Sinesio López Jiménez
Gramsci, el más brillante teórico del heterodoxo marxismo italiano, se preguntaba en los años 30 del siglo pasado, si el Times de Londres era o no un partido político. La pregunta es tanto o más pertinente si la dirigimos a El Comercio, el decano de la prensa peruana, sobre todo ahora que es el buque insignia del partido de los medios concentrados (PMC). Este suple con creces la carencia de partidos en el campo de la derecha. El PMC tiene su estado mayor (el directorio y los cuerpos directivos de los diversos medios bajo su mando) que define la línea política (los enemigos a combatir, los aliados, los programas, las estrategias, las tácticas), cuenta con intelectuales orgánicos (columnistas y articulistas neoliberales) y, para estar de acuerdo con los tiempos, contrata a sicarios mediáticos (algunos columnistas que fungen de analistas y otros contratados ad-hoc) para liquidar moralmente a sus enemigos.
El PMC no se comporta como un partido competitivo sino que tiene más bien pretensiones de partido único como en los estados totalitarios. Concentra mucho poder mediático, no por la fuerza de las ideas, sino gracias a la capacidad de compra del capital. Para el PMC no hay adversarios sino enemigos. Todos los políticos que no comparten el campo de la derecha neoliberal son enemigos a los que hay que liquidar moral y políticamente. Desde el 2010 en adelante viene desplegando una campaña agresiva de liquidación de los dirigentes políticos de la izquierda que desempeñan cargos públicos o que pueden representar a la izquierda, exagerando algunos errores o simplemente inventándolos.
Desde una fecha más reciente vienen haciendo lo mismo con los políticos que pueden representar al centro. Las campañas contra Toledo y contra la pareja presidencial, a partir de indicios que es necesario investigar, han sido y son demoledoras. La cosa comienza en la TV, siguen luego los mastines de la concentración y remata El Comercio con una sesuda sentencia editorial que repiten como loros sus aliados de la radio y de otros canales de TV. Los delitos que puedan haber cometido algunos políticos de izquierda o de centro tienen que ser juzgados imparcialmente y castigados. Eso es diferente a lo que hacen los medios concentrados. Ellos denuncian, magnifican, escandalizan, juzgan y condenan a los políticos de centro y de izquierda mientras callan, ocultan los delitos y las denuncias de sus candidatos favoritos de la derecha.
Una estrategia alternativa, en caso fallara la liquidación de un candidato que represente al centro y de otro a la izquierda, es incentivar la sobrepoblación de esos espacios con candidatos de tal manera que se anulen entre ellos. No faltarán los ambiciosos que colaboren con la estrategia alternativa de fragmentación del centro y de la izquierda que plantea la derecha. El juego político global puede cambiar si aparecen dos outsider fuertes (Gastón, por ejemplo, en el centro y otro en el centro-izquierda que venga de los movimientos juveniles). Gastón es el terror de García, Keiko, PPK y el probable candidato de los jóvenes movilizados puede incidir decisivamente en el centro y en la izquierda. ¿Qué hará el PMC en tales probables circunstancias?. ¿Intentará cooptarlos, mimarlos o liquidarlos?. Lo veremos en su momento si esa hipótesis se concretara.