Aplicaciones capaces de cambiar el mundo

La puede ayudar a tecnología ayuda a derribar barreras. Shutterstock
La puede ayudar a tecnología ayuda a derribar barreras. Shutterstock

El Google Campus de Madrid acoge el encuentro ‘Android for inclusion’

Los ponentes analizan la relevancia de la tecnología móvil para impulsar iniciativas de inclusión social dirigido a colectivos vulnerables y con discapacidad

El Google Campus de Madrid acogió ayer Android for inclusion, un encuentro cuyo denominador común fue el desarrollo y difusión de tecnologías que permitieran facilitar la vida a colectivos vulnerables como mujeres víctimas de violencia de género y a discapacitados como sordos, personas con barreras cognitivas o enfermos. Directivos de aplicaciones y start ups dirigidos a estas comunidades desgranaron la utilidad de sus proyectos, muchos de ellos de reciente creación.

La mesa redonda Aplicaciones para cambiar el mundo reunió cuatro profesionales que han impulsado apps disruptivas en este sentido. YgualeX es el resultado de un proyecto de RSC de la compañia UST Global que nació con la intención de transformar la vida de las mujeres que sufren la violencia de género. Para diseñar la aplicación, han contado con psicólogos, directores de colegio y las propias víctimas. “La app se basa en tres pilares. El primero es de carácter informativo, en el que se aborda qué es la violencia de género. También hay lo que llamamos un muro positivo que sirve para compartir testimonios. Estamos hartos de noticias negativas. Pero, a la vez, tenemos en cuenta que en lo que va de año han matado a 27 mujeres y 4 niños en episodios de violencia de género. El tercer gran pilar es la mensajería. A través de un chat facilitamos a las mujeres formas para encontrar una salida a su situación, Comenta José Salamanca, impulsor y director de YgualeX. La aplicación se centra en todos los aspectos de la violencia si bien es en los micromachismos que las mujeres sufren a diario donde más incide.

Josep Figols presentó B-Resol, una app que pretende luchar contra el acoso escolar y de la que es consejero delegado y cofundador. El bulling es un problema que afecta al 25% de los jóvenes. B-Resol, que está pensado para utilizar en el ámbito escolar, permite a los chicos a comunicarse y denunciar su situación de acoso. Lanzado en enero de 2016, ha conseguido acuerdos con la Generalitat de Cataluña que permitieron ponerlo en uso en diez centros de la Comunidad Autónoma. “Hay veces que cuando vamos a los centros a ofrecer charlas entre los alumnos nos encontramos con momentos que en la misma charla los alumnos que participan comienza a utilizar la aplicación”, comenta Figols.

PeopleWho es una aplicación de salud que pretende conectar a personas que padecen una determinada enfermedad. Arrancó en 2014 y ya está presente en cinco países (España, Francia, Italia, Reino Unido y EEUU). “Queríamos ser el Facebook de la salud convirtiendo al paciente en un e-paciente, es decir, en una persona que tuviera una actitud activa con su enfermedad”, dice Tomás García, consejero delegado de PeopleWho. La aplicación aborda tres dimensiones. Una primera social, con comunidades para 21 tipo de enfermedades, desde el trastorno bipolar hasta la diabetes. Otra dimensión es el de ser una herramienta de gestión y control de la enfermedad. Cada una de estas áreas de control (toma de medicación, calendario de visitas con el profesional…) es distinta para cada enfermedad. Por último, se aborda una dimensión de acceso a la información, a través de una publicación online que ofrece artículos sobre las distintas dolencias. “Intentamos hacer que la sanidad sea más eficaz. Por eso, nuestro modelo de negocio consiste en ofrecer esta herramienta al sistema de salud y que sean ellos quienes lo recomienden a los pacientes”, añade García.

El fracaso escolar tiene muchas causas. Pero una de ellas puede ser el que el estudiante no haya sido capaz de comprender un determinado concepto o fórmula matemática que le encalle en su desarrollo formativo. Con esta idea en mente se creo hace unos años Smartick, una aplicación de matemáticas para niños cuyo lema podría ser que “la matemática no se estudia, sino que se practica”. Esto al menos sentencia Daniel López, director de Tecnología de Smartick. El método consiste en practicar durante 15 minutos al día una serie de ejercicios matemáticos, todo ello en un ambiente gamificado para motivar al niño. “Se pretende que el niño trabaje al máximo nivel de competencia, independientemente del programa educativo”, valora López.

Soluciones tecnológicas

El debate Soluciones tecnológicas y diversidad funcional presentó tres proyectos tecnológicos para hacer la vida más fácil a discapacitados. De este modo, Manen Alcaide presentó Visualfy , una tecnología al servicio de las personas sordas de la que es consejero delegado y fundador. Se trata de una solución de domótica a través de un hardware llamado Deaf Smart Space, en la que de forma integral el usuario puede obtener alertas visuales a través del smartphone, la smartTV u otros dispositivos de lo que situaciones comunes como que llaman la puerta, suena el teléfono o el bebé está llorando. “Queremos pasar esta tecnología a edificios públicos y privados”, comenta Alcaide.

Lupe Montero es directora del Colegio Alenta para personas con discapacidad intelectual e impulsora de Taimun Watch . Se trata de un smartwatch con Android Wear y sensores de frecuencia cardiaca. Cuando salta una alarma por una frecuencia alta se elabora una estrategia para calmar al usuario con ejercicios visuales. “La tecnología también puede llegar a estigmatizar. Por ello, el uso de un dispositivo como un smartwatch tiene un potencial inclusivo por su discreción”, considera Montero.

Geoband es una smartband con localizador GPS para niños, ancianos, mascotas y vehículos. Presente en 14 países, aseguran que la demanda está siendo cada vez mayor. La clave está en el precio, que ronda los 200 euros en Europa. “Cambiamos el modelo de negocio, ofrecemos el aparato a precio de coste pero con una cuota fija periódica que incluye el acceso a internet”, explica Iván Pérez, consejero delegado y fundador de Geoband.

La jornada se completó con otra mesa redonda sobre cómo Construir comunidades por la inclusión, en la que participaron representantes de Women Techmakers, Restart Network, Specialisterne y Fundación Sanders, así como una charla de Carmen Martín, gerente de Accesibilidad de Telefónica. El acto de clausura corrió a cargo de Javier Dorado, director de Injuve.

Fuente: elmundo.es

 

Personas con discapacidad controlan robots con la mirada

Las personas en condición de discapacidad han podido avanzar mucho con los desarrollos tecnológicos y cada vez estos llegan a pacientes con mayores dificultades.
Las personas en condición de discapacidad han podido avanzar mucho con los desarrollos tecnológicos y cada vez estos llegan a pacientes con mayores dificultades.

La medicina es uno de los campos más beneficiados con los desarrollos tecnológicos y, precisamente por esto, la salud de las personas se ha visto y se verá en el futuro llegar a niveles siempre superiores.

Uno de los grupos de pacientes a los que han llegado más avances tecnológicos son las personas en condición de discapacidad, sobre quienes, precisamente por sus características complejas, ha recaído un especial interés de los desarrolladores de tecnología aplicada a la salud.

Robots sensibles

Grandes avances se han visto en estos campos, en los que se ha llegado hasta muy profundos niveles de análisis genéticos, por ejemplo, hasta investigaciones en el espacio de opciones para el diagnóstico o tratamiento de enfermedades.

Pero, entre tantas necesidades que desde el punto de vista de la salud plantea el ser humano, el de algunas discapacidades como parálisis totales, hasta hace pocos años era muy poco lo que la tecnología podía ofrecer.

Hoy es posible, como lo describe la agencia Efe, controlar robots con la mirada gracias a una nueva tecnología desarrollada por la multinacional suiza ABB y la compañía española Irisbond, que abre un abanico ilimitado de posibilidades para todo tipo de aplicaciones industriales y sociales, en el ámbito de la discapacidad.

Una partida especial

La presentación de este novedosa tecnología, desarrollada bajo el paraguas del programa Bind 4.0 del Gobierno vasco (norte de España) para fomentar la colaboración entre empresas ya asentadas y emergente, se desarrolló a través de la disputa de una partida de ajedrez entre dos mujeres.

Una de ellas, en silla de ruedas debido a una grave discapacidad de movimientos, estuvo asistida por un robot al que ordenaba realizar distintos movimientos de piezas con la mirada.

Algo posible mediante un ordenador en cuya pantalla aparecía un tablero de ajedrez sobre el que la mujer posaba la mirada para indicar la pieza que deseaba mover y en qué escaque depositarla.

El robot, situado en medio de la mesa y dotado de dos brazos articulados similares visualmente a los de las máquinas quirúrgicas de precisión, movió así varias piezas e incluso se comió la reina de su oponente.

Usos múltiples

La máquina, que tiene en su memoria las reglas de ajedrez y que no permite realizar movimientos prohibidos en el juego, controla también las acciones de la persona que no sufre discapacidad, quien le ha indicado mediante un ratón los desplazamientos de sus fichas.

Una vez concluida la partida, el robot se ha encargado de recoger las piezas y posicionarlas nuevamente en su correspondiente casilla inicial.

Una tecnología denominada “eye-tracking” que podría permitir a un cirujano consultar con la mirada el historial de un paciente mientras le está operando, o a un conductor descolgar el teléfono de su coche al recibir una llamada con solo un movimiento de sus ojos.

La solución desarrollada ahora está basada en un software denominado “web-tracker” que permite el control de ordenadores con el movimiento de los ojos, monitorizados a través de una webcam, y que utiliza sofisticados algoritmos basados en el posicionamiento de la cara y de la visión para permitir a los usuarios interactuar con el robot y controlarlo de una forma natural.

Grandes posibilidades

Esta investigación abre un amplio campo de posibilidades para nuevas aplicaciones de robótica industrial, especialmente en la “robótica colaborativa”, incluyendo nuevas opciones de integración laboral para personas con discapacidad.

Ofrecer a las personas con ciertas limitaciones, la posibilidad de actuar sobre las cosas en forma eficiente es un objetivo que hoy está alcanzado, lo que resta es avanzar sobre estos desarrollos para que el desempeño de estas personas sea cada día mejor.

Publicada por: JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

Crean una gorra que ayuda a las personas con parálisis a mover aparatos con la mente

Christian Peñaloza crea una gorra que ayuda a las personas con parálisis a mover aparatos con la mente

Christian Peñaloza es uno de los científicos menores de 35 años más innovadores del mundo por crear un sistema de ayuda a las personas con parálisis a mover aparatos con la mente.

No toda su vida destacó en las ciencias. “Recuerdo que en la primaria no era muy buen estudiante, incluso estuve a punto de repetir un año escolar”, dice.

Sin embargo, una vez en Tijuana su hermana lo motivó a esforzarse. Christian empezó a destacar en matemáticas, física y química, pero no se le daba el inglés.

CUESTIÓN DE TIEMPO

Aunque Christian destacaba en ciencias, no hablar inglés casi le cierra las puertas. Cuando entró a la preparatoria, su papá le dijo que podía hacer el esfuerzo de pagarle una escuela en Estados Unidos.

“Para mi papá era un sueño que alguno de sus hijos estudiara en Estados Unidos. Mi abuelo fue campesino en Tultepec, Estado de México y después fue indocumentado en Estados Unidos”, recuerda.

Hizo los exámenes de admisión en los que debía demostrar que sabía matemáticas e inglés. “El examen de matemáticas fue muy fácil pero el de inglés no lo pude pasar”.

El director de la preparatoria para la que había aplicado se sorprendió de la capacidad de Christian para las matemáticas y por otro lado, de su deficiencia en inglés.

Miró a Christian y le preguntó en inglés si entendía cuando le hablaba. Christian movió la cabeza afirmativamente.

¿Qué es lo que necesitas para pasar el examen de inglés?, le preguntó. Christian sólo supo responder “time”. El director dejó que Christian repitiera el examen sin cronómetro y logró aprobar.

Desde entonces, todas sus mañanas consistían en esperar formado en el cruce fronterizo de San Isidro para ir a una escuela que, por ser religiosa, casi no tenía latinos en sus aulas.

LOS ROBOTS QUE AYUDAN A LOS HUMANOS

Después de la preparatoria, Christian estudió ingeniería en sistemas en la Universidad de San Diego y para su proyecto final diseñó un robot que no dependía de las órdenes de humanos para funcionar porque contaba con inteligencia propia.

Recordó que a los 15 años su hermana le regaló un robot de juguete que se manejaba a control remoto. Christian imaginó que algún día, los robots ayudarían a las personas en las tareas de la casa o a cuidar enfermos.

Después estudió la maestría en Osaka, Japón, donde estudió neurociencias y robótica, persiguiendo la visión que tenía desde los 15 años sobre los robots que ayudan a las personas.

Pero fue hasta el doctorado, también en Japón, que pudo poner su visión en práctica. Ahí descubrió cómo los pacientes con enfermedades neurodegenerativas pueden mover objetos con la mente, aprovechando los avances de la tecnología.

Se dio cuenta de que esa tecnología agota mentalmente a los pacientes porque tienen que estar muy concentrados en cómo dar órdenes a una máquina para que sea controlada por ellos.

Christian quiso resolver el problema del agotamiento mental y diseñó un sistema que memoriza las antiguas órdenes del paciente para que éste ya no tenga que volver a pensarlas la próxima vez.

El sistema incluye una gorra con sensores para el paciente, que detecta las señales del cerebro; una computadora que interpreta las señales y ejecuta órdenes; y sensores en los aparatos que el paciente necesita controlar.

CONTROLAR APARATOS CON LA MENTE

El sistema que Christian diseñó ayuda a que las personas con parálisis motrices puedan hacer tareas sencillas como encender la luz o conectar la calefacción en sus casas usando la mente.

De acuerdo con datos del Inegi, casi 6 millones de mexicanos tienen algún tipo de discapacidad. La mitad tienen alguna discapacidad para caminar o moverse, siendo la más común en el país.

Muchos pacientes rechazan este tipo de tecnología por el cansancio que les provoca, así que Christian “entrenó” al dispositivo para memorizar las acciones del usuario y la próxima vez que requiere algo, se puede adelantar para que la persona no tenga que pensarlas.

El desarrollo de este tipo de interfaces comenzó con los primeros sistemas que captaban la actividad cerebral, a principios del siglo XX. Sin embargo, hasta la década de los 70 se comenzó a investigar el uso de las ondas cerebrales para comunicarse con dispositivos y las primeras prótesis neuronales se desarrollaron en 1990 para pacientes con problemas de audición, vista o movilidad.

Una interfaz cerebro-máquina sirve para comunicar a una persona con una máquina sin que requiera ningún tipo de movimiento de articulaciones. Funciona a partir de una señal cerebral del usuario hacia un dispositivo que se encarga de ejecutar una determinada acción. Después, esos estímulos cerebrales deben “traducirse” en comandos comprensibles para la máquina.

Por ejemplo, cuando el usuario está cansado y quiere apagar la luz, el sistema detecta ese estado cognitivo y apaga la luz. Además guarda la acción para que la próxima vez lo haga automáticamente; y si el sistema se equivoca, puede aprender de sus errores.

Este avance convirtió a Christian en uno de los ganadores del premio “Innovadores Menores de 35 años” en 2016, otorgado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, una de las mejores universidades del mundo. En esa misma ceremonia se le reconoció como el “Innovador del año 2016”.

DOS CAMINOS A ELEGIR

En 2008 tuvo la oportunidad de trabajar por un tiempo en Canadá para una compañía de ingeniería.

Al final le ofrecieron quedarse a trabajar pero ese mismo día le hablaron de una compañía en Japón para hacer un internado en ese país.

No sabía qué elegir. Por un lado tenía el camino seguro que era aceptar el empleo en Canadá y por otro, ir a un internado de cuatro meses en Japón sin la certeza de quedarse a trabajar allá.

Sus amigos le dijeron que se fuera por lo seguro, que aceptara el empleo en Canadá. Christian recordó algo que su papá siempre le decía. Que si él quería dejar todo atrás como cuando se fue a estudiar a Estados Unidos, siguiera a su corazón y él lo apoyaría.

EL PROYECTO EN MÉXICO

Christian dejó todo atrás, como cuando se formaba durante horas para cruzar la frontera, esta vez para ir a Asia y superar nuevas fronteras: la del idioma y la cultura japonesa.

Después de un tiempo quiso especializarse en robótica e inteligencia artificial, pero no tenía manera de quedarse a estudiar en Japón porque el internado estaba por terminar.

Recordó que dos años antes había aplicado para una beca de maestría otorgada por la embajada de Japón en México. Sin embargo, para que la embajada japonesa revisara su aplicación tenía que pasar por el filtro de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

La SRE rechazó la aplicación de Christian. Esta vez, dos años después del rechazo, Christian estaba en una mejor situación financiera gracias a los ahorros que consiguió trabajando y al apoyo de sus padres. Pensó que con eso podía pagarse la maestría.

Sin embargo, en el último semestre de la maestría sus ahorros comenzaron a agotarse y sus padres no pudieron apoyarlo más por problemas económicos.

Christian pidió empleo a un restaurante de comida japonesa. Empezó trabajando limpiando los sartenes y posteriormente le enseñaron a cocinar.

“Estar parado durante horas detrás de un mostrador con un sartén caliente, me enseñó a valorar el trabajo que personas sin otra opción tienen que enfrentar día a día”, recuerda.

Un profesor lo encontró dormido a media clase y Christian confesó que había encontrado un trabajo para pagarse la maestría.

El profesor le dijo que dejara de trabajar y que él lo contrataría como su asistente de laboratorio. Así, Christian pudo terminar con éxito su maestría y después continuó con el doctorado en la misma universidad, esta vez con una beca y sin pasar por el filtro de la SRE.

Christian abrió una empresa en Tijuana llamada Mirai Innovation. Piensa que se puede utilizar todo el potencial de los ingenieros mexicanos para realizar proyectos que impacten positivamente a los mexicanos.

En México están perfeccionando la tecnología que Christian desarrolló inicialmente en Asia. Allá, la validación de su proyecto fue muy costosa y difícil de usar, por lo que están buscando una forma más barata para traerlo al país.

Esta tecnología también se está usando para detectar cuando un conductor se queda dormido y evitar que sufra un accidente. De inmediato emite una alarma y envía una señal para disminuir la velocidad. También la pueden usar trabajadores de maquiladoras para evitar accidentes en el trabajo.

En México cada hora se registran casi 50 accidentes laborales, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social.

“Mi visión es poder utilizar el potencial de los ingenieros mexicanos para realizar proyectos en salud, educación, seguridad, etc. que impacten a millones de personas”, dice Christian.

Fuente:www.elsiglodedurango.com.mx

Fuente: colimanoticias.com

El aprendizaje automático es el nuevo gran aliado de las personas con discapacidad

El software capaz de entender imágenes, sonidos y textos permite crear herramientas que acercan los beneficios de la tecnología a la gente con problemas auditivos y cognitivos como el autismo.

Por Tom Simonite | traducido por Teresa Woods

Las reglas de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) obligan a que los canales de televisión ofrezcan subtítulos de los diálogos, los efectos de sonido y las reacciones del público como las risas para los espectadores con problemas de audición. Aunque YouTube no está obligada a tal requisito, ha empezado a cumplirlo gracias a la tecnología de aprendizaje automático de Google.

Desde 2009 YouTube ha empleado software de reconocimiento del habla para generar subtítulos automáticamente, los cuales se usan 15 millones de veces cada día. Ahora acaba de lanzar unos algoritmos que identifican aplausos, risas y música y los señalas dentro de los subtítulos. Y la lista de elementos podría aumentar, ya que el software también puede identificar sonidos como suspiros, ladridos y golpes. 

La empresa afirma que las pruebas indican que la prestación mejora significativamente la experiencia de los usuarios con problemas de audición (y de cualquiera que necesite mantener el volumen bajo). El responsable de producto de YouTube Liat Kaver, que es sordo, afirma: “Para las personas como yo, que necesitamos adaptaciones en algunas situaciones, el aprendizaje automático nos ofrece la misma independencia que tiene el resto de la gente”.

De hecho, el proyecto de YouTube no es el único que intenta generar nuevas herramientas de accesibilidad mediante la potencia cada vez mayor y el carácter práctico del aprendizaje automático. La industria de la computación mejorado la capacidad de interpretar imágenes, textos o sonidos debido a los posibles beneficios en áreas como la publicidad, las búsquedas y la computación en la nube. Pero el software capaz de entender el mundo tiene aplicaciones que van mucho más allá de eso.

YouTube ahora describe automáticamente algunos sonidos en sus subtítulos.
YouTube ahora describe automáticamente algunos sonidos en sus subtítulos. Crédito: Cortesía de YouTube.

El año pasado, Facebook lanzó una prestación que utiliza los avances de la empresa en reconocimiento de imágenes para generar descripciones de las fotos que publican los amigos de un usuario, por ejemplo. Y unos investigadores de IBM están empleando software de procesamiento del lenguaje desarrollado bajo el proyecto Watson para elaborar una herramienta llamada Content Clarifier (Aclarador de contenidos) para ayudar a la gente con discapacidades cognitivas o mentales como el autismo y la demencia. Puede reemplazar giros lingüísticos como “un resfriado de caballo” con términos más literales y limpiar o dividir frases más largas con múltiples cláusulas y lenguaje indirecto.

La Universidad de Massachusetts en Boston (EEUU) está ayudando a probar este sistema en personas con problemas de lectura o discapacidades cognitivas. El investigador de IBM Will Scott, que colabora en el proyecto, dice que la empresa está hablando con una organización que ayuda a alumnos de secundaria con autismo a realizar la transición a la vida universitaria. El objetivo es probar el sistema como estrategia para ayudarles a entender los documentos administrativos y educativos. Scott detalla: “Antes no existían la potencia computacional ni los algoritmos y servicios basados en la nube como Watson para ejecutar este tipo de cosas”.

La investigadora de la Universidad de Lovaina (Bélgica) Ineke Schuurman afirma el desarrollo de nuevas herramientas de accesibilidad es muy importante, ya que puede impedir que algunos colectivos desaventajados se queden rezagados mientras la sociedad aumenta su dependencia de ordenadores y dispositivos móviles.

Schuurman es una de las responsables de un proyecto de la Unión Europea que está probando un software de simplificación  propio para personas con discapacidades intelectuales. La tecnología ha sido integrada en apps que se conectan con Gmail y redes sociales como Facebook. “La gente con discapacidades intelectuales, o cualquier otra, querrá hacer lo mismo que hacen sus amigos y hermanos, utilizar smartphones, tabletas y redes sociales“, señala.

Facebook creó un servicio que describe las imágenes con texto para ayudar a los usuarios con discapacidades visuales. Crédito: Cortesía de Facebook.
Facebook creó un servicio que describe las imágenes con texto para ayudar a los usuarios con discapacidades visuales. Crédito: Cortesía de Facebook.

Austin Lubetkin, que tiene un trastorno del espectro autista, ha colaborado con la organización sin ánimo de lucro Artists with Autism para ayudar a otros pacientes a volverse más independientes. Celebra las investigaciones como la de IBM, pero dice que será un reto asegurarse de que las herramientas funcionan bien. Un algoritmo de aprendizaje automático que recomienda una película que al final resulta decepcionante es una cosa; un error que lleve al usuario a malinterpretar a un amigo es otra.

Aun así, Lubetkin, que trabaja en una start-up mientras cursa una licenciatura universitaria, es optimista y cree que el aprendizaje automático ofrecerá nuevas oportunidades a personas con discapacidades durante los próximos años. Recientemente se basó en una tecnología de reconocimiento de imágenes de la start-up Clarify para prototipar una app de navegación que ofrece indicaciones en forma de puntos de referencia, inspirada por su propia lucha para interpretar la información en formato de texto y diagramas de las apps convencionales mientras conducía. La experta concluye: “Sinceramente, la inteligencia artificial puede nivelar el campo de juego”.

Fuente: technologyreview.es