor de sus contrincantes. Ya no se trabaja entonces con un pensamiento en común que represente al partido, hay pensamientos distintos, que hacen al partido un elemento no cohesionador y débil, he aquí la cuna donde nacen los representantes del pueblo de mala calidad.
    Mientras mantengamos una democracia interna tan debilitada al interior de los partidos, y no se haga ni diga nada por mejorar esta triste situación, entonces seguimos en lo mismo, y se elimine o no el voto preferencial, la situación de nuestros representantes y todo de lo que éstos se valen para llegar al poder no cambiará en lo absoluto. La solución es una reforma desde adentro, no solo basta con La Ley de Partidos promulgada en el año 2003, porque muchas de las líneas de la ley han quedado simplemente, en eso, líneas escritas sin más. Lo necesario en una sociedad como la nuestra es que se intensifique los programas del estado en relación del control de la calidad de los partidos políticos. Sin confundir con que el estado prohíba su aparición y su participación, lo que el estado debe hacer es establecer requisitos aun mayores para que los partidos políticos no sean copulas de intereses personales sino sean cunas de búsqueda del desarrollo social.
    Solo una reforma interna de los partidos políticos permitirá hablar entonces de posibilidades de mejoría en el panorama político tan caótico que vive nuestra sociedad, en los ultimo años.

  7. Carlos Chunga Alzamora escribió:

    El actual proceso de crecimiento economico en nuestro pais que se viene dando debe relacionarse con el inicio de la superacion de las desigualdas al igual que con los problemas estructurales. En ese sentido la igualdad social implica una reducción de las desigualdades económicas; este proceso nos trae a la memoria a nuestros representantes (tomadores de decisiones) y por asociación de ideas, al proceso de elección de los mismos. Las elecciones son uno de los pocos mecanismos sociales con relativo valor, la decisión de votar es el acto político ciudadano quizá más importante en las sociedades democráticas. En ese sentido, los ciudadanos expresan su soberanía solo a intervalos, depositando su voto en los comicios,a no ser que participen en otros espacios de eleccion como seria al interior de los partidos. Los ciudadnos que participan de los procesos electorales eligen a sus representantes por un lado sin analizar completamente o en algunos casos sin analizar las plataformas políticas y solo para cumplir con el acto a efecto de no recibir sanciones negativas, mientras que por otro lado hay ciudadanos que tras evaluar las diferentes plataformas políticas deciden su elección proyectando sus resultados (la acción concretizada del representante una vez en el gobierno) a mediano y largo plazo; esto además implica directamente la variable de acceso (y la materialidad) de la información que juega un rol de suma importancia en este proceso, ya que la falta de la misma crea en el electorado una demanda de ideologías o de otro tipo. Mayormenete en los primeros es donde podria darse el fenomeno del voto preferencial, aprovechando el factor carisma; mientras que en los segundos podria primar un voto por lista. El problema representante-ciudadano esta que nosotros elegimos a nuestros representantes, ellos eligen a los funcionarios, al no tener mecanismos institucionales adecuados para controlar a los primeros mucho menos podemos hacerlos con los que elegimos indirectamente. En ese sentido el problema ya no esta en la esfera de la elccion de representantes, sino en la esfera de rendicion de cuentas.

  8. Jorge López Balandra escribió:

    y como garantizar la democracia interna en los partidos polìticos con tanto caudillismo?

  9. Vicente Quispe escribió:

    Todos los miembros tienen que sometan, por igual, al mecanismo de democracia interna, y que ésto sea organizado por un organismo electoral!

  10. cmsalcedo Autor escribió:

    No se debe eliminar el voto preferencial sin antes garantizar una efectiva democracia interna en los partidos políticos, disponiendo que sean los organismos electorales los que organicen, fiscalicen y juzguen las elecciones primarias de los partidos. Si se elimina el voto preferencial sin asegurar antes la pulcritud de las elecciones internas de los partidos, sólo se fortalecerá a las cúpulas partidarias, que podrán seguir conformando las listas de candidatos a su antojo, quitándole a los ciudadanos el único elemento correctivo que en el actual contexto tienen a su alcance: la posibilidad de modificar la conformación de esas listas a través del voto preferencial.

  11. Enrique Vergani Cortez. escribió:

    Correcto carlo y ademas se presta para que los partidos determinen algun precio por los primeros mnumeros de las listas parlamentarias

  12. Angelica Perez escribió:

    Hay partidos que están aprendiendo a hacer democracia interna y mal que bien están empezando a respetarla, mientras que hay otros que lo hacen a puerta cerrada y sin los organismos electorales … coincido en que debemos fortalecer este mecanismo y que sea obligatoria la presencia de los organismos electorales en la inscripción de candidatos y en las jornadas electorales.

  13. Ernesto Capdevila Collins escribió:

    Listas cerradas es más de lo mismo, imperaría la mafia de las cúpulas partidarias, la solución es al interior de los partidos.

  14. Vicente Quispe escribió:

    Sin duda, la introducción de la lista bloqueada no cerrada (voto preferencial) otorga capacidad de elección, a los electores, de entre los candidatos que ofrecen los ‘partidos políticos’. De otro lado, los candidatos una vez obtenido su inclusión en la lista prefieren una relación directa con los electores, la cual lleva al personalismo; genera divisionismo en detrimento de la unidad partidaria. En la actualidad tenemos partidos políticos débiles y dominio de los líderes personalistas, donde los ‘partidos’ no obtendrían respaldo electoral sin ellos; en este contexto se plantea la eliminación del voto preferencial, como la solución a la elección de congresistas ‘impresentables’, sin tener en cuenta la actual dinámica interna de los partidos en la elaboración de las listas. Antes de eliminar el voto preferencial se debe consolidar la democracia interna como mecanismo preventivo de evitar la elección de ‘impresentables’.

  15. Percy Hurtado Acero escribió:

    es una herramienta de un poder que quizás no se ha tomado en cuenta si se deja de lado el voto preferencia se manifiesta que la cúpulas como dice el texto se fortalecerían y serian ese grupo de mucho poder oculto que se llenaría corruptamente ya que venderían aun gran postor que no interesaría si esta a favor de la ideología del partido solo importaría cuan poderosamente económico es.se dice que es la eliminación es para el fortalecimiento del partido que hoy en día no existe ya que no se tiene un sistema de partidos y menos institucionalizados.debe existir estrictas normas de democracia interna para promover la participacion y competencia del todo el partido en si y no solo de unos cuantos.
    Percy Hurtado Acero
    3º año de ciencia política – UNMSM

  16. leo alexander alcantara atoche escribió:

    BUENO DESDE UN PRIMER MOMENTO DEBEMOS NOTAR QUE EN NUESTRO PAÍS SE DESEA CONSOLIDAR LA DEMOCRACIA POST GOBIERNO AUTORITARIO FUJIMORISTA DONDE HUBO UNA ARBITRARIEDAD A ESTAS NORMAS DEMOCRÁTICAS; DESDE MI PERCEPCIÓN EL VOTO PREFERENCIAL AYUDA A EJERCER LA LIBRE Y TRANSPARENTE VOLUNTAD POPULAR, GENERA QUIZÁS QUE PERSONAS NO ADECUADAS INGRESEN AL CONGRESO PERO HAN SIDO ELEGIDOS POR LAS VOTACIÓN POPULAR Y ES RESPALDADO POR LAS LEYES PERUANAS, ESTO NOS DEMUESTRA QUE EL PROBLEMA DE LA FALTA DE BUENOS CUADROS DENTRO DE UNA LISTA ELECTORAL Y EN EL CONGRESO ES LA NO RIGUROSIDAD O CUMPLIMIENTO DE PARÁMETROS QUE DEBIERA ESTABLECER LA LEY, ES MÁS AHORA NUESTRO PAÍS ESTÁ PASANDO POR UN PROCESO DE CAMBIO EN EL SENTIDO DE PARTIDOS QUE ESPEREMOS SEA PARA BIEN MUY A PARTE DEL CAUDILLAJE Y LAS INFLUENCIAS QUE SE PUEDAN NOTAR. NO ESTOY DE ACUERDO EN LA ELIMINACIÓN DEL VOTO EL PROBLEMA NO SE SOLUCIONA QUITANDO ALGO, SINO ESTRUCTURARLO Y PROPONERLO COMO UN PUNTO DE INICIO.

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