Sinesio Lopez Jiménez
El neoliberalismo criollo ha inventado sus propios mitos para legitimarse. Estos no son, sin embargo, puro cuento. Parten de ciertos elementos de la realidad a los que potencian hasta la exageración. Se vuelven entonces poco creíbles. Enumero los más importantes como ejemplo.
1. El modelo (neoliberal) ha generado el crecimiento económico de estos últimos veinte años. Eso es, en gran medida, pura coincidencia. Es una asociación espuria. No es una relación de causalidad. Algo tienen que ver los equilibrios macroeconómicos, pero las causas fundamentales del crecimiento son la sostenida demanda internacional de minerales y los altos precios de las commodities. Sin estos factores el crecimiento sería menor como sucedió en el 2009 en el que la tasa de crecimiento fue de 0.9. Bolivia (que no es neoliberal) creció más que el Perú en el 2013 y probablemente también en el 2014.
2. Gracias al modelo económico han crecido las clases medias. La relación de causalidad del crecimiento mesocrático no es con el modelo sino con el crecimiento económico que, como se ha señalado, es relativamente independiente de aquél. Tiene que ver también con el nivel de distribución del ingreso. Eso por un lado. Por otro, los neoliberales sobredimensionan el tamaño del crecimiento de las clases medias. Los más optimistas sostienen que el 70% de los peruanos pertenecen a las clases medias, lo que es a todas luces una exageración.
3. El modelo neoliberal ha producido más ciudadanía que otros modelos. No es cierto. La reforma agraria de Velazco, al acabar con el gamonalismo y la servidumbre en el campo, produjo más ciudadanos que el neoliberalismo. Ni el nivel ni la estructura de la ciudadanía han cambiado significativamente si se compara el mapa de la ciudadanía del 1993 con el 2007. Un poco más 40% tiene una ciudadanía de primera porque gozan de todos los derechos civiles, políticos y sociales; un 23% tiene una ciudadanía de segunda clase puesto que accede a todos los derechos políticos, pero tiene serios límites en sus derechos civiles y sociales y un tercio de la población (los más pobres) tiene una ciudadanía de tercera que le permite contar con derechos políticos, pero con pocos derechos civiles y con ningún derecho social.
4. El neoliberalismo ha reducido la desigualdad de ingreso. Este es el tema más discutido por los especialistas. Los trabajos de Piketty y Atkinson (2007 y 2010) muestran que la desigualdad se incrementó significativamente en el mundo anglosajón después de 1970 debido a las políticas neoliberales, pero que ella no cambió en Europa continental. Los neoliberales criollos dicen que el Perú es una excepción porque gracias al neoliberalismo se ha reducido la desigualdad. Se basan en la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) a la que, como ha dicho Pedro Franke, se le escapan los elefantes (los más ricos) a los que nunca encuesta. Los economistas críticos del modelo neoliberal sostienen que la desigualdad se mantiene alta (GINI=0.6) o ha bajado muy poco.
Hay otros mitos (el mito del monopolio de la eficiencia privada, el de la confianza para la inversión, independiente del ciclo económico, el de la elección libre de los monopolios u oligopolios por parte de los ciudadanos). Las encuestas revelan, sin embargo, la poca eficacia de estos mitos legitimadores del neoliberalismo: Sólo el 31% lo apoya.
Una sociedad cavernaria y semifeudal como la nuestra, siempre estará llena de mitos y dogmas por el temor a la ciencia y al despertar de la conciencia poblacional o "ciudadanos". Sin embargo, la pobreza en las calles y campesinado no se tapan con índices manipulados, ni regalando migajas o con una educación deprimente.