Archivo de la etiqueta: Sierra

13/10/12: Ocho alumnos harán la ruta de don José de la Riva-Agüero

Luis Yáñez
Redactor de PuntoEdu, periódico de la PUCP.

En 1912, el joven aristócrata limeño José de la Riva-Agüero y Osma (27 años) realizó un viaje de tres meses por la sierra sur del país que le permitió conocer como ningún otro intelectual de la época cuál era la realidad social del Perú profundo. Sus reflexiones y memorias de viaje fueron anotadas en numerosas libretas, publicadas parcialmente en el periódico Mercurio peruano y recopiladas en el libro Paisajes peruanos años después de su muerte. Para conmemorar este centenario, el Instituto Riva-Agüero (IRA) organizó el concurso “Viaje por la ruta de Riva-Agüero: 100 años de Paisajes peruanos”, cuya convocatoria estuvo abierta a los alumnos de pregrado de todas las facultades de la PUCP.

20121013-pucpviaje.jpg

Alumnos que viajarán, entre los cuales se encuentra este humilde servidor. PuntoEdu PUCP.

El proceso de selección
En la primera fase del concurso, los participantes debían presentar un ensayo de reflexión sobre el Perú, a partir de la lectura del libro, que tome alguno de los siguientes temas: geografía e integración del país, medio ambiente y recursos naturales, paisaje y desarrollo, literatura de viajes, identidad nacional y nación, el peruano frente a su historia y el bicentenario de la Independencia.

“Nos ha dado gusto que todas las facultades estuvieron representadas. No fue un concurso solo para gente de Humanidades, también participaron alumnos de Ciencias e Ingeniería, Derecho, Economía, Arte, Arquitectura… Ha sido una convocatoria que ha permitido tener ensayos con visiones de todas las especialidades, lo cual resulta muy rescatable”, precisa Trinidad Montero Leiva, coordinadora académica de Proyectos de Extensión del IRA.

El jurado, compuesto por los doctores José de la Puente Brunke (director del IRA), Margarita Guerra (coordinadora de la edición de la Obras Completas de Riva-Agüero) y Jorge Wiesse (miembro ordinario del IRA), revisó las propuestas presentadas y escogió a 14 preclasificados con quienes sostuvo una entrevista personal. Tras pasar esta segunda fase, el jurado seleccionó a los ocho alumnos ganadores: Oliver Elorreaga Reyes (Economía), Marco Gamarra Galindo (Derecho), Mónica Lizana Gómez (Gestión y Alta Dirección), Carmen Mallqui Caballero (Geografía), Andrés Sáenz Suárez (Historia), Alejandro Takaezu Morales (Historia), Osmar Verona Badajoz (Sociología) y Marcia Yep Ortecho (Derecho).

Motivaciones y reflexiones
“Mi motivación principal fue viajar, que no es una costumbre común para mí (conozco Cuzco y punto). La ruta que hace Riva-Agüero por la sierra es muy bonita e interesante”, comenta Alejandro. “No había leído Paisajes peruanos antes del concurso, pero sabía que todo peruano debía hacerlo. Cuando leí cómo describía los paisajes, me dije que a mí me gustaría también verlos”, recuerda Mónica.

¿Cuál es el principal aporte que destacan de esta obra? Tras su lectura, cada uno de los jóvenes tiene una respuesta distinta: “A principios del siglo XX, la visión del Perú estaba centralizada en la costa; la sierra y la selva eran una suerte de “comunidades imaginadas”. Me parece que en este libro Riva-Agüero hace una etnografía descriptiva y lírica de la sierra y es uno de los primeros intentos por dar a conocer y hacer más papable esta localidad” refiere Osmar.

A su turno, Carmen señala: “En su libro, Riva-Agüero describe no solo un paisaje natural sino también un paisaje cultural. Si bien no fue geógrafo, eso tiene un valor para mí” refiere Carmen. “Es un libro innovador porque para ese entonces, la naturaleza y el paisaje no eran fuente de humanidad y de historia para autores peruanos. El autor retoma las crónicas de la conquista y las remembranzas que pudo haber leído en lima y corrobora in situ la situación actual de estas localidades”, apunta Marco.

Una semana de aventuras
Los ganadores viajarán del 13 al 21 de octubre con todos los gastos pagados y replicarán la ruta que realizó Riva-Agüero hace un siglo, acompañados de ocho docentes y representantes del IRA. Partirán de Lima hacia Cuzco y luego recorrerán el tramo Cusco-Huancayo por vía terrestre, con escalas en Andahuaylas, Abancay, Huamanga, Huancayo y Concepción.

Además, aprovecharán esta travesía para repartir una edición popular de Paisajes peruanos en los lugares que inspiraron su creación y para realizar actividades académicas en los centros de estudios que pertenecen a la Red Peruana de Universidades que se encuentren en el trayecto (Universidad Nacional del Centro del Perú, Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco).

“El viaje de Riva-Agüero debió haber sido muy especial porque lo llevó a someterse a una discusión interna y a escribir un libro. La ruta debe interpelarnos a cada uno de nosotros; cada quien desde su disciplina y su experiencia propia la verá con otros ojos. Yo estoy a la espera de tener la ruta delante de mí y ver qué sucede”, finaliza Oliver. Leer más »

17/12/10: La laguna Querococha: paraiso de Áncash

Camino a Chavín de Huantar (Áncash) por el trayecto que iniciamos desde Huáraz, se ubica entre los andes imponentes y nevados majestuosos, una laguna que demuestra que este departamento es mucho más que la Suiza Peruana, y que, en realidad, no existe comparación. La laguna Querococha brilla, sin duda, por sus aguas y por el entorno andino que resalta en encanto. Los invitamos a conocer este paraiso ancashino ubicado a 57 kilómetros al sureste de Huaraz (rumbo a Chavín).

La laguna Querococha se halla a 4069 m.s.n.m. ¿Qué misterios esconderá? Foto: Marco Gamarra Galindo.

Desde la laguna, un auténtico lujo paisajístico se aprecia. Los viajeros aprovechan para tomarse fotos con una llama que luce pintoresca unos lentes oscuros. Otros, deciden dar un paseo en bote sobre la laguna si es que antes no han ido al cafetín que está en los alrededores de la laguna. Nosotros, mientras tanto, damos prioridad a la contemplación, a la admiración de nuestra naturaleza, explendida de por sí.

Nevados adornados por blanquísima nieve, camino a Querococha, una de las 400 lagunas con las que cuenta el Callejón de Huaylas. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Unos minutos después, tras haber degustado de este lugar que podría ser el edén, continuamos el viaje con la seguridad de que nuestra estadía por la laguna Querococha nunca quedará aislada de nuestros recuerdos. Leer más »

13/09/10: La bella provincia de Tarma y sus coloridos rincones

¡Qué inolvidable viaje! le decía a amigo Manuel mientras mi hermana, a la vez, agradecía a mi madre por tales inolvidables días en medio de la Cordillera de los Andes.

Tarma, ubicada en el departamento de Junín, tierra milenaria y cuna de los Tarumas -de ahí el nombre- nos recibió de una manera muy grata y gentil. Nuestra travesía a tierras tarmeñas duró a penas cinco horas: el espectáculo de ciudades como San Mateo de Huanchor, Abra Anticona (Ticlio), La Oroya, Cochas Alto, y los paisajes que éstos encierran, nos mantuvieron en un “trance” del que no salimos hasta regresar a Ventanilla, Callao.

Nos levantamos en la madrugada, como solemos hacer para este tipo de viajes. Todavía en la oscuridad procedimos a llevar nuestras pertenencias al auto y enrrumbamos hacia la aventura. Como diría mi amigo: “el viaje empieza cuando abres la puerta del auto”. Así se había iniciado nuestra travesía a la sierra central de nuestro país.

Como mencioné anteriormente, el trayecto Lima-La Oroya-Tarma, que se hace por la carretera central, tarda cinco horas por lo que es obligado para todos desayunar, almorzar o cenar en alguna una parte del trayecto, para seguir de manera tranquila el tramo restante. En nuestro caso, ya amanecía y decidimos tomar un rico desayuno en el restaurante “Chez Victor”, que en verdad resultó, para mí, un delicioso almuerzo.

Cochas Alto, un pueblito camino a Tarma. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Después avanzamos hasta La Oroya. Pueblo irremediablemente condenado a desaparecer producto de la alta contaminación producto de la minería. En este sitio nos proveímos de lo necesario para continuar el viaje hacia Tarma también, para comprar algunas pastillas, para contrarrestar el mal de la altura. Felizmente no tuvimos problemas.

Tarma
Tarma, conocida como “La Perla de los Andes” por sus coloridas flores, clima primaveral y sus impresionantes paisajes nos dio la bienvenida luego de un satisfactorio trayecto por la serpenteante carretera central. Nos dirigimos a su Plaza de Armas para apreciar la catedral llamada Santa Ana, construida en la década de los años 50 del siglo XIX. En sus torres se conserva un histórico reloj obsequiado por el ex presidente Ramón Castilla. Luego fuimos al santuario del Señor de Muruhuay. Todo tarmeño afirma que los viajeros deben visitarlo pues, de no hacerlo, se arriesgan a sufrir un accidente. El santuario se ubica en la cima del cerro Shalacoto, en el distrito de Acobamba.

Una de las esquinas de la Plaza de Armas de Tarma, Junín. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Tras haber prendido unas velas en este lugar sagrado, nos invadió un profundo sueño. Nos hundimos en él.

Hacienda La Florida
Al día siguiente nos trasladamos a la Hacienda La Florida. Pasamos un par de días en medio de la naturaleza contemplando árboles gigantes, animales de granja e inimaginables paisajes. Allí se encuentra el eucalipto más alto de toda América y se dice que el escritor Juan Ramón Ribeyro se inspiró de este lugar para escribir su célebre relato “Silvio en el rosedal”. Tuvimos la oportunidad de reunirnos con los dueños de esta pintoresca hacienda junto con otros viajeros la cual se ubica a 6 km. de la ciudad de Tarma.

Eucalipto de gran tamaño en la Hacienda la Florida. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

12/09/10: Junín: una reserva ecológica y natural

Ricas extensiones de áreas verdes que son hábitat de diversas especies de fauna alto andina, tierras agrestes que presenciaron la crucial batalla de Junín entre los independentistas y españoles allá por el año de 1824, en defensa de la libertad americana, son algunas razones del por qué hay la necesidad de cuidar las tan importantes Pampas de Junín.

Lago Junín, Junín. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La primera vez que contemplé la inmensidad y belleza de esta maravilla natural que comparten Junín y Pasco fue cuando me dirigía a Pozuzo. A pesar de las siguientes veces que pasé por allí, siempre quedo sorprendido, ya sea sus aves que se divisan a lo lejos desde la carretera, como por el lago Junín y las Pampas que las albergan en su Reserva Natural.

Este lago también es conocido como Chinchaycocha que en quechua significa “lago del gato andino”, es el segundo lago más extenso del después del Titicaca y da origen al río Mantaro. Sus 529.88 km² acogen a miles de especies de aves acuáticas como el famoso zambullidor o los flamencos que se pueden observar en el mirador de la zona. Además de ranas, cuyes silvestres, zorros y vizcachas que se han adaptado a este clima tan hostil a más de 4000 m.s.n.m. Es gracias a las vastas extensiones de pantanos y totorales junto con los cientos de miles de animales que las Pampas de Junín junto con el lago son declaradas como Reserva Nacional en 1974.

Por otro lado, recordemos que aquí ocurrió la batalla de Junín, donde el ejército de Bolívar venció a los realistas. En honor a dicha victoria se construyó el Santuario Histórico de Chacamarca donde se puede tomar fotos con un obelisco de más de 10 metros.

Bicicletistas en las alturas de las Pampas de Junín, Junín. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Si se anima a ir, necesita llegar hasta La Oroya y de allí todo depende de su gusto, si llegamos a la Reserva Natural de Junín a través de Tarma o Paccha, por la carretera central. Recordemos que los paisajes de nuestra sierra son espectaculares, por esa ruta podremos apreciar diversos pueblos que no sabíamos que existían y que en su mayoría se ubican a los costados de la carretera como también paisajes que parecen de pintura. Desde pueblos como la minera Morococha hasta ciudades de tejedores cuya maestría es bien reconocida como en San Pedro de Cajas. La mejor época para ir es en marzo y abril.

Para efectuar este viaje le recomendamos llevar pastillas para no tener complicaciones con el soroche, portar ropa de invierno y de verano ya que al mediodía hace calor y por la noche hace frío. También, y si lo desea, puede hospedarse cerca de la reserva, en los pueblos de los alrededores como Carhuamayo en Junín y Ninacaca en Pasco, cuyo atractivo turístico es contar con una iglesia hecha en piedra.

Y si su espíritu es aventurero a mayor distancia de la reserva se ubica Cerro de Pasco con su famoso bosque de piedras de Huayllay. Ah! Y no bote sus desperdicios al menos que sea en un tacho. Leer más »