Llévame al cielo así, quedito…
sin que yo me de cuenta.
Sorpréndeme.
Muéstrate inesperadamente,
en el preciso momento en el que no te busque…
Pero… he aquí que tu misión es muy difícil.
Compleja labor te encomiendo.
Porque siempre te busco y siempre andas
en mi pensamiento…
Llévame al cielo así, quedito…
suavemente, sin que repare que apareces si quiera.
Sutilmente, sin que sepa que eres tú…
Dime tu nombre, el color de tus ojos y
si ellos brillarán cuando te haga reir.
Dime de dónde sale el sol
y de qué te escondes en las noches….
Dime si los atardeceres te hipnotizan,
como lo hacen ellos conmigo.
Difícil labor te encomiendo…
maestro en contradicción.
¿serás el experto en romper lo prohibido?
Llévame al cielo así, quedito…
sin que yo me de cuenta.