Por Belén Kayser
Los dispositivos móviles y lo táctil pasan de ser el enemigo para las 70.000 españoles que se valen del tacto o el sonido a ayudarles en el día a día.
Más de 70.000 personas en España necesitan adaptaciones específicas para poder compensar su ceguera. Los dispositivos móviles y lo táctil podrían haber sido el enemigo para personas que se valen del tacto o el sonido. Pero está sucediendo lo contrario: se están convirtiendo en su principal apoyo, con la ayuda del big data y el internet de las cosas.
En la palma de la mano, desde hace casi una década, ocurre casi todo. Comunicarnos, movernos, informarnos, pagar… Todo a un clic, todo táctil. Todo en una pantalla plana, suave, sin relieve. “Todo lo que era accesible por salto, por ese clic del botón, está dejando de serlo”. Esta es la queja de Guillermo Hermida, director del CIDAT (centro de investigación y desarrollo de la ONCE) y ciego. “Lo táctil es nuestro enemigo y los avances tecnológicos han sido una involución para nosotros”, explica “pero el internet de las cosas y el big data nos están abriendo un mundo de posibilidades a través del oído gracias a la información en tiempo real”.
La ONCE tiene 72.256 afiliados (cifras de 2016). Ayudar a estas personas a llegar a los sitios sin sobresaltos y desarrollar su vida constituye una carrera en la que compiten fabricantes de electrodomésticos, televisores y teléfonos inteligentes. Un filón, además, para los programadores de aplicaciones, que se frotan las manos con la cantidad de información sobre todos estos sectores que deja como rastro todo el que usa un smartphone. Las balizas, o dicho de otra forma, los sensores que detectan el movimiento y la ubicación, también son un mercado en auge que intenta mejorar la precisión para que los ciegos se muevan sin peligro. “Tres segundos de retardo pueden ser la diferencia entre caerte o no”, apunta Hermida, “pero el problema es que los avances son lentos y que las marcas que apuestan por esto aún tienen precios que pocos pueden permitirse”.
Lo táctil es nuestro enemigo y los avances tecnológicos han sido una involución para nosotros, pero el internet de las cosas y el big data nos están abriendo un mundo de posibilidades a través del oído gracias a la información en tiempo real”.
- Balizas
La startup de Granada Outbarriers lleva años trabajando un sistema de avisos y balizas para enseñar a caminar por la ciudad a las personas ciegas. “Las balizas se pensaron para el márketing, para conocer mejor al cliente en tiendas o en museos interactivos”, explica Adrián Martínez Rojas, el CEO de la compañía, “pero pensamos en estas otras opciones, porque teníamos un amigo ciego, y empezamos a trabajar”. Así, llamaron a la puerta de comercios y ayuntamientos y cerraron acuerdos con casi 300 locales en ciudades como Granada y Madrid. Su producto, que ha captado la atención del grupo Mahou San Miguel, con los que trabaja, ofrece a la gente ciega avisos sobre la ubicación y obstáculos en calles y locales. El año pasado facturaron 120.000 euros (aún sin beneficios). “Completamos la experiencia con un altavoz porque sabemos lo mucho que supone perder un segundo”.
Los sistemas de balizas, sin embargo, están lejos de ser una solución eficaz, según explican desde la ONCE. “Es un avance positivo, pero de momento son solo paliativos”, explica este portavoz. “Si hay mucha gente se refresca peor la información y con pocos segundos, te puedes caer”. La función de estos dispositivos sería eficiente si además de encontrarse, el ciego se pudiera ubicar. Para esto, los dispositivos móviles adaptados y las aplicaciones móviles que mueve, cumplen una mejor función. “Distingamos entre internet de las cosas y big data”, precisa el director del CIDAT. “Ambos son buenos para nosotros, pero el primero nos ayuda a vivir y el segundo nos mantiene informados en tiempo real, además de servirnos como organismo para trazar patrones de conducta y control de patologías para trabajar en ONCE”.
El departamento al que pertenece CIDAT es una rama privada de la organización. Están centrados, exclusivamente, en el desarrollo de nuevos dispositivos y tecnologías y además sirven de consultoría para empresas. Así, trabajan mano a mano con Vodafone, por ejemplo, en la implementación de un sistema para poder acudir al cine y tener en la palma de la mano los comentarios pertinentes. Netflix, por su parte inauguró hace poco su opción para personas ciegas.
Asimismo, el trabajo con las universidades y centros tecnológicos -desde la Politécnica al MIT- es constante. “Cruzamos datos con ellos, el big data nos ayuda a trazar patrones y hacer mejores implementaciones para los ciegos”, apunta. Otro de sus inventos ha sido crear un diccionario Matemáticas-Braille, de forma que todos los niños puedan asistir a clase en las mismas condiciones, pues el braille tiene menos caracteres que los que requieren las matemáticas. También ganan en importancia aplicaciones de reconocimiento de imagen como TapTapSee.
- Transporte
¿Cómo puede ayudar el big data a una persona que no ve? “Mejora la seguridad, anticipa, planifica… la información es poder, así que cuando más precisa, más específica, mayor seguridad”, explica Hermida. En cuestiones de accesibilidad, si hay socavón en la calle o si hay alguna ruta cortada, el big data ofrecerá información en tiempo real. Explica este trabajador de ONCE que “antes de todo esto, viajar a otro país era una pesadilla, una odisea. Pero ahora todo es más fácil y universal y está online”. El siguiente paso, o la dirección adecuada, asegura, es aumentar el número de fuentes de la que bebe cada aplicación. “El mejor big data es el que se retroalimenta con la información de los usuarios”. Y ponen como ejemplo a una de las aplicaciones más usadas entre este colectivo: Moovit, que además de funcionar como un mapa de conexiones, recoge información de redes sociales sobre incidencias en el transporte público en tiempo real. “Nos da muchísimo detalle y nos ayudan a hacer recorridos mentales”, explica. “También nos da seguridad usar apps como Mytaxi, porque tienes control total del viaje y del pago”.
“La ONCE es nuestra principal referencia a nivel mundial en accesibilidad fuera de Israel (donde se encuentra nuestro equipo de desarrolladores)”, explican desde Moovit, una aplicación que traza la ruta más rápida para llegar al destino elegido usando transporte público.
“Tenemos una relación muy estrecha y productiva con ellos desde hace un año para que nuestra app sea lo más útil y sencilla de usar para las personas con discapacidad visual”, cuentan. “Habitualmente les facilitamos las nuevas versiones de la app que vamos desarrollando antes de que se lancen al mercado, para que realicen un análisis sobre accesibilidad”. Entre sus últimas mejoras está el aumento de los botones, la simplificación de menús y la integración con Voiceover y TalkBack. En Madrid, la app colabora con la Comunidad y el Ayuntamiento.
- Sanidad
En sanidad también se ha avanzado mucho. Y aplicaciones como Insulclock, además de todas las específicas para hacer seguimiento de enfermedades, consultas y diagnósticos, son una enorme fuente de datos que ayuda a establecer patrones y mejorar las alertas de plagas o brotes de gripe, por ejemplo. “Con el big data podemos hablar de medicamentos accesibles”, cuenta el portavoz de ONCE. “Puedes escanear el medicamento y te lee el prospecto y esta información almacenada en el colegio de farmacéuticos y en los hospitales es también big data”.
Los datos y el IoT confluyen en muchos casos. Así ocurre, por ejemplo, con todo lo que tiene que ver con la gestión de los trámites de oficina, como la agenda, las notas de voz y los recordatorios. Y en casa, aplicaciones como el detector de luz – “para confirmar que cuando llegan las visitas la luz está encendida” – son de gran ayuda para los ciegos. Asimismo, existe cada vez más investigación alrededor del reconocimiento de gestos y entornos. “La inteligencia artificial está avanzando mucho y las compañías que lo saben no dejan de investigar, por ejemplo, Microsoft, con los que también colaboramos”, relata Hermida.
El mundo de la tecnología, sin embargo, sigue manteniendo cierta atmósfera de élite. Y esto es una de las críticas más frecuentes en el colectivo. Incluso para las clases medias, algunos dispositivos que facilitarían la vida de los invidentes hacia la accesibilidad y son paradójicamente de difícil acceso. “El ioT nos va a abrir muchas posibilidades de comunicación”, explica. “Pero también tenemos que poder empezar a hablar con los electrodomésticos. Samsung tiene un área de investigación… La lavadora, el aire acondicionado, los termostatos… IOS viene con la app Casa para poder conectarte a todos los dispositivos. El problema es que no todo el mundo se lo puede permitir”.
Fuente: retina.elpais.com