Tristita

Me preguntaba porqué la dicha de alguien podría ser en cierta forma la desventura de otra persona. ¿La vida debe ser así de injusta? ¿Por qué los tiempos precisos, los momentos oportunos, los Kayrós anhelados no se dan para toda la humanidad a la vez?

Recordé la mano amiga, el alma noble, el amor filial de aquellos tiempos de antaño cuando estuve tristita. Pensé en las ilimitadas formas que ahora usamos para expresar nuestra solidaridad en el dolor. “Ánimo… mañana será otro día”.

Muchas veces lo único que nos queda hacer cuando el ser amado sufre es estar ahí, presente, conciente y quizás anhelante de que estos tiempos adversos pasen pronto. “Ánimo… debemos comenzar nuevamente… hay que volver a empezar”

Este video me lo pasaron como un secreto sublime para dar ánimos en tiempos difíciles… yo lo comparto porque probablemente a alguien le ayude. Y las palabras que lo acompañaron fueron algo así como “espera a que el video cargue completamente. Ahora, cierra los ojos, respira profundo, abrelos y disfruta”. ¡Gracias!

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Comentarios

  1. danielcb escribió:

    No pudieron ser mas acertados tus comentarios, como en la mayoria de los temas que escribes, digo la mayoria porque no hemos leido todo todavia ni tampoco has escrito todo lo que verdaderamente quieres decir. Saludos…

  2. diana-horqque Autor escribió:

    Hola Daniel (y compañía)

    Muchas gracias por sus comentarios… no les recomiendo leer más cosas porque probablemente en algún futuro no inmediato me arrepienta de lo que escribo ahora, además porque puede ser muy aburrido.

    Quiero decir muchas cosas… y afortunadamente los escrúpulos aparecen, antes de que diga desatinos… o probablemente ya los haya dicho.

    Un saludo muy cordial,

    Diana 

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