Archivo por meses: septiembre 2010

DISCURSOS EXCLUYENTES E INCLUSIVOS

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Sinesio López Jiménez
Hegemonizada por la extrema derecha, Lourdes se equivocó de escenario. Ella creía que iba a la guerra cuando se trataba sólo de un debate político e intelectual. Las diferencias son radicales. Mientras la guerra trata al otro como enemigo al que hay eliminar a través del arma, el debate político-intelectual considera al otro como adversario al que hay que integrar a través del discurso. Esa confusión de escenarios explica la estrategia de Lourdes en el debate del lunes pasado: Polarizar para excluir. La argumentación central de Lourdes es la siguiente: Susana Villarán es una candidata políticamente inaceptable porque está asociada con Patria Roja, el Sutep, el humalismo y …el terrorismo. Patria Roja, el Sutep, el humalismo constituyen un peligro para el país, esto es, son enemigos porque traen inestabilidad y atraso. Ergo, hay que acabar con ellos.
El discurso de la extrema derecha es excluyente y es tan viejo como la conquista y la colonia que diferenció la república de españoles de la de indios para oprimirlos y expoliarlos. Los movimientos nacionales (indígenas, mestizos y criollos) de la independencia no lograron sustituirlo por un discurso hegemónico e integrador y por eso continuó en la república criolla del siglo XIX, en la oligárquica del siglo XX y sigue en la neoliberal de hoy. En la república oligárquica, a la exclusión de los indios, mestizos y cholos se añadió la del Apra y la de la izquierda marxista, los nuevos demonios de la derecha de entonces. El artículo 53 de la Constitución de 1933 excluyó al Apra y al Partido Comunista acusándolos de ser partidos internacionales. Los defensores a ultranza del neoliberalismo extremo pretenden hoy excluir a Patria Roja, al humalismo, a los partidos de izquierda en general, al Sutep, a los sindicatos y a los movimientos sociales, acusándolos (obviamente con mentiras y calumnias) de ser socios del terrorismo.
¿Es ganador el discurso excluyente de la ultraderecha en el contexto peruano de hoy? Mi hipótesis es que ese discurso está condenado al fracaso por varias razones. En primer lugar, el Perú, pese a sus deficiencias, es ya un país de ciudadanos que demanda derechos y asume responsabilidades y que ha llegado a ser tal superando una serie de exclusiones (de género, de edad, de raza, de cultura, de alfabetismo, etc). En segundo lugar, existe una sociedad civil, no tan vigorosa pero significativa, conformada por organizaciones, asociaciones y redes sociales múltiples que constituyen espacios de integración y de cohesión social. En tercer lugar, existe un régimen democrático que, más allá de sus debilidades, es aceptado por la mayoría de los ciudadanos como la mejor forma de gobierno. Su vigencia implica el pluralismo, la tolerancia y la integración. Finalmente, creo que la mayoría de los peruanos, desgarrada por una serie de contradicciones y fracturas de todo tipo (nacionales, sociales, regionales, raciales, culturales, etc) y traumada por la reciente guerra fratricida, no está dispuesta a reproducirlas ni siquiera en el discurso.
En el actual contexto social y político son los discursos incluyentes e integradores los que tienen éxito. Por eso, Susana ganó el debate del lunes pasado. Mi hipótesis es que su discurso empata más con el espíritu y con las demandas de integración de la gente. Hay diversas maneras de construir discursos de integración. La de Susana es comunitarista-liberal que deja de lado las contradicciones y las diferencias para afirmar la unidad. Yo prefiero los proyectos hegemónicos que toman en cuenta las contradicciones y las diferencias, las resuelven mediante propuestas culturales y políticas y las expresan en un discurso integrador como el de Haya y el de Mariátegui (el que pensaba, el de los Siete Ensayos) de los 30. Es una lástima que Lourdes se haya dejado arrastrar por un discurso excluyente cuando ya estaba instalada en un discurso pluralista y competitivo.

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LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO

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Sinesio López Jiménez
Lima no es Canudos, pero en ella se está librando la guerra del fin del mundo si se mira las portadas de los diarios de la ultraderecha. Todas las visiones apocalípticas tienen un parecido de familia. Un profeta respetado (aunque desgarbado) anuncia a los desheredados de esta tierra el fin del mundo y la llegada del juicio final y afirma que todos deben prepararse para gozar del cielo o para achicharrarse en el infierno. El fin del mundo llega generalmente con el fin del siglo en el que “se apagarían las luces y lloverían estrellas”, “los ríos se tornarían rojos y un planeta nuevo cruzaría el espacio”, como en la mejor novela (para mí) de Mario Vargas Llosa.
La ultraderecha peruana ha inventado también su propia guerra del fin mundo, pero carece de la imaginación fecunda y del subyugante estilo literario del novelista. Su versión es, como la ultraderecha misma, vulgar y pedestre. El triunfo de Susana Villarán, dice el libreto, es el anuncio del fin del mundo. El paraíso limeño se esfumará y el infierno ocupará su lugar. La ciudad será un caos, el transporte se paralizará, los hospitales privados (de solidaridad) serán estatizados, el vaso de leche será suprimido, el sutep manejará la educación, los terroristas gobernarán la ciudad, el riesgo país aumentará, las inversiones y los inversionistas huirán, los sacudones financieros perturbarán nuestra estabilidad, todas las plagas de Egipto, en fin, nos invadirán.
La derecha se suma y le hace comparsa a la ultraderecha, pero trata de mantener las formas. El problema, dice, no es Susana sino las oscuras fuerzas que la acompañan: El MNI (Patria Roja). Los más desvergonzados añaden sin pestañar el terrorismo de Sendero Luminoso y del MRTA. Patria Roja, el Sutep, el humalismo son presentados como encarnaciones del mal. Olvidan que éstos son partidos (o sindicatos) legalmente reconocidos y tienen (o tuvieron) una representación parlamentaria. Con el nacionalismo y con el Sutep, Fuerza Social no tiene, además, pacto político alguno. La centroizquierda es presentada con traje a rayas como si fuera una fuerza del terror.
Para la extrema derecha, el Perú será un paraíso cuando no existan la izquierda ni la centroizquierda, cuando todos piensen y quieran lo mismo, cuando los sindicatos y las protestas sociales desaparezcan, cuando los cuestionamientos al orden establecido se evaporen, cuando todos acepten el sagrado orden neoliberal (extremo), cuando los colores y los matices se extingan. La ultraderecha quiere un país aburrido, monocromático, no de ciudadanos dignos, sino de borregos felices, de siervos voluntarios ( Etienne de la Boétie dixit). Jodidos, pero contentos, podría ser su mejor lema. La derecha acepta la existencia de la izquierda a regañadientes, pero la quiere a su imagen y semejanza: sin voz, sin dientes, sin garras, sin puños, echada, meliflua y faldera. Pero esa, como es obvio, no es la izquierda ni la centroizquerda. Todo esto es un síntoma de lo peor: el fascismo comienza cuando los partidos liberales se desdemocratizan (dejan de ser democráticos, pluralistas y liberales), como lo subrayó en su momento Hortheimer.
¿Porqué la ultraderecha no tolera a la izquierda ni a la centroizquierda?. ¿Por qué la derecha las acepta a regañadientes?. ¿Por qué ambas fuerzas no aceptan a los sindicatos ni a los movimientos populares organizados?. Además de intolerancia, sobretodo de la ultraderecha, hay muchos intereses que defender. La izquierda, la centroizquierda, los sindicatos y las organizaciones populares no sólo agreden sus buenas consciencias y perturban su siesta política sino que ponen en peligro sus bolsillos, especialmente los inmensos bolsones de un sector de sus representados. Volveré sobre este tema en mi próxima columna. Para terminar dos respetuosos saludos. El primero, a Armando Villanueva del Campo y a Carlos Roca, dignos representantes del Apra, quienes, con otros, mantienen enhiestas sus banderas de izquierda. El segundo, al brillante equipo tecno-político e intelectual que acompaña a Susana.
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LOS DESTRUCTORES

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Sinesio López Jiménez
Los rostros de todos los candidatos aparecen en la TV, sus voces se escuchan en la radio y sus fotografías aparecen en los principales diarios y revistas. Hemos vuelto al pluralismo de los medios que otorga legitimidad a la competencia electoral. Eso no implica, sin embargo, la ausencia de simpatías y de sesgos informativos. La neutralidad absoluta es una meta imposible en sociedades plurales y conflictivas. Ella es más difícil cuando, debido a la crisis de los partidos, los medios se han transformado en actores y forman parte de los poderes fácticos. En esas nuevas condiciones, ellos se vuelven competidores de los partidos. ¿Por qué ahora el pluralismo?. ¿Por qué no fueron pluralistas en las elecciones del 2006? Mi hipótesis es que se abren al pluralismo en el juego chico y se cierran en el juego grande cuando se disputa el gobierno del país. Me gustaría equivocarme y que todos los medios asumieran una posición pluralista también en elecciones generales del 2011.
En la primera vuelta de las elecciones del 2006, Lourdes fue la favorita de casi todos los medios y en la segunda la reemplazó García como el mal menor frente a Ollanta Humala. Esas elecciones no fueron realmente competitivas. Mientras Lourdes y García, cada uno en su momento, recibieron el apoyo de todos los medios, Humala fue la bete noire de éstos, de la derecha y de todos los poderes fácticos. No todos los candidatos y los ciudadanos tuvieron las mismas condiciones de acceso a los medios en el 2006. Más aún, se buscó aplastar a Humala con una montaña de desinformación. La política es hoy impensable sin los medios: la política se ha mediatizado. Salvo circunstancias excepcionales como la marcha de los cuatro suyos, la política ha abandonado hace rato la calle y la plaza pública. Los medios constituyen el escenario principal de la política. Esto no significa que los medios sean una especie de factótum de los políticos, que pueden construir candidatos o destruirlos. Significa que los ciudadanos se informan de la política a través de los medios y que los políticos tienen que acceder a ellos para hacerse conocidos y para hacer conocer sus propuestas.
La pegada y la llegada del candidato dependen de sus capacidades comunicativas, del interés de sus propuestas y de su carisma, esa aura especial que adorna a algunos políticos. No es cierto que Jaime Bayly hizo a Susana. Le abrió con cortesía, como a otros candidatos, un espacio para que fuera conocida. El resto –la aceptación ciudadana, su ascenso vigoroso y acelerado en las encuestas, etc- es obra de Susana dadas ciertas circunstancias, la principal de las cuales es la tacha de Kouri. Esta circunstancia fue aprovechada por Susana. ¿Por qué no la aprovecharon los otros candidatos si casi todos estaban en el sótano de la política como ella: menos de 4% de opción de voto. Tampoco es cierto que Bayly esté destruyendo a Lourdes con una contracampaña permanente. Ella tiene la posibilidad de contrarrestarla en el mismo programa de Bayly y en otros medios, si quiere, pero no lo hace. Es un error.
Luego de los condenables chuponeos a la candidata del PPC-UN, la pregunta clave que hay que hacerse es: ¿quien la quiere destruir políticamente?. ¿Quién ordena los chuponeos?. Ella acusa a la mafia montesinista. Es posible que así sea. Puede ser la venganza de Kouri. Pero me parece una respuesta insuficiente. En el intento de destruir a Lourdes me parece que hay cosas más grandes en juego que un mero acto de venganza o la alcaldía de Lima. Lourdes es la actual lidereza de la derecha y su probable triunfo a la alcaldía de Lima puede dar alas a Toledo en el 2011 y darle impulso a su propia candidatura en el 2016. ¿Quién apetece la jefatura de la derecha y la presidencia de la República en el 2016?. Es probable que los que la desbarrancaron del escenario grande al escenario chico sean los mismos que hoy quieren sacarla de la política.
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EN LA RECTA FINAL

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Sinesio López Jiménez
El personaje central de este proceso electoral es, sin duda, Susana Villarán. Es el fenómeno Susana. Aun no concluye la campaña, pero ya comenzaron los balances. Los medios y los analistas se comportan como si todo hubiera sido ya dicho y sólo esperan el veredicto de las urnas. No todo ha sido dicho, sin embargo. El azar existe en la historia. Es la clásica historia de la Fortuna que es difícil (sino imposible) domesticar. La historia de los hombres y de las mujeres ha entrado ya en la recta final. ¿Y la historia de la Providencia?. ¿Por quién se inclinará la Providencia?¿Será progresista o conservadora?. Después de todo, Lourdes y Susana son dos respetables creyentes, cada una a su manera por cierto. Como analista, me toca examinar sólo la historia de los hombres y de las mujeres. Con las otras historias no me meto. Las respeto, pero no me meto.
Este proceso electoral municipal tiene un conjunto de características relevantes: Limeñización, personalización, politización, polarización, mediatización y periodización en dos etapas. Todos los reflectores de los medios y de los analistas han estado concentrados en Lima. El resto del país ha sido puesto en la penumbra. Es natural que así sea. La capital representa más de un tercio del electorado y los resultados cuentan e importan mucho en la política. A eso hay que añadir la presencia en el escenario limeño de tres personajes importantes y lo que ellos y ellas representan: Lourdes Flores, a la derecha; Alex Kouri, al fujimontesinismo y Susana Villarán, a la izquierda. Lourdes, lidereza del PPC, conservadora, pero demócrata a carta cabal, fue desplazada de la cancha grande del 2011 al escenario municipal limeño por García y los poderes fácticos. Kouri se desplazó del Callao a Lima con el apoyo de García, la ultraderecha y el fujimorismo. Era su gallo de tapada en estas elecciones. Con esos apoyos, Kouri creyó que todo lo podía, incluso violar las leyes electorales. Felizmente el JNE supo cumplir su deber. Ese es su mérito.
Luego del intento de forjar un frente progresista amplio, Susana Villarán, lidereza de un pequeño partido de izquierda moderada, Fuerza Social, terminó encabezando una alianza con otros partidos de izquierda, incluido el MNI de Patria Roja, al que se ha querido satanizar, pese a que es un partido legalmente reconocido. Mérito de Susana es haber actuado con inteligencia y ponderación para crecer, primero lentamente y luego a velocidad de crucero. La politización apasionada del proceso electoral no sólo se debe a su indudable cercanía con las elecciones generales del 2011 sino también al carácter político de sus principales protagonistas. Estos juegan ahora, algunos de ellos por interpósita persona, su primer tiempo.
Este es un proceso electoral muy polarizado. La primera polarización fue definida por Lourdes en su propio beneficio entre la decencia (Lourdes) y la corrupción. La segunda fue trazada por Susana Villarán en un proceso polarizante, ma non troppo, inteligentemente calculado para no asustar a la veleidosa Lima conservadora. Estas polarizaciones definen claramente las etapas del proceso. La primera se desarrolló en el campo de la derecha, la ultraderecha, el fujimontesinismo que, con García, querían hacer de la competencia electoral una pichanguita entre amigos. La segunda confrontó a la derecha y a la izquierda. Es la confrontación temida por todas fuerzas de la derecha, especialmente por la ultraderecha intolerante, partidaria del pensamiento único. Con la caída de Kouri, los perdedores se lanzaron con todo contra Susana Villarán para aniquilarla, pero han fracasado. Desde la lona emiten sus últimos gritos desesperados para detener su avance arrollador.
Los medios han desempeñado, sin duda, un papel fundamental. Después de mucho tiempo la mayoría de ellos ha vuelto a jugar un papel pluralista. Como debe ser. La prensa de ultraderecha, en cambio, buscó destruir a Susana con una campaña torpe y calumniosa que terminó ayudándola. Volveré sobre el tema.

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EL PRIMER TIEMPO

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Sinesio López Jiménez
El primer tiempo del partido de fondo del 2011 se está jugando ya en el 2010. Los resultados de las actuales elecciones municipales y regionales van a prefigurar el escenario de las elecciones generales del 2011. Eso explica en gran medida el alto nivel de politización y las pasiones desatadas en la actual competencia electoral. Eso explica también la presencia activa de los principales actores políticos en el escenario municipal y regional y el despliegue de sus diversos juegos de poder. Como partido organizado es el Apra el que ha lanzado un mayor número de candidatos a las elecciones municipales y regionales mientras que el fujimorismo y el nacionalismo se presentan aliados con líderes locales o con frentes regionales respectivamente.
Descartada la candidatura de Kouri por el JNE, la ultraderecha, el fujimorismo y García se han quedado sin candidato, pero mantienen un juego político y electoral. En la nueva polarización derecha-centroizquierda van a optar, sin duda, por Lourdes, para ellos el mal menor. A García, sin embargo, no le conviene el triunfo de Lourdes: Lo descoloca para el soñado 2016. Forma parte de esa movida el intento de separar a Toledo de la candidata del PPC-UN para evitar que el posible triunfo de Lourdes fortalezca la candidatura del ex -Presidente. Un elemento central de su juego político es el despliegue agresivo de la guerra sucia contra Susana Villarán en el más puro estilo de la prensa chicha del fujimontesinismo. El último descubrimiento científico por el que puede recibir el Nobel uno de los voceros de la ultraderecha es que la sangre determina el voto de los ciudadanos y que la degeneración genética determina el voto por la izquierda. La desesperación política profundiza, sin duda, la estupidez. Otro componente adicional de su juego político es el boicot abierto al referéndum sobre el FONAVI afirmando irresponsablemente que el triunfo del sí traería consigo el incremento del IGV.
El Apra tampoco tiene candidato a alcalde y presidente de la región de Lima, pero eso no significa que carezca de un juego político. Es probable que un porcentaje del alto nivel de indefinición provenga del Apra. ¿Cuál es su juego como partido?.Mi hipótesis es que el juego del Apra como partido es distinto al de García y es distinta también su ubicación en el espectro político y que la tradicional disciplina aprista está en cuestión. Mientras García se ubica en la derecha del espectro político, las bases del Apra ocupan un espacio de la centro-izquierda. En esa medida, las bases apristas (independientemente del macartismo de sus líderes) podrían terminar votando por Susana Villarán. Abona esa apuesta una vieja cercanía sociológica entre el Apra y la izquierda.
El nacionalismo tampoco tiene candidato en Lima y en Callao ¿Cuál es juego de Ollanta Humala en las elecciones de Lima? ¿Por quién votarán los nacionalistas?. Una forma de responder esta pregunta es analizando las cercanías ideológicas y sociológicas de los electores, la misma que puede ser observada a través de los vasos comunicantes que ellos establecen entre sus candidatos. Hay vasos comunicantes entre los electores de Ollanta y de Keiko Fujimori por identidad sociológica, pero como Keiko se quedó sin candidato es probable que funcione la cercanía ideológica con la izquierda y que los nacionalistas terminen votando por Susana. Según la encuesta última de Imasen, hay también vasos comunicantes entre Keiko y Castañeda y entre Castañeda y Toledo. Es probable que en estos dos últimos casos, los votos vayan hacia Lourdes. No es desdeñable el probable trasvase de votos entre Toledo y Humala. Cualesquiera sean los resultados, la votación por Susana complica el panorama político del nacionalismo. A Ollanta le conviene, en ese contexto, que gane Susana. Un modesto consejo a Susana y a Fuerza Social: No hagan caso a los loquitos fascistas de la ultraderecha. Los interlocutores válidos son las fuerzas de la derecha democrática y pluralista.
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