Sinesio López Jiménez
La muerte de Aníbal Quijano enluta a las Ciencias Sociales (CCSS) del Perú y América Latina. Su muerte es una gran pérdida sobre todo para los seguidores del pensamiento crítico latinoamericano. Para entender al Perú y a AL, para producir conocimientos relevantes en las CCSS latinoamericanas y para plantear y hacer una política alternativa, Aníbal se ubicó en el lugar de los que perdieron en la historia, de los conquistados, de los discriminados, de los excluidos, de los dominados y de los explotados.
Siguió el camino abierto por Huamán Poma, el indio universal, quien, en su Nueva Crónica y Buen Gobierno, protestó contra la conquista y la opresión de sus connacionales, pero valoró, al mismo tiempo, las contribuciones y avances que trajo el mundo occidental. Es el mismo camino que, en los siglos XX y XXI, han seguido, entre otros, José Carlos Mariátegui, Alberto Flores Galindo y Carlos Iván Degregori. Es la misma ruta que recorre hoy con lucidez admirable Gustavo Gutiérrez quien, en estos días, cumple –y celebramos- 90 fructíferos años de vida.
Aníbal estudió historia en la UNMSM, sociología en la FLACSO de Chile y se doctoró en San Marcos con una tesis que abría una nueva comprensión en el campo de las identidades: La emergencia del grupo cholo en la sociedad peruana. Fue un destacado profesor de sociología en la UNMSM y profesor invitado de las más importantes universidades del mundo. En los 60 trabajó en la CEPAL, ese Think Tank plural de AL. Para los que estudiamos en la UNMSM en la década del 60, Aníbal fue un referente por su calidad como profesor, por su creatividad como investigador y por su ubicación crítica en el campo de las CCSS y de la política. El estuvo siempre en el lado bueno de la historia.
Fue también un militante de la política y un defensor de las causas justas y sufrió, por eso, los sinsabores de las persecuciones, de las prisiones y de las deportaciones en los gobiernos dictatoriales. En sus reflexiones para entender y cambiar al Perú y AL, Aníbal manejó bien la larga, la mediana y la corta duración. Es más difícil con frecuencia moverse en esta última porque en ella se trata de comprender la historia al mismo que se produce y se actúa. La coyuntura es el laboratorio de la construcción de la historia.
Sus obras más importantes son: “Polo marginal y mano de obra marginal en América Latina (1970), Nacionalismo, Neoimperialismo y Militarismo en el Perú (1971), Populismo y Marginalidad en América Latina (1973 con Weffort), Cultura y Dependencia (1975), Dependencia, Cambio Social y Urbanización en América Latina (1977), Imperialismo y Marginalidad en América Latina (1977), Imperialismo, Clases Sociales y Estado en el Perú 1895-1930 (1977), Dominación y Cultura (1980), Colonialidad del Poder, Globalización y Democracia.(2001), Antología esencial: De la Dependencia histórico-estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder (2014).
En los últimos años, Aníbal creyó encontrar la clave para entender y cambiar al Perú y AL y para resituar su producción anterior: la colonialidad y la descolonialidad del poder. Descansa en paz, querido Aníbal.