Durante los últimos meses de 2009 y primeros de 2010, se discutió ampliamente sobre la posibilidad de reformar el régimen constitucional del Parlamento peruano, con miras a mejorar la calidad de la representación política y otorgar mayor poder a los ciudadanos respecto a sus representantes. Tras varios meses de que el tema pasara a un segundo plano, nos enteramos por los medios de prensa que el presidente del Congreso, Luis Alva Castro, anunció que su partido insistirá en impulsar, en este último tramo de gobierno, los proyectos de reforma constitucional sobre la renovación por mitades del Parlamento y la reinstauración del sistema bicameral, ya que ambas iniciativas fortalecerían la institucionalidad del Congreso y permitirían al ciudadano tener mayores oportunidades de escoger mejores candidatos.
Anteriormente, criticamos la propuesta inicial del oficialismo de renovación por mitades (Proyecto de Ley N.° 3387/2009-PE), porque, a nuestro juicio, no sirve para los objetivos de mejorar la calidad de la representación política u otorgar mayor poder a los ciudadanos sobre sus representantes. Más bien, apostamos por una fórmula que suma la revocatoria del mandato parlamentario con la instauración de la elección uninominal de los congresistas, conforme a la propuesta que formulara el grupo parlamentario especial “Compromiso Democrático” (plasmada en el Proyecto de Ley N.° 3751/2009-CR, presentado el 10 de diciembre de 2010, cuando este bloguero era asesor de dicho grupo parlamentario).
En ese sentido, saludamos el viraje anunciado por el congresista Jorge del Castillo, de que la bancada aprista sustituiría su propuesta inicial (la renovación por mitades) por la del recorte del mandato parlamentario a dos años y medio; ya que esta última propuesta se acomoda mejor a la finalidad de que todos los parlamentarios, sin excepción, puedan ser sometidos a la evaluación del electorado con mayor frecuencia, pudiendo ser recompensados a través de la reelección si han hecho una buena gestión, o pudiendo ser sancionados no logrando un nuevo mandato, si su desempeño ha sido deficiente.
Esperamos, por tanto, que ahora que la bancada aprista pretende reimpulsar la reforma del régimen parlamentario, conforme lo ha anunciado el presidente del Congreso, no olvide el viraje anunciado por el congresista Del Castillo.
Ahora bien, es claro que una reforma de fondo del régimen constitucional del Parlamento peruano, no se puede limitar a la forma de elegir a los congresistas (el sistema electoral parlamentario). Ciertamente, es necesario también abordar la cuestión de la bicameralidad. Consideramos, pues, propicia la ocasión para proponer una reforma completa del régimen parlamentario.
La renovación por mitades no sirve para que no haya congresistas como estos; la revocatoria parlamentaria sí podría servir.
1. Nuestro Parlamento ideal debería tener dos cámaras (diputados y senadores). Esto, sin embargo, no debe significar repetir mecánicamente el modelo centralista de la Constitución de 1979. La bicameralidad, entonces, debería converger con el proceso de regionalización en que se haya inmerso nuestro país.
2. La elección de los diputados sería mediante circunscripciones uninominales, con lo cual estos se elegirían uno por uno, y no por lista como ocurre actualmente. Esta cámara debería tener entre 150 y 170 diputados, ya que, el actual tamaño del parlamento es muy pequeño respecto a la población electoral del país, contrariamente a lo que dicen los demagogos y por más impopular que parezca la medida.
3. Además, deberían establecerse algunas circunscripciones especiales: una para los peruanos residentes en el extranjero, quienes actualmente son considerados artificialmente como parte del cuerpo electoral de Lima Metropolitana; y otra para la representación de los pueblos indígenas.
4. La mitad de los 52 senadores que debería tener el parlamento, sería elegido uninominalmente (uno por cada región o departamento). Los otros 26 serían elegidos en distrito único nacional, es decir plurinominalmente, a través de listas y bajo el criterio de proporcionalidad.
5. Todo parlamentario debería estar sujeto a la posibilidad de ser revocado, en una fecha única que coincida con la mitad del mandato de cinco años. Una alternativa a esta propuesta específica sería recortar el mandato parlamentario a dos años y medio, como propone el oficialismo. Ambas propuestas comparten los mismos objetivos y tendrían efectos similares respecto a otorgar mayor poder a los ciudadanos. Sin embargo, tenemos una cierta preferencia por la revocatoria, ya que con este mecanismo queda mucho más en evidencia el efecto sancionador a los representantes que han perdido la confianza de sus electores.
Entonces, los parlamentarios se elegirían en tres niveles: 26 senadores elegidos nacionalmente, otros 26 elegidos regionalmente, y todos los diputados elegidos casi a nivel provincial (o incluso distrital, como ocurriría en Lima o en provincias con mucha población electoral).
Para hacer esta reforma sólo se requiere de voluntad política y de que las bancadas parlamentarias tengan un mínimo de capacidad de concertación. En el nivel técnico, los proyectos de reforma constitucional respectivos ya han sido presentados. Alguno de ellos incluso ha sido discutido y votado. No hay que inventar la pólvora. ¿Tendrá el actual Congreso la grandeza de última hora de aprobar alguna reforma trascendente? Esperemos que sí; aunque tenemos muy serias dudas.
IMPORTANTE: Un estudio más exhaustivo sobre la reforma del Parlamento peruano, ha sido realizado en nuestro trabajo “Esbozando una propuesta para una reforma integral del Parlamento peruano”, Gaceta Constitucional, N.º 26, Lima, Gaceta Jurídica, febrero 2010, pp. 299-312.
Un estudio inicial sobre el particular fue publicado, bajo el título “¿Unicameralidad o bicameralidad? Falsos dilemas en la discusión sobre la reforma del Parlamento peruano”, en Jus Doctrina & Práctica, N.º 7, Lima, Grijley, julio 2007, pp.271-283.
Es necesaria la restauración del sistema bicameral y la aprobacion de la renovacion x mitades, totalmente con el Dr Del Castillo, esperamos que se lleve a cabo..felicitaciones
Voluntad política y concertación, eso es lo que falta.
quisiera saber como se relaciona y en se diferencia el parlamento inglés con el parlamento peruano. y si se puede sacar algo bueno o algun comentario para ser tomado en cuenta. gracias.
Ciudadano Carlos Núñez,
En el siguiente post, que trata sobre una propuesta sobre la reforma del Parlamento peruano, aludo al parlamento inglés:
http://blog.pucp.edu.pe/ite…
En suma, me parece que el modelo inglés, con su carácter aristocrático, no es muy aplicable a nuestra realidad. Más me gustan los modelos español o alemán, como lo sustento en el mismo post.
La reduccion del mandato parlamentario es presentado como la panacea..pero si haces un estudio comparativo del sistemaa norteamericano, el britanico, el aleman y el espanol…veras que es mas una falacia que distrae la atencion del verdadero problema…distrito uninominal y renovacion parlamentaria, como hasta ahora son presentados en Peru, son solo cantos de sirena mi buen amigo
Mejorar Nuestro parlamento es dejar la tesis de que cualquier ciudadanos puede llegar, creo q primero se deberia empezar como todo trabajo…Requisitos Minimos….Educacion Superior, Experiencia Laboral, Experiencia Politica…..y una renovacion a mitad del periodo…
Estimado Miguel, disculpa por no contestar tu interesante comentario prontamente. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido no lo quiero dejar de hacer. Ciertamente, hay quienes presentan la reducción del mandato parlamentario o el distrito uninominal (o alguna otra reforma aislada) como la panacea. Creo que Rafaél Belaúnde es uno de ellos.
Sin embargo, también creo que medidas como esa, enmarcadas dentro de una reforma integral del sistema político, sí tienen sentido. Me explico, creo que en nuestro país se debe reformar el sistema político en todas sus dimensiones: a nivel del sistema de partidos, para lograr partidos políticos realmente institucionalizados; a nivel del sistema electoral y del régimen parlamentario, para lograr que mejoren los mecanismos de representación política; a nivel de la estructura territorial del Estado, para construir un Estado regionalizado. También creo que, para todo ello, se requiere de una condición fundamental: la aparición de nuevas élites políticas, realmente comprometidas con la cosa pública, tal como las pensaba Jorge Basadre, que desplacen a las pseudo élites que han usurpado el espacio político de nuestra sociedad. Y para lograr ello se requiere que los mejores ciudadanos se involucren en la actividad política
Creo que una reforma integral como la he esbozado, ya no sería un canto de sirena querido amigo; sino una marcha hacia la victoria.
Estimado Lucho, también me excuso por demorar tanto en responder tu comentario. Sobre el particular, yo no creo que la mejora de la calidad de nuestros representantes pase por establecer requisitos mínimos legales como la educación superior. Hay en la historia parlamentaria ejemplos de excelentes políticos que no tuvieron educación superior. Por ejemplo el ex presidente brasileño Lula da Silva o el parlamentario peruano Luis Negreiros Vega; quienes, sin tener formación superior, fueron grandes líderes sindicales y buenos políticos. De otro lado, no son pocos los casos de parlamentarios con maestrías y doctorados que son incompetentes o corruptos. Quiero decir que el nivel de educación de una persona no necesariamente lo hace mejor o peor líder político.
Creo que el problema está en que los partidos políticos, que deberían ser las instituciones que "filtren" a los mejores ciudadanos para presentarlos como candidatos, no están cumpliendo tan importante rol; y, por el contrario, han permitido que gente de la peor calaña (independientemente de su nivel educativo), sea la que acceda a los puestos de poder.
Algo de eso lo desarrollo en un artículo de mi blog, sobre la "oferta política" en el Perú. Te invito a leerlo y comentarlo:
http://blog.pucp.edu.pe/ite…
Muy interesante el tema, lo malo es que dudo que aprueben la revocatoria, no se pondrán la soga al cuello.