Archivo del Autor: Sinesio López Jiménez

Acerca de Sinesio López Jiménez

Sinesio López Jiménez es doctor en Sociología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de Lima, Perú. Hizo estudios de doctorado en la Ecole Pratique des Hautes Etudes de la Universidad de París bajo la dirección de Alan Touraine. En la actualidad es profesor principal de la Facultad de Ciencias Sociales de la PUCP y de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM. Fue coordinador de la maestría en Sociología de la PUCP, coordinador de la maestría en Ciencia Política de la PUCP, Director de la Biblioteca Nacional del Perú (2001-2005), Director de El Diario de Marka (1982-1984) y columnista político del mismo. Los campos de interés académico son la Teoría Política, la Política Comparada, el Estado, la Democracia y la Ciudadanía. Ha sido profesor visitante de FLACSO, Quito, Ecuador y del CAEM. Es autor de los libros El Dios Mortal, Ciudadanos Reales e Imaginarios, Los tiempos de la política, coautor de varios libros de sociología y política y ha escrito muchos artículos y ensayos de su especialidad publicados en el Perú y en el extranjero. Actualmente es columnista del diario La República.

¿… Y QUE HAY DE NUEVO?

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Sinesio López Jiménez

En el mundo globalizado las modas intelectuales son inevitables. Todos los que trabajan en el campo de las ideas conocen más o menos lo último (dicho a veces como quien cuenta un chisme) que se discute en las universidades más prestigiosas y más innovadoras del mundo. Gracias a la revolución de las comunicaciones la novedad se difunde rápidamente y se transforma en moda intelectual que, por definición, no dura mucho. Esas modas intelectuales hacen generalmente que las ideas se adelanten mucho a la realidad en la que ellas son discutidas.

Eso no está mal si las ideas de moda abren paso a una realidad nueva.  Cuando eso sucede, surge un debate intelectual (a veces muy ideologizado) sobre la conveniencia, la orientación, la calidad y el impacto de tales ideas. En ese momento comienza el tránsito de la historia de las ideas a la historia social. Lo novedoso es que este proceso se desarrolla ahora con una velocidad inusitada gracias a la comunicación virtual. Esto contrasta radicalmente con el pasado (antes de 1980) en el que todo parecía desarrollarse en cámara lenta. Todo tenía su tiempo relativamente largo: el surgimiento de las ideas nuevas, el debate intelectual, la conversión de lo intelectual en político, la transformación de la historia de las ideas políticas en historia social. Para entender mejor la diferencia pensemos en la distancia de más de un siglo que existe entre la ilustración y  la revolución francesa.

El problema de las modas intelectuales se produce cuando las ideas de moda tienen poco que ver con la realidad. Es lo que sucede, a mi juicio, con el concepto de calidad de la democracia. Este concepto surge en otros países luego de la transición y de la consolidación democrática. Ese no es caso peruano. En Perú hemos entrado a discutir la calidad de la democracia sin haber discutido la consolidación democrática  (más allá de la crítica del sentido teleológico del concepto) porque la discusión sobre la transición peculiar e incompleta (que Perú tuvo con la fuga de Fujimori y con el gobierno de Paniagua) “se comió” el tiempo del debate intelectual y político sobre la consolidación. Esta no ha tenido un tiempo intelectual de debate.

La discusión sobre la transición ha sido muy confusa y se ha prolongado más de lo necesario. Es un error sostener que la transición es inconclusa porque no culminó en la dación de una nueva constitución. Es incompleta, pero no inconclusa. La transición concluye con las elecciones generales en las que gana Toledo en el 2001. Las elecciones generales constituyen una nueva legitimidad y acaban con la situación de ilegitimidad del pasado. Todas las cosas pendientes son herencias autoritarias que la consolidación tiene que resolver.

La consolidación tiene que ver con la institucionalización y la rutinización de las reglas de juego (Schmitter) de la democracia tanto en el acceso al gobierno como en el manejo del Estado. Este es el tiempo del Estado de derecho o del dominio de la ley. Ella puede pasar por tres niveles: la consolidación básica que se reduce a la alternancia democrática en el gobierno y que sólo es democracia electoral; la institucional que,  además de la democracia electoral, desarrolla el sistema de partidos, el estado de derecho, la legitimidad del Congreso, el funcionamiento eficaz de las instituciones; y la amplia que implica, además de todo lo anterior,  el desarrollo de un sistema hegemónico en el sentido gramsciano. El Perú sigue estancado en la consolidación básica.

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EL CINISMO EN ACCION

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Sinesio López Jiménez

La coordinación de un grupo de trabajo sobre los derechos humanos en el Congreso por la defensora de los asesinos del grupo Colina ha suscitado diversas reacciones y ha sido leído desde diversos ángulos. La noticia  produjo agresivas protestas y también tímidas defensas en nombre de la tolerancia en las redes sociales. La prensa que se ubica en el centro-izquierda cuestionó la medida. La prensa cuasi-monopólica de derecha la defiende en nombre de la reconciliación (¡!) y contra el supuesto monopolio de defensa de los derechos humanos que postula la izquierda (¿?). Pese a las protestas, la Chávez ha sido ratificada con el voto de 6 fujimoristas y un aprista (Mulder).

El acontecimiento político tiene, sin duda, muchos sentidos desde los cuales puede ser leído. Algunos analistas ven que la designación de la Chávez embarra la imagen de distanciamiento de los crímenes y la corrupción del padre que pretende transmitir Keiko. El tema presenta muchas aristas de discusión. ¿La imagen de Keiko es sólo para tapar los crímenes de su padre?. ¿Es otro proyecto político?. ¿En qué consiste el nuevo proyecto?. ¿El fujimorismo está dividido?. Los votos compactos en la Comisión de Justicia del Congreso desmienten esa supuesta división.

La designación y la reconfirmación de la Chávez significan también que en el Congreso, el escenario en donde antaño se hicieron las más importantes denuncias de la violación de los derechos humanos,  ya no hay congresistas ni fuerzas políticas que los defiendan. Los derechos humanos no han sido ni son sólo una bandera de la izquierda sino también la reivindicación de un amplio espectro de fuerzas progresistas (e incluso de algunas fuerzas de derecha) que hoy están debilitadas o ausentes del Congreso. En este escenario oficial el péndulo de la política se ha desplazado desde el lado progresivo de la transición democrática del 2000 hacia el lado conservador y hasta reaccionario de hoy.

Pero hay un sentido peor en todo esto. El hecho que una defensora de criminales, sin haber cambiado un ápice su posición política y sin haberse autocriticado de nada, comande un equipo de trabajo de derechos humanos en el Congreso y el hecho de que los congresistas fujimoristas, defensores del ex-presidente más corrupto de la historia, pretendan dirigir la Comisión de Etica del Congreso, revelan que ellos (o sus sectores más recalcitrantes) tienen un proyecto perverso para envilecer la política y convertir al Congreso en un albañal. Pretenden borrar los linderos entre el bien y el mal y eliminar los criterios que permiten diferenciarlos. El cinismo en acción.

Es necesario preguntarse si lo que sucede en el Congreso es una resonancia de lo que pasa políticamente en el país. Me parece que el Congreso expresa una situación extrema y que la situación política en el país presenta más matices. Una rápida mirada a lo que pasa en los partidos, en los medios, en el campo de los intelectuales, en las encuestas de opinión permite percibir un debilitamiento de la izquierda y del progresismo y un cierto fortalecimiento de las derechas y sobretodo el crecimiento de un abultado centro que mira con interés a la derecha.  Las redes sociales y los débiles movimientos sociales, en cambio, son un espacio de libertad y de protesta que podrían enrumbarse hacia el progresismo y cuestionar el establisment neoliberal y autoritario.

 

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¿OTRO GIRO A LA DERECHA?

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Sinesio López Jiménez

El cambio de tres gabinetes en dos años y medio es un síntoma de inestabilidad gubernamental y de volatilidad política. La duración promedio es de nueve meses, aunque el de Lerner duró solo cuatro. Los ministros tienen tiempo solo para calentar el asiento y les queda muy poco tiempo para la gestión eficaz. La inestabilidad del equipo de gobierno genera ineficacia en las decisiones e inefectividad en la gestión. ¿Qué orientación política tendrá este nuevo gabinete?.  Es difícil saberlo con precisión, pero sospecho que va para la derecha debido a  la lógica de la pendulación con que se ha movido el gobierno y a la actual correlación política de fuerzas.

El primer gabinete fue de centro izquierda (Lerner); el segundo, de centro derecha (Valdez) y el tercero, de centro (Jiménez). El que va a entrar en funciones va para la derecha. La implacable ofensiva política y mediática de la derecha y las permanentes concesiones del gobierno de Humala permiten sospechar que el giro es a la derecha, independientemente de la orientación política de sus integrantes. En estos frecuentes cambios de equipo hay ministros que se quedan y se fortalecen y otros que se van.

¿Quien se queda y quien se va? Castilla, el hombre del MEF, entró en el primer gabinete y va integrar el cuarto y si alguien lo reemplaza será como él, un representante de las corporaciones empresariales. En cada crisis Castilla ha salido fortalecido hasta contar con más de la mitad del gabinete en su entorno. Es en la práctica el gobierno. Los volátiles son los ministros políticos. ¿Qué significan los cambios y las continuidades de ministros?. La permanencia de Castilla y la salida frecuente de los ministros políticos significa que la economía es relativamente estable y la política es volátil.

Este divorcio viene desde 1990 en que se instauró la forma extrema de economía de mercado (neoliberalismo) como eje de la vida social, se desvalorizó la política y se  desplazó al estado a un segundo plano. Desde entonces la economía de mercado fue blindada por un régimen autoritario, por los organismos financieros internacionales, por la constitución de 1993, por los gremios empresariales y por la derecha política y mediática. La derecha económica maneja al MEF y al BCR como si fueran su chacra y los blindan con todos los medios a su alcance.

La desvalorización de la política y del estado empalmó en los 90 con la crisis de las instituciones y con el colapso de los partidos convirtiéndola en una actividad volátil y ligera y colocando a los caudillos en el centro de la escena para personificarla. Todos ellos están  hoy en la picota acusados de corrupción. La solución de ayer es el problema de hoy. Su ciclo parece estar agotándose por más esfuerzos que haga la derecha mediática y política para limpiar a unos y hundir a otros. ¿Qué es lo que está en disputa en la política de hoy?, ¿cuál es la agenda pública?.

Cuatro temas  parecen ser los más importantes: el modelo neoliberal,  la corrupción, la calidad de la gestión de las políticas sociales y la seguridad. El primero sólo es cuestionado por el Frente Amplio de Izquierda y los movimientos sociales. Tengo la sospecha que las derechas usan los tres últimos temas para someter más al gobierno. Quieren convertir a Humala en un ujier que les abra todas las puertas del poder para ejercer un dominio total.

 

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FHC Y AMERICA LATINA HOY

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Sinesio López Jiménez

Siempre son interesantes las miradas frescas y penetrantes sobre los países de AL en su conjunto. La más aguda, me parece, es la de Fernando Enrique Cardoso (FHC). En el 2007, luego de haber ejercido por dos veces consecutivas la presidencia de Brasil, FHC vuelve a Dependencia y Desarrollo en AL, el libro clásico de sociología política comparada de AL que escribió con Enzo Faletto en 1967, con un artículo esclarecedor: “New Paths: Globalization in Historical Perspective”, que se publicó en el 2009 en Studies in Comparative International  Development juntamente con los artículos de destacados científicos sociales de NA que lo discuten.

Cardoso demuestra que el marco histórico-estructural de  análisis es todavía útil para describir las transformaciones generadas por la globalización en los países subdesarrollados, a condición de que se emplee con la sutileza necesaria para evitar el reduccionismo. La globalización, de la misma manera que la dependencia, no es más que un despliegue del sistema capitalista en las condiciones históricas actuales en las que el capital financiero, el inmenso desarrollo tecnológico y las comunicaciones juegan un papel central. FHC sostienen que la globalización plantea algunos desafíos ineludibles (la democracia, la competencia en el mercado globalizado y la lucha contra la desigualdad y la pobreza) que todos los países tienen que enfrentar tarde o temprano. Los países de AL están respondiendo de diversa manera de acuerdo a sus condiciones estructurales y a sus diferentes estrategias políticas y capacidades de liderazgo.

Las condiciones estructurales son el punto de partida, pero no determinan la forma adoptada por los procesos económicos y políticos. Las estrategias políticas para la integración en la economía mundial tienen un cierto margen de autonomía. Sin embargo, la gama de estrategias viables depende de factores que difieren de un país a otro, como la capacidad local de la acumulación de los ingresos, la presencia de la inversión extranjera directa, el mix entre la producción nacionalmente  controlada y la producción controlada por las multinacionales, la participación del sector público en la producción, la capacidad de liderazgo, las ideologías dominantes, y así sucesivamente. En otras palabras, hay caminos alternativos. No todos son posibles, por supuesto, ni tienen las mismas posibilidades de éxito en todos los países.

 

Tres países-Chile, Brasil y México- han logrado, mediante una estrategia socialdemócrata globalizada, una integración más favorable en el mercado globalizado y respuestas elaboradas a los retos de la globalización que, a pesar de que todavía son insuficientes, se orientan a las necesidades de sus poblaciones. Otros países, como Argentina, han desarrollado una estrategia más de la salida (Hirschman) o de retirada frente a los desafíos de la globalización, mientras que la mayoría, como Uruguay, Paraguay y los países de América Central, que carecen de la recursos para lograr un salto cualitativo, idearon estrategias de supervivencia mediante la búsqueda de nichos en el mercado mundial para su producción tradicional.

 

Los países que poseen un producto de alto valor global, como el petróleo o el gas, pero que carecen de los recursos necesarios para otros saltos globalizadoras más audaces han asumido posición de protesta y de rechazo a algunos desafíos de la globalización. Estos son los casos de  Bolivia, Ecuador y Venezuela. Finalmente, Perú y Colombia, a pesar de que tienen menos recursos que Brasil, México y Chile para responder con éxito a la globalización, disfrutan de recursos suficientes para darles, en el tiempo, más posibilidades de afrontar los retos del nuevo orden mundial.

 

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FERNANDO HENRIQUE CARDOSO

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Sinesio López Jiménez

Fernando Henrique Cardoso es el intelectual público más destacado de América Latina. Es también uno de los más preclaros representantes de la élite brasileña tanto en el campo intelectual como en el político. Ha sido Senador y Presidente de la Republica por dos periodos consecutivos, elegido con la más alta votación. La élite estatal brasilera es, a su vez, una de las mejores de América Latina que puede competir de igual a igual con la élite privada, pese a las limitaciones que, según Peter Evans, presenta el estado desarrollista brasileño con respecto al estado desarrollista arquetípico de los tigres asiáticos. Imposibilitados de transformar a la burocracia en su conjunto, los dirigentes brasileños se empeñaron en crear “reductos de eficiencia” dentro de la burocracia, modernizando gradualmente el aparato del Estado en lugar de someterlo a una transformación amplia.

 

Estudió en la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de la Universidad de Sao Paulo (USP) en donde obtuvo la licencia en Ciencias Sociales. En 1961 obtuvo el doctorado en Ciencias Políticas con la tesis “Capitalismo y Esclavitud en el Brasil Meridional” bajo la dirección del célebre sociólogo Florestán Fernández. En 1962 y 1963 cursó un postgrado en el laboratorio de Sociología Industrial de la Universidad de París bajo la dirección de Alan Touraine. Su experiencia académica es también vasta. Trabajó entre 1964 y 1967 en el Instituto Latinoamericana de Planificación Económica y Social (ILPES), en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y en la Facultad de Ciencias Económicas de la universidad de Chile. En 1967 fue profesor de la Universidad de París-Nanterre y de la Escuela de Altos Estadios de Ciencias Sociales también en Paris en donde fue un excepcional testigo de la protesta estudiantil y de la revolución de mayo de 1968.

Ese año volvió a Brasil y fue profesor de Ciencia Política en la USP y uno de los fundadores del Centro Brasileño de de Análisis y Planificación (CEBRAP) en 1969. En los setenta fue profesor visitante de varias universidades prestigiosas de Europa y de Estados Unidos, entre ellas las universidades de Stanford, Princeton, Cambridge, Brown, Berkeley y en el Instituto de Estudios sobre Desarrollo Económico y Social (IEDES) de París. Sus numerosas investigaciones y publicaciones tocan diversos temas de las ciencias sociales: el desarrollo de AL, el Estado y la política, las dictaduras y la democratización, las transiciones democráticas. El libro más original y de mayor impacto en las ciencias sociales y en la política es Dependencia y Desarrollo en América Latina, ensayo de interpretación sociológica (siglo XXI: 1970). En las mejores universidades y publicaciones de Europa y de Estados Unidos ese libro sigue siendo un referente importante para comprender AL. El libro es en verdad un clásico de la sociología política comparada de AL.

Cardoso ha participado también en interesantes debates intelectuales.  Los más importantes que han sido analizados en la academia y en la política de América Latina y del mundo son los que sostuvo con Gunder Frank y Ruy Mauro Marini sobre dependencia y desarrollo en AL; con José Nun, erudito sociólogo argentino, sobre la masa marginal y el ejército industrial de reserva en AL; con Nicos Poulantzas sobre estructuralismo y marxismo; con Guillermo O´ Donnell sobre el Estado Burocrático Autoritario en AL. Su contribución al desarrollo de las ciencias sociales es original y de gran impacto en el campo del desarrollo económico y de la política, razón por la cual la PUCP le otorgará el martes 22 el Doctorado Honoris Causa.

 

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EL CASERITO DE LOS COMERCIOS

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                                   Sinesio López Jiménez

A veces los políticos de derecha también dicen la verdad. García, por ejemplo,  ha tenido la sinceridad de reconocer que es un caserito de RPP desde hace 40 años y ha proclamado a su amigo Raúl Vargas “la voz emblemática del Perú”. Sólo faltó que saludara y agradeciera a los chistosos que todos los días lo entrevistan para que haga reír a la gente con sus solemnidades. Algo parecido se podría decir hogaño de Los Comercios como decían los canillitas de antaño de los diversos diarios que anunciaban y vendían. Ahora Los Comercios ya no tienen el sentido figurado de antes sino que aluden a la realidad maciza de un casi monopolio. Entrevistas complacientes, declaraciones periodísticamente levantadas, acusaciones silenciadas, columnistas defensores a granel se pueden encontrar en todos los diarios y medios que controla El Comercio. Es la libertad de expresión de los dueños de los medios casi-monopólicos de derecha que muchas veces choca con la libertad de información de los lectores, los oyentes y los televidentes.

En el mundo moderno los políticos necesitan de los medios para difundir sus ideas, propuestas y políticas.  En el siglo XIX, cuando en el Perú no existían medios de alcance nacional, ni debate público ni opinión pública significativa, la propaganda en las campañas electorales se hacía por correspondencia. Los candidatos escribían cartas a los grandes propietarios de las haciendas para que les hicieran propaganda personal entre su gente en una relación cara a cara. Los políticos no podían desplazarse mucho en el territorio porque no existían ni aviones ni carreteras. La carretera panamericana funciona desde 1945.

Cada época tiene su medio privilegiado. En la primera mitad del siglo XX la prensa escrita ha sido fundamental para la política en el Perú, además de la plaza pública. Un editorial de El Comercio se echaba abajo un gabinete. Los políticos de los 30 que buscaban el cambio–Mariátegui y Haya- sintieron la necesitad de organizar periódicos partidarios o revistas de mayor alcance intelectual y nacional, ante la hostilidad de los diarios de derecha. Ahora García no tiene la preocupación de revivir La Tribuna porque ya tiene Los Comercios. En este nuevo escenario la pregunta por un millón de soles es quien cooptó a quien. La repuesta me parece obvia: García defiende hoy los intereses supérstites de la vieja oligarquía y de los nuevos ricos.

En la segunda mitad del siglo XX con el desarrollo del mercado interno, con la relativa integración del territorio por  la construcción de vías terrestres y aéreas de comunicación y con la emergencia de una esfera pública y una opinión pública nacionales todos los medios entraron a tallar en la política (la prensa escrita, la radio y la TV) y las campañas y los desplazamientos de los políticos tuvieron un alcance nacional. La plaza pública siguió siendo el escenario de las grandes manifestaciones políticas. La Prensa de los 60 inventó el manisfetómetro para medir la densidad de cada manifestación partidaria. Hasta 1989 los medios acompañaron, sin embargo, a los partidos que eran el eje central de la política.

Desde ese año en que se produce la crisis y el colapso de los partidos, estos y los electores han comenzado a girar en torno a los medios (sobre todo a la TV) y los caudillos que han devenido hoy el eje central de la política. Fernando Henrique Cardoso sostuvo en una ocasión que si Lenin viviera hoy no fundaría un partido sino que compraría una estación de TV. Bernard Manin sostiene que los medios han producido una metamorfosis del gobierno representativo y han generado una democracia de audiencia. ¿Son todopoderosos los medios de derecha?. Felizmente no. Varias veces han sido derrotados en las elecciones de las últimas décadas. Las que vienen no serán la excepción. El caserito de Los Comercios está advertido.

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LOS CAUDILLOS EN APUROS

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Sinesio López Jiménez

Los actuales caudillos políticos fueron la respuesta a la crisis y al colapso de los partidos políticos en la década del 90 del siglo pasado. El caso de García es singular. A medida que el Apra se debilitaba, él iba creciendo como caudillo con intereses distintos a los del Apra como partido haciéndola girar alrededor de su figura. El Apra actual es un pequeño entorno de García. Ahora los caudillos son el problema. Todos han sido acusados fundadamente de corrupción y es difícil que salgan ilesos y limpios del fango en el que están metidos por más que los aparatos estatales de control desplieguen una operación de limpieza para presentarlos inmaculados. Entre los muchos temas que esto suscita hay tres a considerar: La peculiaridad de los caudillos actuales, las causas de su corrupción y qué viene luego de ellos.

La historia política peruana y latinoamericana está llena de caudillos de diverso tipo. Tenemos caudillos tradicionales, caudillos populistas y caudillos en tiempos neoliberales. Los caudillos tradicionales (civiles y militares) del siglo XIX expresaban y representaban en el campo de la política a sociedades invertebradas, heterogéneas y fragmentadas a las que ellos buscaban mantener dentro de un territorio unificado. Los caudillos populistas del siglo XX expresaban en el campo político, más que a clases sociales, a masas populares y mesocráticas excluidas (por el sistema oligárquico) que demandaban reconocimiento e integración en las diversas dimensiones de la vida nacional.

Los caudillos en tiempos neoliberales surgen como un producto de un conjunto de cambios que les imprimen características especiales. En primer lugar, ellos acompañan la implantación del modelo neoliberal ante el agotamiento del populismo como modelo de desarrollo. En segundo lugar, ellos respiran el clima de devaluación de la política y del estado que el neoliberalismo trae consigo para implantar el mercado como eje de la vida social. Algunos de ellos (Fujimori) llegan incluso a proclamarse antipolíticos. En tercer lugar, los caudillos surgen como una respuesta personalista a la crisis y al colapso de los partidos políticos y a la pérdida de confianza en ellos.

Los caudillos tradicionales son producto de una crisis de representabilidad o de las dificultades de una sociedad fragmentada para ser representada en el campo de la política. Los caudillos populistas son producto de la imposibilidad de una representación liberal de las masas que buscan ser expresadas políticamente como una comunidad nacional, no como clases. Los caudillos en tiempos neoliberales son producto principalmente de una crisis de representatividad o de las dificultades de los partidos para recoger las demandas de los diversos grupos sociales, canalizarlas y llevarlas al sistema político para resolverlas.

¿Por qué se corrompen los caudillos en tiempos neoliberales?. Hay varias explicaciones. Primero, todos los caudillos son enemigos de las instituciones, las combaten, las debilitan y las copan, especialmente a las de control. Segundo, la debilidad de la esfera pública y de la sociedad civil les impide ejercer un control social efectivo. Tercero, la “teoría” del mal menor que hace que a veces funcione y a veces no el control vertical o ciudadano en el momento de las elecciones. Cuarto, la defensa de algunos corruptos por algunos medios de derecha. ¿Qué viene ahora? En una sociedad desguarnecida, desprotegida y sin representación política, cualquier cosa puede pasar. Puede surgir un individuo audaz y aventurero que se presente como un salvador o pueden emerger nuevas agrupaciones políticas con ideas, proyectos y rostros nuevos que recojan lo mejor de la historia política.

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TORPES Y PENDEJOS

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Sinesio López Jiménez

García es ligerito de lengua para calificar a sus adversarios políticos. “Cantinflas” lo acaba de llamar al presidente Humala. “Torpes” les espetó a los integrantes  de la Megacomisión  que lo investigan cuando encontraron nuevos elementos de juicio en el caso de los petroaudios. Para culminar la faena debió agregar: Nosotros los pendejos ya les ganamos la batalla en este caso en el Poder Judicial. García reclama a la Megacomisión el respeto al debido proceso que él no observó con los ciudadanos cuando fue presidente de la República. El caso más escandaloso y trágico es el de Bagua en el que se zurró en el debido proceso que ordenaba a los gobernantes consultar a las minorías étnicas antes de autorizar cualquier tipo de inversión. García no respetó el debido proceso y se produjo entonces el Baguazo con el saldo lamentable de varios muertos y heridos.

¿Qué es el debido proceso y cuál es su importancia?. Es el conjunto de reglas de juego y de procedimientos que encauzan las formas de decisión y de acción de los que gobiernan y operan en el sistema político, especialmente en el Estado, para que esas formas sean consideradas legítimas en la medida que respetan los derechos de todos. Es importante porque la legitimidad de las decisiones y acciones gubernamentales determina, a su vez, lo que se llama la obligación política según la cual las decisiones y las acciones deben ser obedecidas o resistidas por los ciudadanos. El debido proceso acompaña al dominio de la ley en el Estado y en la sociedad, esto es, al Estado de Derecho que, por desgracia, en nuestro país es más normativo que efectivo. No hemos alcanzado lo que los juristas y los politólogos llaman una alta positivación del derecho. En este sentido, los pendejos son criollazos, pero aparentan ser ingleses cuando les conviene.

¿Quién define el debido proceso?. En general, la Constitución y las leyes y, en particular, los reglamentos que tienen los diversos aparatos del Estado. El Congreso, por ejemplo, tiene su propio reglamento. ¿Quiénes determina la observancia o no del debido proceso?. En nuestro medio, son el Poder Judicial y el TC que dictaminan ante la presentación de determinados recursos de amparo de los ciudadanos que se sienten víctimas de la violación del debido proceso. ¿Son imparciales las decisiones del Poder Judicial y del TC?. Desgraciadamente la respuesta es negativa. Hay varias razones que explican la parcialidad. Primero, la inevitable parcialidad del Estado en sociedades desiguales. Al respecto Madison, uno de los Federalistas, escribió: “Siendo general la ley, no puede ser imparcial cuando los hombres sobre los que se aplica igualitariamente son desiguales”.

Segundo, el Apra, más que cualquier otro partido, se ha caracterizado por copar a los aparatos de estado con sus militantes, especialmente a los aparatos de control institucional. Es probable que actualmente el Apra tenga más militantes en el estado que en la sociedad. Según los datos de SERVIR, en el segundo gobierno de García entraron 350 mil nuevos empleados públicos. Tercero, con la amenaza de volver al gobierno en el 2016, García activa los reflejos pro-apristas del Poder Judicial, de la Fiscalía y del TC. Finalmente, la influencia de los medios de derecha (que miman a García y lo protegen de las acusaciones de corrupción) es innegable en la marcha actual del Estado. Todo esto hace que las decisiones del PJ, TC y de la Fiscalía estén viciadas por su parcialidad.

 

 

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LA POLITICA: ¿NOBLE O VIL OFICIO?

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                                                           Sinesio López Jiménez

De la política se puede decir lo mismo que Luis Miró Quesada, legendario director de El Comercio,  decía del periodismo. Puede ser el más noble o el más vil de los oficios. En el mundo clásico la política fue una forma de realización humana. Los ciudadanos que actuaban en la polis griega y en la civitas romana podían ser mejores ciudadanos y aspiraban a arañar la eternidad. En el Medioevo los Papas hicieron de la política un oficio divino (afirmando que el poder venía de Dios y que ellos eran los administradores de la titularidad del poder teocrático), aunque muchas veces la transformaron en un albañal.

Los republicanos (Maquiavelo entre ellos) de las ciudades-república del Medioevo postularon hacer de la política una forma de hacer la historia de los hombres (como alternativa a las historias de Dios, de la Fortuna y del comercio) y un espacio de plena realización humana. Hobbes pensó que la política y el Estado eran una forma de salir de la egoísta naturaleza humana pre-social y pre-política (que nos conducía a la guerra de todos contra todos) y de construir el orden y la paz. Locke, por el contrario, hizo de la política y del gobierno medios para conservar y defender la vida, la propiedad y la libertad, rasgos que, según él, caracterizan el estado de naturaleza de los hombres.

Escribo esta pequeña historia que muestra que la política (más allá de sus diversas orientaciones)  puede ser distinta al miasma que ella ha llegado a ser en el Perú de hoy. El panorama es desolador si se examina rápidamente el Estado, las instituciones, los partidos, los liderazgos. El Estado es una macro-estructura débil, capturada, hemipléjica, ineficaz y corrupta. Sus aparatos económicos (en particular, el MEF y el BCR) han sido capturados por la CONFIEP para ponerlos a su servicio. Los aparatos de control institucional han sido capturados por los corruptos para blindarse y limpiarse de las acusaciones de corrupción.

He aquí algunas perlas para ilustrar estas capturas. Algunas autoridades del poder judicial y del Ejecutivo presionan a una jueza para que absuelva a los acusados de haber asesinado a un terrorista rendido luego de la liberación de los rehenes en la Embajada de Japón. El TC limpia a Castañeda del caso Comunicore y a García de las acusaciones de crímenes de lesa humanidad en el caso de El Frontón. Algunos fiscales se niegan a acusar judicialmente a algunos ministros del gobierno de García comprometidos en casos de corrupción. En el TC y en la Fiscalía (como en el poder judicial y en otras instituciones de control) ha habido y hay una notoria influencia del Apra. A todo esto hay que añadir la repartija del Congreso.

Los partidos tanto los históricos (Apra, AP, PPC y los de izquierda) como los que se llaman así por un abuso del lenguaje (Perú Posible, Solidaridad Nacional, Somos Perú, Gana Perú, etc) están en la lona y no hay indicios claros de un retorno a la vida actica. El vacío fue llenado por los caudillos que tuvieron sus momentos de gloria  pero que hoy visitan el abismo, acusados de corrupción casi todos sin excepción. Lo que probablemente más irrita a los ciudadanos es que pretendan utilizar la política (se autoproclaman candidatos presidenciales) para salir del albañal, pero terminan embarrándola más. Algunos de ellos, sin embargo, se hacen ilusiones de éxito. Necesitan un terremoto social y político para despertar.

 

 

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LOS MINISTROS DEL BILLETON

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                                               Sinesio López Jiménez

En Perú y en algunos países de AL tenemos democracias electorales con dictaduras empresariales. Desde 1990 los ministros de Economía y Finanzas no provienen de los partidos que ganan las elecciones sino de los organismos financieros internacionales o de la banca privada. Los caminos de acceso al cargo pueden ser diversos, pero los más frecuentes son la ignorancia y el temor de los gobernantes elegidos, la presión del poder económico o una combina de ambos. El caso de Castilla fue una imposición de la CONFIEP con el apoyo decidido de los medios de la derecha. En todos los casos, lo que fundamenta la exigencia de los poderes fácticos es, además de la eficiencia, la (manida) confianza de los empresarios. ¿Y el voto de los electores?, ¿y la democracia?, ¿y la confianza de los ciudadanos?. Bien, gracias. Eso no cuenta.

¿Por qué los poderes fácticos pretenden tener en el MEF a ministros de su confianza?. Los empresarios más crudos y duros quieren en el MEF a ministros que les ayuden a ganar mucha plata y que no los agobien con impuestos y otras cargas. Los más sofisticados buscan ministros que, además de ayudarlos a ganar un buen billete, les garanticen el funcionamiento del modelo neoliberal y protejan sus intereses de largo plazo. ¿Y los equilibrios macroeconómicos?, ¿Y las responsables políticas fiscales y monetarias? No es necesario tener un ministro neoliberal en el MEF para mantener los equilibrios macroeconómicos y aplicar políticas fiscales y monetarias responsables.

En los tiempos de bonanza (2002 en adelante), los hombres del MEF han sido también guardianes del piloto automático de la economía primario-exportadora. Se limitaron a mantener el rumbo impuesto por la sostenida demanda internacional de materias primas y por los altos precios de los commodities. Son estos factores, no la genialidad de los burócratas del MEF ni el modelo neoliberal, los que explican los altos niveles de crecimiento económico alcanzado en estos últimos años. Cualquier ministro de economía y cualquier modelo económico en una situación de bonanza internacional tendrían éxito.  Habría que imaginar a los superministros neoliberales en tiempos de vacas flacas para conocer la real dimensión de lo que valen.

Los altos niveles de crecimiento económico sobre estas bases frágiles han dado, sin embargo, a los hombres del MEF un cierto prestigio y una ocasional legitimidad sobre todo en el mundo empresarial. Cumplida la misión para la que fueron impuestos por los poderes fácticos los ministros del billetón son premiados por los organismos internacionales y por la banca privada con puestos directivos y con suculentos sueldos. Un típico intercambio de favores que todos ven como normal y no como una corruptela.

Los gobiernos de Toledo, García y Humala han desaprovechado la bonanza internacional para transformar el crecimiento en desarrollo sostenible. Una vez más la prosperidad falaz y la oportunidad perdida. Con la desaceleración de la economía y la posible crisis en que ella puede desembocar se requiere un nuevo equipo económico y un nuevo modelo. Un ministro impuesto por el capital que, además, pierde la oportunidad de la bonanza internacional para impulsar un desarrollo sostenible y que, frente a la desaceleración y a la posible crisis, insiste en mantener las mismas políticas del piloto automático, debe abandonar el cargo. Esas son quizás las razones por las cuales el Frente Amplio de Izquierda pide la renuncia de Castilla.

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