Mon arbre fétiche

– Por esta ruta llegamos más rápido a la Av. Arequipa

– Pero qué bien conoces estas rutas nocturnas

– Es que el Olivar es mi parque bandido

– Oh sí… se presta para hacer bandideces… algún día…

Y así fue como en la noche vi el árbol y lo amé profundamente. Me quite las balerinas negras y corrí por el grass hasta llegar cerca a él y besar a mon arbre fétiche.

Pensé que quizás, a través de ese beso lo besaba a él, en la lejanía y en el tiempo.

Luego me percaté de lo rara que me debía ver bajo la luna menguante – que estaba hermosa y pareciera que suplicara amor -, sin balerinas y chapándome al gran árbol. Je suis fou… je sais, je sais!

Pero la noche estaba con las estrellas tímidas y mi corazón estaba especialmente amoroso… y el árbol me decía que quería que lo llenara de besos.

♫ Tanto sol he visto hacer el amor con el mar
y tú no quieres más de mí.
Veeeeeeeen… oh veeeeeeeen ♪

Puntuación: 5.00 / Votos: 4

Comentarios

  1. Allison Bellido escribió:

    A veces está esa necesidad de amar lo cotidiano, lo genial que es la naturaleza y me encanta que hayas besado a ese Hebaristo y al fondo una canción de Caroline Cruz…

  2. diana-horqque Autor escribió:

    jajajaja Allison, eres genial. Jamás se me ocurrió pensar en un nombre para mon arbre fétiche y creo que Hebaristo es propicio.

    Se me ocurre que ponerle nombre es un paso trascendente ya que será sólo Hebaristo y nada más que Hebaristo quien en las noches de luna menguante me "eleve" y conmueva mi ser en el Olivar.

    He visto otro arbol maravilloso en otro parque… Arborio se llama este amor.

    Un beso

    Diana

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