Nunca citaría a Alexander Pope para seducirte
… ni al Papa Alejandro
ni a Madonna… de eso puedes estar seguro.
Y será muy difícil
y muy bonito.
Y será hermoso
e incomprensible,
y te sentiras desbordado;
y pensarás qué hago aquí con ella…
y luego te sonreiré
y te sentirás nuevamente desbordado.

Te diré entonces que me gustaste
desde la primera vez en que te quité la alita de pollo,
me dirás que estoy “divina” y “chaposita”,
y te encontrarás ridículo diciendo eso… porque nunca lo dijiste.
Porque siempre pensaste y pensaste descartesianamente… y antikantianamente,
tan calculador, tan riguroso, tan maquiavelo.

“Pero he aquí, mi querida niña, que esto no se trata de pensar, sino de sentir”
¿dónde estás, mi corazón?
Sentirpensarsentirpensarsentirpensarpensarsentir
orar
y vivir
y amar
y sentir
y pensar
porque “Sapere aude”

Y será muy difícil
y muy bonito.
Y será hermoso…
y y y y y y y… “dado que en desolación no podemos mudar”… espérame.

Esperame en consolación,
y ya no te quitaré la alita de pollo,
sino que te regalaré un cuaderno lleno de pensamientos felices,
lleno de mis detalles de amor, lleno de poesía, sonrisas y sueños.

Porque alguna vez te lo dí, y alguna vez de nuevo lo volveré a hacer,
ya no yo misma… quizás a través de otra, e incluso alguna otra más.
Así también digo, que me regalarán otra estampita con la Señora de Metal,
quizás ya no tú, quizás otro más… e incluso otro más.

Y ese film lo podré comprender, porque ahora sabré francés,
a pesar de que estaba en inglés… y ¿quién entiende a Michel Gondry?
¿quién te entiende a ti? Todo pensarpensarpensarpensarpensar.
¿quién te ama a ti? ¿quién cree en ti?
Siempre lo haré.

“Nunca digas siempre Horqque, las cosas no duran para siempre”
pero yo no soy una cosa…

Nunca citaría a Alexander Pope para seducirte
… ni al Papa Alejandro
ni a Madonna… de eso puedes estar seguro.

Nunca te seduciría…
(de nuevo).
Y nunca me preguntarías qué hago por la vida.
“Vivir” te diría.“Es una carrera muy versátil”

Y dejaría que me hables de Octavio Paz,
y te escucharía atentamente. “Te escucho atentamente” te diría.
Me hablarías entonces del divino Platón… y del romance
entre Hannah Arendt y Heidegger.
Y me pondría a estudiar filosofía
para olvidar un poco mi ingeniería.
y luego te seduciría nunca por el Twitter.

Te seduciría nunca por el Twitter
Te seduciría nunca por el Twitter
Te seduciría nunca por el Twitter

por el Twitter… qué roche.
Nuncasiemprenuncasiempre.

Y me dirás que soy mayor que tú…
y tú sabrás que tienes mil años más que yo.
Poco convencional para la sociedad.
Y muy tradicional para mi corazón.

Y muy Silversoul, y muy Beach House.
Y muy ignaciano
Y muy inmaculado
Y muy cayetano
Y muy chalaco
Y muy oroino
Y muy Serge Gainsbourg
Y muy Benjamin Biolay
Y muy tú
Y muy yo.