Archivo de la categoría: Turismo

Conocer y saber más sobre una ciudad

12/10/11: Historia de la antigua iglesia Nuestra Señora de Guía

La iglesia Nuestra Señora de Guía o Iglesia de Guía es una recolección de los agustinos en Lima construida a inicios del XVII bajo la advocación de Nuestra Señora de Guía. Se ubicó a extramuros de la ciudad, en el actual distrito del Rímac o ‘Barrio de San Lázaro’. Esto fue así porque la Iglesia de Guía era una recolección -una tipologia dentro de la obra arquitectónica de los siglos XVII y XVIII compuesta por Conventos e Iglesias edificadas en las afueras de la ciudad, acorde con el régimen de vida recoleto que los religiosos debían profesar: pobreza, recogimiento, contemplación, estrechez y penitencia-. En relación con las otras recolecciones limeñas -que emprendieron tanto franciscanos, dominicos y mercedarios durante el Virreinato-, la perteneciente a esta orden era la que se encontraba mas alejada del Centro de la ciudad; específicamente cerca al puente que unía San Lázaro (Rímac) y el barrio de Monserrate (Cercado de Lima), el conocido puente de Palo.

Esta antigua construcción fue digna representante de un estilo arquitectónico que marco época en los siglos XVII y XVIII,. Otra iglesia de la misma tipología fue la Recolección Franciscana de Nuestra Señora de los Ángeles, conocida popularmente como el Convento de los Descalzos.

La orden agustina levantó su convento de recolección en la llamada Portada de Guía, una de las puertas de la antigua ciudad amurallada, situada en la actual Avenida Francisco Pizarro, cerca al cruce de las avenidas Túpac Amaru y Caquetá, en el Barrio de San Lázaro (Rímac). A partir de la construcción de la iglesia en 1619 fue conocido el lugar como el Santuario de Nuestra Señora de Guía, siendo, según Juan Günther, su primer prior el padre Juan Pecador. En 1625, el virrey Marqués de Guadalcázar ordenó su demolición al percatarse de que carecía de licencia real. Ante la falta, retira a los religiosos agustinos de la iglesia de Guía al convento de San Agustín, ubicado en el centro de la ciudad. Gracias al empeño del Prior mencionado, quien viajó hasta España en 1630 para lograr la autorización del rey Felipe IV, se inicia la reedificación de la recoleta de Guía. En 1634 los agustinos inauguran la nueva iglesia, en la que colocaron la imagen de Nuestra Señora de Copacabana y Guía, ejecutada por el indio Juan Agustín, que alcanzó gran devoción popular (Juan Luis Orrego, 2011).

Ruinas de la Iglesia Nuestra Señora de Guía. Foto: El Comercio, 1995. Arqueólogas María Esther Ríos Figueroa y Rosario Bisbal Cáceres denunciaron el estado de abandono en que se encontraba por ese año. Leer más »

12/10/11: Los interiores del Molino Santa Clara

El Molino Santa Clara (Barrios Altos), imponente casona republicana declarada Patrimonio Histórico de Lima (1973), tiene mucho que contar. Conocemos de ella su íntima relación con la colonia italiana asentada en nuestro país -la obra de Luis Josué Rainusso y la de sus hermanos ligures-, las dieciocho estatuas de marmol de carrara que estuvieron en su fachada, el empleo del extinto río Huatica por parte del molino para la elaboración de harina y su hermosa arquitectura de resaltante estilo italiano. Sin embargo, ¿qué conocemos de sus interiores?

Molino Santa Clara, ubicado a la izquierda de la iglesia Santa Clara, Barrios Altos. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Mañana de invierno. Barrios Altos a la vuelta de la esquina. Elevado el camino que emprendemos por el Jirón Áncash. Solos, en procesión, recorremos calles que son de otra época, de otro momento. El tramo que nos dirigía a la Quinta Heeren tendrá que esperar, pues, está sucediendo un hecho inédito. Una de las puertas del Molino Santa Clara se abre, sigilosamente, ante nuestros ojos. Al frente del portón central, una señora trata de ingresar: es nuestra oportunidad para conocer los interiores del molino. Cruzamos la pista desierta hacia el lado de la señora para, casi suplicándole, pedirle el ingreso a la centenaria casona. Con un gesto más de incredulidad que de afirmación, nos permite entrar. Un pequeña habitación nos recibe -oscura, rodeada de mueblería-; conduce al patio, acondicionado ahora a la vivienda de múltiples familias.

Vista desde la habitación oscura que conduce al patio interior. Urge la investigación y la documentación de los interiores del Molino Santa Clara. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

02/10/11: La Casa de Abraham Valdelomar en Barranco

Barranco, villorrio limeño de carácter apacible, con suntuosas mansiones y casas veraniegas, ubicado en las afueras del Centro de Lima –considerado como ‘la Ciudad de los Molinos’, por los molinos de aire que albergaban muchas de sus residencias para abastecerse de agua, característica que le brindó un grato y pintoresco aspecto al distrito por muchos años-, también acogió entre sus callejuelas y plazas a destacados intelectuales y artistas del país. Con las siguientes palabras: “Vengo a Barranco a lavar mi espíritu en la diafanidad del cielo y a perfumarlo”, el poeta peruano Abraham Valdelomar evidenció su cariño por Barranco, catalogándolo como un lugar perfecto para desarrollar su producción literaria en tranquilidad y empaparse de creatividad.

El escritor peruano Abraham Valdelomar en su mansión de Barranco. Lima, 1916. Foto: Biblioteca Nacional del Perú.

El ‘Conde de Lemos’ -seudónimo con el que Pedro Abraham Valdelomar Pinto (1888 – 1919) firmaba muchos de sus escritos-, vivió en la calle del Padre Abregú (en honor al capellán de la ermita de Barranco en 1835, a quien Ricardo Palma dedica una pintoresca tradición y a quien Pancho Fierro dibuja en sus acuarelas). No solo el nombre de este pasaje evidencia su antigüedad, también el piso empedrado y el estilo de las casas-rancho que rodean el lugar demuestran que el tiempo en este lugar ha permanecido casi intacto.

Casa-rancho donde vivió Abraham Valdelomar, Barranco. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La casona está ubicada en el pasaje Padre Abregú 103-105-107, en la esquina con el Pasaje Sucre, en el sector alto del Templo de la Ermita –al borde de los acantilados del funicular-. La arquitectura que presenta es muy distinta de aquellas casonas de aspecto monumental que existen en Barranco, construidas en su mayoría por familias de mucho poder adquisitivo y de alcurnia. Parece ser más bien esta casa hecha al fiel estilo de los primeros ranchos que existieron en el distrito, importante aspecto que hace obligatoria su conservación. Incluye, además, una huerta y una ubicación privilegiada para ver el mar –lamentablemente de esto último ya no goza el inmueble debido a que la calle ha sido cerrada por la construcción de la casa que queda al frente-.

Abraham Valdelomar vivió en la calle del Padre Abregú por el año 1916, aunque ya lo conocía desde mucho antes. Foto: Marco Gamarra Galindo.

El color de la casa era azul fuerte, añil; hoy, sin embargo, yace celeste, aunque parejo. Las dos ventanas explican la función de proveer de ventilación al ambiente interior de la casa. Una serie de columnas sostiene una superficie que brinda sombra a la entrada del rancho. No es descartable la presencia de mayor número de árboles en el lugar, más de los que ya hay.

Casa de Abraham Valdelomar cuando tenía vista al mar. Lima, 1970. Foto: Biblioteca Virtual de Sevilla.

El autor de ‘El caballero Carmelo’ y ‘El vuelo de los cóndores’ radicó en Barranco por el año 1916, aunque ya conocía y había visitado el distrito. Esta casa no solo debe mantenerse en pie, sino también tener todas las garantías municipales de que se cuidará su infraestructura física y se mantendrán las funciones que desempeñan los ambientes del inmueble, sea una institución cultural o un privado el que tenga el verdadero privilegio de ostentarla.

Estado actual de la casa del intelectual iqueño Abraham Valdelomar. Ya no se puede observar el mar desde la entrada. Lima, 2011. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

13/09/11: Chosica en PuntoEdu

Esta fotografía de una hermosa casona de Chosica fue publicada en la Revista Q -222- del semanario PuntoEdu, de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). La conocimos hace dos meses junto a Jesús Reyes y Wilfredo Ardito. Es tan solo una muestra de la belleza arquitectónica y ambiente cálido que nos ofrece la Villa del Sol, Chosica.

Revista Q 222 (12/09/11).

Agradecemos a PuntoEdu por la publicación y reiteramos nuestro compromiso con la cultura y la historia de nuestro país. Leer más »

11/09/11: La Quinta Virgen del Carmen del Jirón Miro Quesada

En la cuadra diez del Jirón Antonio Miro Quesada -Barrios Altos- encontramos otra quinta limeña de pintoresco aspecto y apacible ambiente. Su interior presenta un patio cuadrado rodeado de casas enladrilladas de rojo y en el centro un farol. En dos esquinas surgen dos entradas cuyas puertas enrejadas están separadas por un pequeño altar en devoción a la Virgen del Carmen. En enero de 1994, por su valiosa colaboración y ardua labor en bien de la vecindad, orden, limpieza y tranquilidad, obtuvo el primer puesto del concurso de Patios Tradicionales del Centro Histórico de Lima, en marco de la semana de Lima por un nuevo aniversario.

La Quinta Virgen del Carmen, ubicada a unas cuadras de la iglesia del mismo nombre. Fotos: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

20/08/11: Un lugar escondido en Lima: el Colegio San Pedro Nolasco

¿Qué misterios existen detrás de la Lima que conocemos? ¿Encierra el Centro de Lima vestigios ocultos de la época colonial? ¿Sabemos toda la historia que nos presenta la Ciudad de los Reyes? Caminando por sus innumerables jirones, calles apretujadas, plazas señoriales, casonas ostentosas y quintas de cuyos callejones han surgido pintorescas anécdotas limeñas, quizás encuentres la respuesta.

La construcción del Colegio San Pedro Nolasco se inició en el siglo XVII. Sin embargo, los terremotos y los diferentes propietarios permitieron que sufra muchas modificaciones. Actualmente sobrevive este arco barroco en un solar de los jirones Cusco y Andahuaylas, en los Barrios Altos de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Las primeras horas de la mañana presencian la férrea actividad comercial del Mercado Central. Vendedores, transeúntes y serenos, en conjunto, inundan el Jirón Cusco y los alrededores del Cercado de Lima. En medio de ellos, como contraolas, caminamos en un ejemplo perfecto de agilidad y destreza. Antonio Polo y David Pino habían recorrido estas calles hace tan solo unas horas, en busca de uno de los testimonios más antiguos de la historia de la capital: la gran portada del Colegio San Pedro de Nolasco (XVII). Con esfuerzo, sudor y lágrimas habían llegado, exhaustos. Era el momento de regresar, conocer el lugar en todo su esplendor, esta vez en persona: observar quizás algunos detalles mantenidos en el olvido, reflejo de una época que se va perdiendo poco a poco.

El Claustro de San Pedro Nolasco en plano del s. XVII. Funcionó como universidad intra claustra de los mercedarios. Ilustración: David Pino para Lima la Única.

Doblamos por Andahuaylas: una hilera de casas de media altura, muchas de ellas convertidas en quintas zigzagueantes, nos reciben en serie. –Por aquí debe ser-, comenta entusiasmado David Segura, con quien me interno en esta expedición. Vecinos conversando en las afueras, cargadores trabajando y agudo el sonido de los comerciantes ofertando sus productos: sigue cotidiano el día. Con cierto sigilo miramos los interiores de los primeros multifamiliares que vemos. Una entrada nos invita, interesante. Sus interiores se abren en dos pasadizos. Vacilamos un segundo. Escogemos el de la derecha. Inquilinos, desconfiados, nos miran intentando mostrar desinterés. Detrás de un pequeño árbol, empieza a dibujarse la figura de una curva que poco a poco, se convierte en un arco. Su color rosado resalta su presencia detrás de la vegetación que amenaza con ocultarla de la vista. Hemos llegado.

Salvo algunos detalles que permiten reconocer el origen mercedario del inmueble -como, por ejemplo, la Virgen de la Merced que se encuentra en la parte superior del retablo de la actual capilla-, hoy día el antiguo Colegio es prácticamente irreconocible. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

14/08/11: Los profesores de mi tercer ciclo en la PUCP

Este ciclo tuvo mucho de política. Hubo, alrededor de estos seis meses, arduos debates y largas tertulias con los compañeros de la universidad. Durante este semestre se vivieron fuertemente las elecciones presidenciales 2011: una oportunidad para dialogar y comprender la problemática del país desde la perspectiva universitaria. También se eligieron a los representantes universitarios ante la Asamblea Universitaria (REA) y los integrantes a los Consejos de Facultad. Un ciclo que me permitió conocer mejor mi futuro profesional.

Las elecciones se vivieron en la PUCP y en las calles.

Empezaba las clases sabiendo que iba a ser este ciclo muy importante -ya que mi ingreso a la facultad ya se estaba avizorando-, con mucho entusiasmo también por hacer de este semestre una grata y enriquecedora experiencia. Y sí que lo fue. Entre las cosas nuevas que aprecié, estuvieron sin duda las elecciones presidenciales, un proceso extenso que terminó por dividir a la comunidad universitaria. Muchos de mis amigos decidieron participar directamente en ellas: ya sea como fieles simpatizantes en los mítines o voceros que, a través de una pregunta discreta al profesor, comentaban los aciertos de uno y las debilidades del otro. Se vivió apasionadamente la contienda política: cada presentación de Ollanta Humala o Keiko Fujimori era criticada o defendida a capa y espada por sus respectivos simpatizantes. Fueron pocos los que se mantuvieron estoicos, indiferentes. Yo no pude mantenerme ausente del constante debate estudiantil: apoyé a Ollanta Humala -que continuaba la línea democrática de Alejandro Toledo- y que además aseguraba un crecimiento económico con rostro social, con disminución de la desigualdad.

Junto a los catedráticos Nelson Manrique y Ronald Gamarra; y amigas Katherine Reyes y Alejandra Navarro en la marcha ‘Fujimori Nunca Más’.

Durante el semestre, otrora amigos de la etapa de cachimbos, y por el contexto aguerridos simpatizantes de Keiko u Ollanta, mantenían viva la discusión airosa, el análisis político -muchas veces alturado-, en lo que era antes el comentar diario de los cursos del ciclo. En repetidas ocasiones el convertirse seguidor de un bando terminó por debilitar la amistad con el otro. Sin embargo, hubo amistades incondicionales que consideraron el fluir de ideas como una oportunidad necesaria para estar informados sobre el desarrollo de un proceso muy vital para el mantenimiento de la democracia. Quizás en el momento que escribo estas líneas, ya muchas hayan recuperado su vitalidad, quizás otras, por la intensa de la campaña, no hayan encontrado jamás el mismo asidero.

Alejandro Toledo visita la PUCP.

No solo brindé mi apoyo a Ollanta Humala, (y en primera vuelta a Alejandro Toledo), sino que también respaldé la candidatura de Ronald Gamarra -destacado abogado y defensor de derechos humanos que se enfrentó a la dictadura fujimontesinista en la búsqueda de la punidad de los delitos de corrupción y violaciones a los derechos fundamentales – como Congresista. Estuve junto a él en varios diálogos con las bases de Perú Posible, personas con mucho entusiasmo y de humilde condición, que nos brindaron su apoyo. Lastimosamente no pudimos obtener la meta principal ?la curul- pero nos quedamos con la experiencia de haber aprendido mucho sobre la política y formas de participación en democracia.

Semanas después participaba yo -ahora como candidato- en otro proceso electoral: las votaciones estudiantiles por representantes ante la Asamblea Universitaria. Una oportunidad que aproveché para interactuar con los movimientos políticos de la PUCP (Coherencia, UNES, Izquierda Unida, Vanguardia, etc.) y con sus líderes. Aunque no logré adjudicarme un puesto dentro de los elegidos -acaso faltó un poco; obtuve 602 votos- conocí la importancia de la representación universitaria y la necesidad de que exista una clase joven dispuesta a asumir el futuro del país. No se borrarán de mi mente aquellas dos semanas en las que, junto a Jian Pool Farfán, Jocelyn Herrera e Ítalo Hidalgo recorríamos los pasillos de quizás todas las facultades de la universidad para, luego de pedir permiso al catedrático de turno, dirigirnos al alumnado y presentarles nuestras propuestas. Muchas veces estas actividades estuvieron por encima de los estudios, los cuales, felizmente, no terminé por descuidar.

En PuntoEdu, oficializando mi candidatura. Leer más »

06/08/11: La Iglesia San Lorenzo del Rímac

Ubicada en el cruce de los jirones Pataz y Libertad -y en majestuoso color rojo- se encuentra la Parroquia San Lorenzo, una de las iglesias con mayor tradición en el barrio de ‘Abajo el Puente’, más conocido como el Rímac.

Iglesia o Parroquia de San Lorenzo, Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sus orígenes se remontan a la época colonial. El español Lorenzo de Encalada, Regidor del Cabildo de Lima, tenía una vasta huerta entre la Alameda de los Descalzos y la Plaza de Acho. Hacia 1768 decidió urbanizarla -sobre todo de solares-. Sin embargo, y ante su acérrima fe –o quizás porque la sociedad católica de entonces lo exigía- reservó un espacio destinado a la devoción religiosa, una capilla para los futuros vecinos que se asentarían en el lugar. El sitio para construirla comprendió la extensión de media calle.

Paseando por el Rímac uno conoce mucho sobre historia y cultura de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Para concretar tales aspiraciones hizo préstamos que luego no pudo cancelar. Vio, así, cómo fueron embargados sus bienes –inclusive fueron éstos puestos en remate-. Tiempo después, los terrenos fueron adquiridos por el español Don José Matías de Elizalde, cuya viuda cedió los terrenos al Dr. Lorenzo Soria, quien edificó el templo en 1827 –el mismo que quiso construir antes Lorenzo de Encalada-. Lo inauguró finalmente en 1834, para felicidad y aceptación de los vecinos y ciudadanos del Centro de Lima. Bajo el altar mayor se encuentra enterrado Don Lorenzo de Encalada, el promotor de su construcción. La Parroquia se encuentra ubicaba en jirón Libertad 398, y debe su nombre al santo español San Lorenzo.

Interiores de iglesa San Lorenzo. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Los Toribianitos
En la parroquia San Lorenzo yace el canto navideño coral más clásico de todos los hogares del Perú: Los Toribianitos. En todas las calles se les escucha, contra viento y marea, desde el Rímac. “Es ya villancico de culto, tan popular como la bicolor”. Leer más »

02/08/11: Planean recuperar el Centro Histórico del Callao para inicios del 2012

No solo Lima. El Centro Histórico del Callao necesita también de medidas urgentes para recuperar su arquitectura y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Aquí comparto un artículo del diario El Comercio, donde se anuncia la buena noticia de que se estará recuperando el Centro Histórico del primer puerto en los próximos seis meses, gracias a una inversión del gobierno regional.

Que donde haya tugurización, se implante el orden. Donde impere la delincuencia, se refuerce la seguridad. Donde abrume el abandono en las 44 manzanas que forman el Callao Histórico, sus habitantes redescubran poco a poco que la pobreza no tiene por qué ir reñida con el ornato y el anhelo de vivir en un barrio que mejore en vez de empeorar.

A través de un ambicioso proyecto, que empezará a trabajarse desde el 20 de este mes, el Callao, escenario frecuente de las páginas policiales, buscará desprenderse de ese y otros estigmas invirtiendo S/.5,5 millones en la recuperación de fachadas de inmuebles, pistas y veredas en un área de 244.600 m2.

“Se trata del perímetro formado por las avenidas Sáenz Peña, Dos de Mayo y Manco Cápac, la plaza Grau, y los jirones Monteagudo, Daniel Nieto y Adolfo King, donde la mayoría de las edificaciones es republicana, aunque también hay algunos inmuebles neoclásicos”, indica Hernán Revoredo, jefe de la Oficina Regional de Asesoría Técnica del Gobierno Regional del Callao.

Según documentos remitidos a El Comercio, que en febrero último denunció el abandono en que se encuentran bellas edificaciones chalacas, comparables arquitectónicamente con las de La Habana Vieja, la buena pro del proyecto se entregará este viernes 5. Seis meses después, el rostro del Centro Histórico del primer puerto deberá ser otro.

“La recuperación en cuanto a fachadas incluye un análisis estructural del inmueble, limpieza, resane, reposición de elementos faltantes [molduras o cornisas], intervención en carpintería y pintado, según especificaciones del Ministerio de Cultura”, agregó Revoredo.

Como la zona por intervenir incluye el peligroso barrio Castilla, y se busca evitar que la inversión sea menoscabada por ladrones y personas de mal vivir, el gobierno regional ya inició conversaciones con los vecinos para concientizarlos sobre la necesidad de proteger el ornato. Para ello se prevé contratarlos para realizar las reparaciones.

“Se instalarán luminarias adosadas a la pared [braquetes], con postes tipo ‘corona de rey’ [ornamentales], tachos de basura y cabinas telefónicas públicas”, se detalla en la ficha técnica del proyecto, signado con el código SNIP (Sistema Nacional de Inversión Pública) N° 177562.

“Si es como lo pintan, suena muy bien. En estos tiempos cualquier hora del día ya es insegura para nosotros, que somos residentes. Imagínese lo que es para quien no vive por acá”, se lamentó una vecina del cruce de los jirones Paita y Libertad, donde, según el proyecto, se construirá una jardinera con sardineles de piedras graníticas.

VARIAS JOYAS POR PULIR
Enzo Manrique, jefe de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura para la región Callao, detalló que en la zona por intervenir se encuentran inmuebles con valor histórico y monumental. Lamentablemente, pese a haber sido reconocidos, hasta la fecha solo se concretaron –en la década de los 90– trabajos de recuperación en la plaza Gálvez. Ese ambiente cuenta con categoría urbano-monumental y alberga el 75% de los monumentos chalacos: Edificio El Barco (declarado monumento histórico en 1972), la Casa del Obispado, Edificio 1906 y la Casa Cavagnaro.

“Hay otros edificios como el Ronald, en el cruce de Constitución con Independencia, declarado monumento histórico en 1988, pero que luce en muy mal estado, ocupado por inquilinos precarios”, precisó.

El inmueble, construido por el empresario pesquero Guillermo Ronald en 1923, ha sido recientemente vendido en partes al sector privado. No obstante, antes de la recuperación será sede de la exposición de decoración, diseño, paisajismo y arquitectura Casacor Perú 2011, programada para setiembre. “Varios de sus ambientes serán agencias bancarias, aduaneras y tiendas comerciales, que le darán vida nueva al distrito”, auguró Revoredo.

LAS CIFRAS
6.500
Habitantes tiene el Centro Histórico del Callao. Se trata de 1.300 familias.

50%
De los más de 2.600 inmuebles de la zona está ocupado por inquilinos precarios.

3
Inmuebles del Callao Histórico fueron los únicos restaurados: el Teatro Municipal, la iglesia matriz y el Real Felipe. Leer más »

29/07/11: La Casona rimense del Virrey Amat y Juniet

Caminando por las añejas calles del Rímac, entre el frío categórico del invierno limeño y el crujir propio de la bicentenaria madera -a primeras horas de una agónica mañana-, casi sin percatarse, un grupo de limeñistas recordaron los días en los que descubrieron señoriales casonas en estado ruinoso, vestigios coloniales olvidados, escudos y portadas escondidas tras el fragor urbano de los callejones de alguna quinta o mansión oculta.

El Jr. Trujillo, Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Decidieron guardar para siempre ese instinto sagaz, intrépido, casi natural, de observar detalladamente cada lugar, cada espacio. A partir de allí, la investigación a priori surgió, ansiosa, para colaborar en el amplio campo de la historia de Lima. Con el tiempo, la timidez cede. La acción aguerrida, casi heroica, de ingresar a los lugares más inaccesibles de las entrañas históricas de Lima, valiendose de cualquier excusa o ingenio, prevalece. –Se impone el interés por descubrir lugares nuevos, poco estudiados- mencionaría más de uno. Y así es.

Era, pues, una de las mañanas que recorríamos el Rímac, el barrio de Abajo el Puente, San Lázaro, que entre gallos y mediasnoches nos había dejado el tradicional Jr. Trujillo limpio, desolado, solo para nosotros. Los rumores de ser un sector bravio eran eso, solo rumores. La caminata ameritaba su apertura a puertas del tan noble distrito, y qué lugar más perfecto que el Puente de Piedra.

Amable señora del Rímac que en su balcón republicano observa nuestro trayecto. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Balcones de cajón, tiendas mercachifles, zigzagueantes pasos de los primeros rimenses que parten a sus labores diarias. Allí están todos. Los veo. Me ven. Los saludo. Me saludan. Esperamos un poco. Iniciamos la caminata. La historia colonial y republicana del Rímac empieza a comentarse, hecho clave que manifiesta el curso exitoso de una caminata. Wilfredo Ardito, Vladimir Velásquez y David Pino se disponen a presentar las anécdotas de una pintoresca capillita a orillas del río hablador. Todos, atentos, escuchan. Transcurren así los primeros minutos de la mañana.

La Capillita del Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Continuamos el recorrido, hecha casi una expedición. Miradas abundan hacia el portón de madera, hacia la señora que yace, complaciente, en un gran balcón corrido. Otros aprovechan para comprar unos dulces en la tienda de la esquina. Allí, esa gran construcción neoclásica cuya puerta ofrece gruesas columnas de piedra se gana la atención general. Se ha hecho casi un acto cotidiano encontrar un hermoso friso, un techo machihembrado, perfiles que el arte y la cultura de épocas preteritas trazaron con mano amorosa, para hacer de la Ciudad de los Reyes, ‘Lima’, una ciudad de prestigios indeclinables. Sin embargo, siempre es el mismo sentimiento de impresión y asombro el que nos embarga cada vez que nos hallamos frente a alguna estatua de marmol de carrara, placa decorativa o arco de claustro.

Lo que nos deparó el recorrido: la Casona de Amat, Federico Villareal y Sérvulo Gutierrez

Un par de señores observan nuestro andar –semejante al de un grupo de turístas japoneses con cámaras-. A sus espaldas, una profunda entrada y una serie de arquerías nos invitan a entrar. Absortos, cruzamos por un zaguán de tres cuerpos que culmina en un gran patio. Allí, a la izquierda, una señorial escalera que se abre en dos cuerpos. Sus peldaños de marmol nos muestran lo prestigiosa que fue esta vivienda. ¿De quién fue? ¿Quién es el que vive aquí? Muchas preguntas, escasas respuestas.

Hermosa casona. ¿Cuántas de ese tipo quedarán aún en Lima? Foto: Marco Gamarra Galindo.

Suntuosas columnas grecoromanas, ventanales de mansión colonial, nos sorprenden, vistosas. Una entrada a una posible huerta nos seduce hasta que, de pronto, una pareja de adultos –de avanzada edad- proceden a bajar de una de las habitaciones del segundo piso. Debemos hablar con ellos. Inesperadamente, el virrey Amat y Federico Villareal, dos grandes personajes de nuestra historia, empezaron a surgir en el ambiente. –Esta fue una de las casas que tuvo el Virrey Amat y Juniet. También fue vivienda, años posteriores, del matemático peruano Federico Villareal- comenta, orgulloso, el esposo. –Ahora está enrejada la casona para que ya no ingresen delincuentes a hacer de las suyas-, interviene la esposa.

Patio principal y arco de la gran casona. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Revelaciones que sin duda hacen más interesante el estudio de Lima (imprescindible conversar con los vecinos, inquilinos o habitantes, quién más que ellos para relatarnos los hechos cotidianos a los que están sujetos. Estos también pueden ser preocupantes). Fotos, aquí, allá, atrás también. La mañana empieza a hacerse tarde. Unas horas después, e investigando sobre la casona, pude saber que también fue vivienda de Sérvulo Gutierrez, destacado pintor y boxeador nacional. “La muerte de su madre provoca el traslado del adolescente a Lima, donde se instala en casa de su hermano Alberto, restaurador, en la casona que actualmente es sede de la Peña Hatuchay, en el Rímac”.

Segundo piso de la Casona donde vivió Amat, Federico Villareal, Sérvulo Gutierrez y quien sabe otros reconocidos personajes. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La Peña Hatuchay: noche andina bajo el cielo limeño Leer más »