Leyendo el artículo «Correctitos» de Patricia del Río, me preguntaba si aquellas personas que usan adjetivos como caviar, tonto útil, socialconfuso, “políticamente correcto” y otros más, para insultar y hacer desdén de aquellos ciudadanos que defienden y promueven causas – que me parecen muy nobles y elevadas – como la vida, la justicia, los derechos humanos, la no discriminación, la lucha contra la pobreza, etc., si estas primeras personas de las que hablé, no están inspiradas por los siguientes pensamientos:
«Porque los hombres son ingratos, hipócritas, inconstantes e interesados. Mientras se les hace bien, puede contarse con ellos. […] Todo arte consiste en representar bien el papel y en saber disimular y fingir, porque los hombres son tan débiles y tan incautos, que cuando uno se propone engañar a los demás, nunca deja de encontrar tontos que se dejen.»