Sinesio López Jiménez
El proceso electoral ha pasado rápidamente de la confusión e incertidumbre a la deslegitimación, cualquiera hubiera sido la decisión que tomara el JNE. Si hubiera decidido que TPP y APP siguieran en carrera, los candidatos del establisment y los medios concentrados habrían dicho que el proceso electoral estaba contaminado y deslegitimado porque participaban algunos candidatos que legalmente no habrían debido participar. Ahora que ha decido excluirlos, un importante contingente ciudadano y una creciente corriente de la opinión pública nacional e internacional van a sostener que el proceso electoral es antidemocrático e ilegítimo porque impide la participación política de, por lo menos, un cuarta parte de los electores.
¿Cómo hemos llegado a esta situación crítica del proceso electoral?. Hay varios factores que han contribuido a producirla. Uno primero es la mantención de viejas normas y la dación de otras nuevas sobre los partidos y el proceso electoral con la clara intención de producir confusión y de excluir a los candidatos del centro y de la izquierda. Las normas no caen del cielo sino que han sido hechas por los legisladores conservadores que controlan el Congreso y que quieren construir un sistema político cerrado en el que solo ellos puedan participar canalizando la representación de todos los ciudadanos. Buscan reducir la competencia electoral a los candidatos del establisment e impedir la renovación política.
Un segundo factor, que coincide con el anterior en los objetivos políticos, es la apuesta firme de los medios concentrados a mantener el statu quo neoliberal, a elitizar la escena política y electoral para que en ella solo puedan participar los partidos y personajes del establisment, a excluir al centro y a la izquierda anulando la presencia de alternativas que cuestionen al pensamiento único neoliberal. Un tercer factor es la falta de autonomía y la incompetencia del JNE que es el gran operador de este proceso antidemocrático. Varios analistas y medios han señalado la presencia de integrantes apristas en su composición, lo que quita imparcialidad a sus decisiones. Hay, además, una evidente incompetencia del JNE en el manejo de las etapas y los tiempos del proceso electoral, lo que ha generado confusión e incertidumbre en los actores políticos y en los ciudadanos.
¿Qué viene ahora?. En un primer momento se va a producir un gran desconcierto y un incremento significativo de los votos viciados y blancos y de los que no saben por quién votar. En un segundo momento, se producirá un cierto realineamiento de las opciones electorales. Es probable que gran parte de los votos de Acuña, en particular de los sectores D y E, pasen a engrosar la filas de Fujimori; que las clases medias acomodadas y altas que querían votar por Guzmán pasen a PPK o a Barnechea y que las clases medias, pobres y muy pobres que querían votar por el moradito opten esta vez por Barnechea y Verónica Mendoza.
La pregunta de fondo es cómo va a reaccionar la enorme masa de ciudadanos contestatarios del Sur, especialmente del sur andino, cuya apuesta por un determinado candidato decide generalmente su pase a la segunda vuelta. Me parece que esa disputa se va a dar entre Barnechea y Verónica Mendoza dentro de una guerra sin cuartel desatada por la derecha y las fuerzas del establisment.
Es acertado decir que “el proceso electoral ha pasado rápidamente de la confusión e incertidumbre a la deslegitimación”; ya por la contradición del JNE en la aplicación de sanciones para unos y la venia para con otros, a pesar de las evidentes pruebas, y ya porque terminó salvando de la sanción popular a la alianza Apra-Ppc. Una vez màs vemos pobreza de las instituciones e ineficiencia y corrupción de funcionarios.
Es un poco forzado afirmar que las normas no caen del cielo, que han sido hechas por los legisladores conservadores que controlan el Congreso y que quieren construir un sistema político cerrado en el que solo ellos puedan participar canalizando la representación de todos los ciudadanos, simplemente porque la ley es aprobada por todos los congresistas o por la mayoria. El segundo factor sobre los medios concentrados “Se cae por si solo”, ellos no tienen voto en el congreso. Y en cuanto al tercer factor, es una falacia afiormar que porque los integrantes son de tal o cual partido, las decisiones estan mal. Las decisiones se deben juzgar de acuerdo a los normas establecidas y son para todos. Espero que comprenda mi interpretación. Saludos. Atte