Zona EURO ¿ESPECULACIÓN o CRISIS?

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I.- El euro y las bolsas caen por el endeudamiento del área euro y de Hungría
Por: Arantxa Iñiguez

Fráncfort (Alemania), 4 jun (EFE).- El euro cayó hoy con fuerza frente a la divisa estadounidense, hasta el nivel más bajo desde hace más de cuatro años, debido a la preocupación por el endeudamiento de la zona del euro y de países del Este como Hungría, que también arrastró a las bolsas.

El euro perdió la cota de los 1,20 dólares y la renta variable europea cerró con descensos, encabezados por Madrid, entre el 1,6 y el 3,8 por ciento, también lastrada por las cifras de creación de empleo en EEUU.

Hacia las 16.45 horas GMT el euro costaba en la negociación europea 1,1988 dólares, frente a los 1,2205 dólares de ayer por la tarde.

El euro fluctuó hoy en la negociación europea entre 1,1972 y 1,2216 dólares.

Al cierre, Londres cayó un 1,63 por ciento, Fráncfort perdió un 1,91 por ciento, París cedió un 2,86 por ciento y Madrid lo hizo un 3,8 por ciento.

La bolsa de Budapest cayó un 3,34 por ciento después de que políticos del nuevo gobierno hayan alertado de que la economía del país se encuentra en una situación “muy grave”.

La crisis de endeudamiento en Europa y el incremento de las primas de riesgo de la deuda de Grecia, Portugal, España e Italia ha desencadeno la venta de euros.

Además, los inversores ven con temor la evolución de Hungría después de que miembros del Gobierno húngaro consideraran que el país se encuentra en una situación comparable a la de Grecia.

El forinto húngaro cayó a un mínimo anual respecto a la divisa europea.

El Gobierno húngaro reconoció que la situación económica del país es muy grave y que presentará un plan para evitar el camino de Grecia.

El portavoz del Gobierno húngaro, Péter Szíjjártó, afirmó, en unas declaraciones recogidas por la agencia local MTI, que la “economía (del país) está en una situación muy grave” y que la tarea principal es la de evitar “el camino de Grecia”.

Además, aseguró que el gobierno anterior “manipuló los datos (sobre el estado real de la economía del país), tal como lo había hecho Grecia”.

Ya en octubre de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, Hungría recibió un préstamo de 20.000 millones de euros del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Mundial (BM) para evitar la bancarrota.

El nerviosismo y falta de confianza ha llevado a los bancos comerciales de la zona del euro a depositar esta semana cantidades récord en el Banco Central Europeo (BCE) ya que la crisis de endeudamiento del área les ha llevado a no prestarse dinero entre ellos.

Los bancos depositaron en el BCE el pasado miércoles 320.400 millones de euros al 0,25 por ciento, una cifra récord desde la introducción del euro en 1999.

Ayer, esta cantidad había caído a 299.471 millones de euros, según cifras de la entidad monetaria europea.

La facilidad marginal de depósito es el tipo al que el BCE remunera el dinero a un día, actualmente es el 0,25 por ciento, y generalmente es una tasa mucho más baja que la que los bancos pueden conseguir en el mercado de dinero, si bien es un depósito muy seguro.

La depreciación del euro y las decepcionantes cifras del mercado laboral estadounidense también intensificaron el ánimo vendedor en los mercados de valores.

La economía estadounidense creó 431.000 nuevos empleos en mayo, pero la gran mayoría fueron contrataciones temporales del gobierno, y el índice de paro bajó al 9,7 por ciento.

Además, en los mercados circularon rumores de pérdidas en derivados de la entidad francesa Societe Generale, que cayó un 7,3 por ciento en bolsa.

En Europa, todos los sectores empresariales cayeron en bolsa, si bien las pérdidas más acusadas fueron las de los bancos (-3,76%) y aseguradoras (-2,56%).

Los bancos de la zona del euro se dejaron hoy en bolsa un 5,47 por ciento y las aseguradoras un 3,39 por ciento. EFE

II.- El euro lucha por mantener el nivel de 1,20 dólares
Publicado el 04-06-2010 , por Expansión.com

La crisis de la deuda soberana sigue extendiendo su mancha de aceite por el Viejo Continente y arrasando los mercados que encuentra a su paso. Y con ellos, al euro, que se encuentra en su nivel más bajo desde marzo de 2006 en medio de rumores de que la crisis fiscal podría estar extendiéndose al sistema financiero. El euro lucha por mantener el nivel psicológico de 1,20 dólares, tras el descenso del 1% que acumula hoy.

Las preocupaciones se han extendido también al otro lado del Atlántico. Los inversores empiezan a temer que los problemas europeos retrasen la recuperación de la economía estadounidense, por lo que optan por refugiarse en las monedas más seguras (dólar, yen y franco suizo). Incluso el yen sube más que el euro tras el dato de empleo de Estados Unidos, peor de lo esperado.

Las malas noticias se suceden. Las alertas crediticias se reactivan, y deparan nuevos récords en los diferenciales de la deuda periférica. La prima de riesgo de Italia alcanza sus cotas más altas desde enero, y en España rompe todos sus máximos, al borde de los 200 puntos básicos.

Otros países se suman a la crisis de la deuda. Es el turno de Hungría, que ha reconocido que se encuentra en una situación “grave” después de que el gobierno anterior “manipulara” las cifras y “mintiera” sobre el estado de la economía.

Los operadores acentúan su perfil defensivo, y animan la cotización de uno de los activos refugio por excelencia, el franco suizo. El euro cede terreno y en su bajada marca mínimo histórico frente a la divisa suiza, que ha llegado a cotizar a 1,40 francos por primera vez. El máximo responsable del Banco Nacional de Suiza, Philipp Hildebrand, ha declinado hacer comentarios sobre posibles intervenciones para frenar el rally de su moneda frente al euro.

Las divisas de alta rentabilidad, por el contrario, ceden terreno, ya que los inversores no quieren riesgo y dejan de practicar el carry trade (endeudarse en monedas de bajos tipos de interés e invertir en divisas de alta rentabilidad). El real brasileño cae el 1,5% y el rand sudafricano, el 1%.

El temor a que la recuperación sea más lenta de lo que se esperaba, principalmente en Estados Unidos, hace que el precio del petróleo experimente un fuerte recorte. Los futuros del West Texas caen el 2% hasta los 73 dólares por barril. El oro pierde, pero poco, ante la fortaleza del dólar. El metal amarillo cotiza a 1.200 dólares por onza.

III.- Crisis del euro: cuatro posibles escenarios

LIMA.- La crisis del euro y la situación de las economías de la eurozona son uno de los principales ejes de la reunión de ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales del Grupo de los 20 (G-20), que comienza este viernes en Busán, Corea del Sur.

El G20 está integrado por el Grupo de los Siete -Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y EEUU- más Argentina, Australia, Brasil, China, Indonesia, Corea del Sur, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea (UE).

La moneda única europea ha registrado su cotización más baja en años y varias de los país se encuentran agobiados por altos niveles de deuda y déficit, además de un bajo nivel de crecimiento.

Los últimos datos no son alentadores ni para la zona del euro ni para el resto del mundo, que todavía lucha por consolidar incipientes señales de recuperación económica.

De ahí la preocupación del G-20, que concentra el 90% del producto bruto global y es consciente del escollo que representa una eurozona paralizada para el crecimiento mundial.

En medio de esta crisis, se han alzado voces que vaticinan el fin de la divisa europea. La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, ha advertido que el futuro mismo de la Unión Europea (UE) está en entredicho.

Una cosa está clara: el euro hoy se parece a un enfermo bajo tratamiento médico.

BBC Mundo investigó cuatro posibles escenarios futuros para este paciente de lujo, la moneda única europea:

Recuperación del euro

La actual crisis se centra en torno de los PIIGs (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España), que han anunciado fuertes ajustes económicos en las últimas semanas.

Si bien el impacto inicial de los recortes será seguramente negativo en el corto plazo, el objetivo del plan es que, con un poco de tiempo para recuperar la confianza de los mercados y la actividad económica, se saneen las finanzas públicas y se vuelva a crecer.

Grecia es el caso clave. Si con su programa de austeridad logra superar los serios problemas que tiene (déficit fiscal del 13%, deuda pública superior a su Producto Interno Bruto, PIB), se evitará el efecto contagio sobre los otros PIIGs.

Mucho más que la economía griega, que representa un 2,4% del PIB de la eurozona, la posibilidad de “contagio” a otros países ha estado detrás de la turbulencia que vive el euro.

En la década de los años 90, Suecia logró salir de una crisis que también parecía terminal gracias a una serie de medidas que dieron resultado.

Larga convalescencia

En este segundo escenario, la intervención conjunta de las naciones de la eurozona, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como las medidas adoptadas por los PIIGs, consiguen controlar el déficit fiscal sin ahogar el crecimiento, pero no logran solucionar una serie de problemas estructurales.

En este caso, la zona del euro podría recuperar la estabilidad, pero tendría una expansión económica anémica por muchos años.

Algo similar le ha ocurrido a Japón desde principios de los años 90.

Permanente debilidad

Éste es un escenario de fuertes turbulencias económicas, políticas y sociales.

Los programas de ajuste de los PIGGs tienen un fuerte impacto recesivo, que afecta la recaudación fiscal y por tanto profundiza el déficit fiscal.

Grecia, que tiene el horizonte de vencimientos de deuda más complicado de los PIIGs, se ve obligado a recibir más ayuda y termina reestructurando su deuda.

Los otros PIIGs quedan entre la espada y la pared: algunos se inclinan por seguir el camino griego (Portugal es el primer candidato) y otros sobreviven como pueden. Los bancos europeos, muy expuestos a la deuda soberana de los PIGGs, quedan también fuertemente afectados por la crisis.

A pesar de la recesión y la turbulencia, el euro se mantiene por el altísimo costo que tendría abandonar la moneda común europea.

El ejemplo del pasado es lo que ocurrió con Argentina y el sistema de convertibilidad -que ataba el peso al dólar- en 2001.

Muerte y disolución

Es el paso siguiente: las consecuencias políticas y sociales de la crisis son de tal intensidad que podrían provocar la salida de uno, varios o todos los miembros del euro.

En el caso de los PIIGs, esto les permitiría recuperar la competitividad con una moneda propia (devaluándola podrían estimular la exportación), pero al mismo tiempo tendrían que lidiar con una deuda mucho más alta (si Grecia vuelve al dragma, por ejemplo, sus compromisos financieros seguirán siendo en euros o dólares, con lo que necesitará recaudar mucho más en su divisa nacional para pagarlos).

Una posibilidad es que el euro sobreviva con los países del Norte (Alemania, Francia y otros), con Italia y España como posibles acompañantes. Pero la moneda europea como lo conocemos hoy en día no existirá.

En este escenario habrá que ver si el vaticinio de Angela Merkel sobre el devastador impacto que la muerte del euro podría tener sobre la UE era un recurso político para movilizar a los reticentes a ayudar a Grecia o una perpicaz evaluación de la realidad.

IV.- La banca española tiene expuestos 1.137 millones en deuda húngara
Publicado el 04-06-2010 , por Expansión.com

Los problemas de Hungria afectaran a la banca española en menor medida que a la de otros países, ya que las entidades españolas tienen expuestos 1.363 millones de dólares (1.137 millones de euros) en deuda del país centroeuropeo. Esta cantidad representa un total del 0,9%, en el que los bancos alemanes y austriacos tienen un mayor riesgo ante un posible impago. Hoy, Hungria ha encendido las alarmas al afirmar que podría sufrir una crisis como la de Grecia.

Según los datos publicados por el Banco Internacional de Pagos, la exposición a Hungría del conjunto de entidades a nivel mundial sumaba 125.051 millones de euros. Las entidades más expuestas son las procedentes de los países centroeropeos que representan el 45,4% del total.

Los bancos austriacos y alemanes son los principales acreedores del país europeo. Los primeros tienen invertidos 31.117 millones, mientras que los alemanes cuentan con una exposición de 25.718 millones. En el caso de Francia, otro de los países más expuestos a la crisis griega, sus entidades bancarias tienen expuestos 9.873 millones.

Otros países con una exposición relevante a Hungría son EEUU con 3.857 millones de dólares (3.217 millones de euros), Países Bajos con 3.751 millones de dólares (3.129 millones de euros), Japón con 1.769 millones de dólares (1.476 millones de euros) y Portugal con 505 millones de dólares (421 millones de euros).

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