¡No me voy a tragar el vómito!

Bajo un cielo del color del humo, gruesas lágrimas saladas se mezclaban con la lluvia del medio día. Se podía escuchar incluso la melodía más triste y más dolorosa en los latidos del corazón pum pum pum pum.

Las lágrimas saladas siguieron cayendo persistentemente. Había agua por todos lados. Era el charco de la impotencia, la laguna de la indignación, el mar infinito de las almas desgarradas…

– No deja de parecerme tan indignante y perturbador lo que ha pasado. ¡Me enferma!

– ¡Es absolutamente vergonzoso!

– ¡Es horrendo! ¡un escándalo brutal! Y las consecuencias pueden ser desastrozas…

– … en muchos sentidos

– Me preocupa también que algunas personas que son católicas puedan ser indiferentes, condescendientes o incluso llegar a justificar estos delitos porque miembros de la Iglesia los han cometido. Es una suerte de crear una disonancia en la naturaleza humana: abrir un enorme abismo entre la razón, la moral, la conciencia y comenzar a minimizar y justificar lo humanamente injustificable, sabiendo que estás interpelado a denunciar y repudiar duramente estos abusos contra menores indefensos.
– Yo estoy atribulado por los escándalos de pedofilia. ¿y sabes qué me enerva? Que los hayan encubierto sostenidamente durante tantas décadas… tanto tiempo. Eso es inexplicable y espeluznante

– ¡Eso es macabro! Ahí no veo ninguna luz, ni asomo de signo alguno de misericordia y de amor

– La Iglesia debió sincerarse…. me recuerda a una estructura que se mueve muy lentamente frente a los signos de los tiempos.

– ¡Lo siento! ¡No puedo tragarme el vómito y no me lo voy a tragar! Esos malos sacerdotes que abusaron sexualmente y que con ello también causaron terribles estragos psicológicos en sus indefensas víctimas, deben ser denunciados penalmente y deben ser condenados por la ley. Su conciencia también hará su parte… ¡pobres conciencias! Va contra la naturaleza de la humanidad, contra la dignidad, contra todo anhelo de justicia, de esperanza, de luz… contra todo signo de misericordia y amor encubrir esos delitos. Yo creo que no hay nada que pueda justificar un encubrimiento así. ¡No me voy a tragar el vómito!

– San Agustín alguna vez dijo que “la Iglesia es santa y prostituta”

– Iluminadas palabras… hoy la siento cualquier cosa menos santa

– Amarla es todo un reto…

Una vez más las olas del mar golpearon los arrecifes de aquel alejado lugar. Ni todas las lágrimas del mundo hubieran podido calmar el espanto de aquellos corazones desgarrados… como si en ese preciso momento las historias pasadas hubieran querido darse encuentro y llorar juntas. El agua del dolor lo rodeaba todo. Nuestra sed de justicia no podía saciarse con esa agua…

Nuestra sed busca las aguas de la justicia, de la verdad y de la misericordia. Sé que esa sed aún persistirá en nuestros corazones durante mucho tiempo más.

Puntuación: 4.00 / Votos: 5

Comentarios

  1. Tarrou escribió:

    Preciosa Diana:
    Quizas y me este equivocando, pero creo el oficio de denuncia va mas allá de coger noticas coyunturales, aderezarlas con un poco verborrea ajusticiera y adornarlas con algunas citas bibliográficas. Esto más parece una experiencia de catarsis o purga emocional.
    Entendí, cuando citándome a Socrates, me decías que cada uno tenía su oficio, pero que dificil se me hace encontrar el límite del tuyo delante de frases como "no voy a tragarme el vómito". Acaso se trata de escrir el post… y ya? quizás y pueda leer otro post del tema si la noticia coge otro pico de raiting… ya ahora si ya?
    Tienes entre manos un "talento" que no puedes simplemente enterrarlo. Coge un tema que puedas manejar bien, investiga, dale seguimiento, hostiga; no trates de denunciarlo "todo", si quieres mencionalos, pero toma una causa y apuesta por ella.
    El asunto de no tragarse el vomito creo que va más alla de escupirlo a tus pies. Quizás y tanto leer a Camus, no dejaron que escuches a Los Prisioneros en Nunca quedas mal con nadie.
    No lo tomes a personal, es más ni siquiera te conozco, solo leo, empatizo y opino sobre ello.
    Atentamente y con respeto.

  2. diana-horqque Autor escribió:

    Apreciado Tarrou,

    Muchas gracias por el tiempo en leerme y por la consideración en escribirme.

    No estoy muy segura sobre qué es exactamente el oficio de denuncia y tampoco sé quien sería el valiente en atribuirse semejante responsabilidad en la sociedad. Yo siento que los temas que hablan sobre la humanidad, nos competen a todos los seres humanos, y como tales, podemos y estamos interpelados a reflexionar sobre ellos y a traer el tema al diálogo. ¿Con limitaciones por nuestra ignorancia? ¿con el riesgo de caer en tangencialidades y huir de la profundidad y rigurosidad? ¿con desaciertos? probablemente…

    "Esto más parece una experiencia de catarsis o purga emocional." Muy cierto. Tus palabras son muy iluminadas y me leiste completamente. Esa es mi forma de hablar, de expresarme y de incluso gritar. En este preciso momento de mi vida hablo con ese lenguaje, me comunico con el mundo de la vida mediante esas formas… mantengo la esperanza que quizás en algunas decenas de años más, si quiera pueda aspirar a "depurar" mi forma de hablar sobre el mundo.

    De todo corazón, te digo que "no esperes cositas de mi". Digo esta frase porque he percibido en anteriores comentarios tuyos una suerte de esperanza a que haga algo, que organice algo, que mueva algo: "solo espero que el mismo [post] no esté lleno además, de impotencia. Te noto parte de todo e imagino que juntar a un grupo considerable no será muy complicado." "Acaso se trata de escrir el post… y ya?"

    Percibo que quizás te pueda decepcionar mucho, sin haberlo querido hacer, ya que ni siquiera sé qué esperas exactamente de mi y además, nunca quise ilusionarte o crearte expectativas respecto de lo que puedo o no puedo hacer. Estoy segura de que no es mi anhelo ni mucho menos mi deseo ilusionar a las personas. Procuro ser conciente de mis propias limitaciones.

    Quisiera entonces preguntarte ¿Por qué no haces algo tú?
    Cambiando de tema, cuando digo que "no voy a tragarme el vómito" hago referencia a una sustancia nauseabunda a la cual tu propio cuerpo (tu naturaleza) rechaza tajantemente, y que sería antinatural (anti – humano) tragárselo. Porque no sólo es horripilante, sino que no es nada sano. ¡Y grito! porque yo percibo que mi entorno no escucha. Es muy probable que en otros entornos, las cosas sean distintas, las visiones no estén tan sordas. Yo no lo sé…

    Menciono esta – fuerte- analogía porque no estoy de acuerdo en que un delito se haya ocultado, no es natural, no es sano. Y siento que el primer – humilde – paso es pensar en eso, analizar, entender el contexto, indignarse… etc. Y este proceso mío, es mío, sólo que cometo – el nada escrupuloso gesto – de hacerlo público.

    Un amigo me contó la historia de la carta pública llamada J’accuse (yo acuso) de Émile Zola. En esos tiempos no había blog, pero como buen "hijo de su tiempo" pudo publicar su carta en el diario L’Aurore. Yo no estoy segura de si Zola si quiera imaginó toooodas las consecuencias de su carta – la cual es muy visceral, producto de su profunda indignación…. muy apasionado el caballero-.

    Como te dije anteriormente: "no creo que ninguna de nuestras acciones se limiten sólo a sus precisas coordenadas de tiempo y espacio, ya que su incidencia y sus consecuencias desbordan toda nuestra historicidad – y me atrevería a decir que incluso la historia misma-", y agregaría que esto sucede muy a pesar de si somos concientes o no de esas incidencias.

    Muy atentamente,

    Diana

  3. Tarrou escribió:

    Preciosa Diana:

    Siento mucho la catarsis mia, que imagino es de donde salió uno y otro comentario a tus post. Quizas y si, esperaba algunas cosas, pero la verdad son cosas que espero de mi.
    La experiencia de leerte consiguió que me diera cuenta de que existe un mundo al cual estaba tratando de obviar de un tiempo aqui. La experiencia de escribirte logró que sea consciente del papel que me toca en medio de todo esto.

    Espero no te canses de escribir, siempre es interesante leerte. Y quien sabe, quizás en algun momento tu me leas a mi.

    Todo mi afecto y una sonrisa (que es con la que escribo este comentario).

  4. diana-horqque Autor escribió:

    Apreciado Tarrou,

    Te mando mi afecto, una sonrisa, un arcoiris, un pedazo de cielo y el sincero gusto de haberte "encontrado" en estos entornos tan raros como el blog de una anónima.

    Ojalá el mundo de la vida nos permita intercambiar alguna palabra en la dimensión no virtual.

    Atte.

    Diana

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *