Archivo por meses: abril 2011

24/04/11: El renovado rostro de la huaca Mateo Salado

La huaca Mateo Salado está retomando la monumentalidad y vistosidad de la que alguna vez gozó. A través de una acertada planificación de restauración y de desocupación informal emprendida por el INC (ahora Ministerio de Cultura) desde el 2007, uno de los recintos prehispánicos más grandes de Lima –la huaca Mateo Salado- se perfila como punto de visita obligatorio para el estudio de la historia de la capital en épocas previas a la invasión española.

La Huaca Mateo Salado está rodeada de chacras y una casa hacienda. Estos terrenos pertenecen a los antiguos parceleros beneficiados de la reforma agraria de Velasco. Foto: Marco Gamarra Galindo

Pedro Espinoza, arqueólogo encargado de la puesta en valor de la huaca Mateo Salado –con excelentes resultados en la investigación, refinamiento y limpieza de la misma- es conciente de los retos que todavía debe afrontar este patrimonio nacional para su completa recuperación: la huaca necesita ser más conocida. Muchos limeños y turistas transitan diariamente por las avenidas Tingo María y Mariano Cornejo, en los alrededores de la Plaza de la Bandera (su ubicación es estratégica; está a minutos del Centro Histórico de Lima) y, sin embargo, ignoran la existencia de este complejo arquitectónico Ischma que data entre los 1100 – 1450 d.C. Por este motivo, Pedro y su equipo, en coordinación con el Ministerio, están empezando a invitar a ciudadanos interesados en conocer su ciudad: es el caso de la página Lima la Única, la cual dirige David Pino.

Comenzando el paseo. Foto: Lima la Única.

El encuentro con el grupo de “limeñófilos” que integran “Lima la Única” se realiza en la puerta del Colegio Chino. 9:30. Alrededor de veinte personas se preparan para hacer el ingreso a la huaca Mateo Salado. La historia de este recinto saldrá a relucir a través de la explicación y guía de Pedro Espinoza. Sus lentes negros y cabello largo evidencian esa peculiaridad que solo poseen los jóvenes cineastas y arqueólogos. Wilfredo Ardito, gran amigo, empieza a supervisar, apoyado por David, que ningún miembro del colectivo pueda desviarse de la ruta. Pedro nos sorprende más luego de relatarnos algunas anécdotas vividas durante sus excavaciones y estudios en la huaca; sobre objetos de religiosidad popular con que se topó.

Recorrer las cinco pirámides que constituyen el Complejo Arqueológico Mateo Salado permite observar cómo fueron conformados los asentimientos de las culturas prehispánicas en la costa de Lima. Mateo Salado, cuyo orden fue de tipo ceremonial y administrativo, estuvo conectado mediante un estrecho camino amurallado con Maranga, actualmente ubicado dentro del terreno del Parque de las Leyendas. Su elevada altura y extensa área evidencia su carácter soberano en el valle.

Se espera que la Huaca Mateo Salado esté abierta al público desde mayo del 2011.

Los avances y descubrimientos científicos más recientes son, de igual modo, interesantes: uno de los ramales de la red vial del Qhapaq Ñan (Gran camino) costeño ingresa directamente a Mateo Salado, cruza el complejo y luego se prolonga hacia el grupo arqueológico Maranga. Se conoce, además, por los trabajos arqueológicos en la zona que al menos dos pirámides del complejo han sido víctimas de un sistemático proceso de huaqueo colonial (evidencia de ello son las bolsas de cuero encontradas dentro de los tajos).

La huaca Mateo Salado es conocida, además, con el nombre de “Ruinas de Azcona” o “Cinco Cerritos” –por las cinco pirámides escalonadas que alberga-, pero ¿a qué se debe que también se la denomine con el nombre del luterano francés –Mateo Salado-, a quien la inquisición arrojó a la hoguera (el primero, por cierto)? Se dice que este personaje arribó al Perú desde España, donde tenía contacto con luteranos sevillanos, en busca de nuevos horizontes. Se asentó, ante la mirada extrañada de la gente, en la periferia de Lima, en la vecindad de las huacas Maranga y las hoy conocidas con su nombre. Se afirma, además, que este ermitaño se dedicaba a la búsqueda de tesoros –a través del “huaqueo”-. Todos estos no dejan de ser más que leyendas populares, pues no se han encontrado restos que evidencien su asentamiento en la zona.

La huaca Mateo Salado pertenece al Centro de Lima pero está en el límite de Breña y Pueblo Libre. Foto: Sophy Zegarra.

Para el final, Pedro nos tenía reservado algunas anécdotas que forman parte de la influencia de la religiosidad urbana en la huaca. Amarres (como el arroz con un par de fotos que encontró, envueltos en piel de serpiente) y ritos de venganza (como el de la foto clavada que halló, que incluía el nombre del odiado). Pedro, sin embargo, no se sorprende. No cree en misterios pero admite que sí es respetuoso de sus antepasados, y que por ello, al tenerlos como objeto de estudio, da antes un pago a la tierra.

En la huaca se han encontrado fragmentos de cerámicas y textiles. Foto: Lima la Única.

El recorrido nos asombró, nos impactó. La belleza de las murallas y colosales monumentos de tapia y adobe, los últimos restos de colores amarillos y blancos que conservan celosas un par de paredes, escondidas, maravilló pero también alertó la necesidad de que el proyecto de recuperación siga en pie. Todo el grupo concuerda en que este patrimonio ha mejorado mucho: a pesar de las limitaciones y problemas que ha tenido el trabajo, ha podido avanzarse mucho. Lo que sigue ahora es el apoyo de entidades privadas para transformarlo en un museo –o inclusive- parte de un restaurante (como el caso de la huaca Pucllana). Esperemos que el interés por la cultura e historia iluminen a nuestros empresarios.

Una foto con Pedro Espinoza. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

20/04/11: Es el voto de los ignorados: análisis de los dos partidos finalistas de las elecciones 2011

El proceso electoral está en su fase final. De las once propuestas que se presentaron en diciembre han quedado solo dos, de posturas muy distintas y discursos no muy amistosos entre sí. Por un lado, Gana Perú, dirigido por Ollanta Humala y, por el otro, al fujimorismo, quizás más fuerte que nunca, encabezado por Keiko Fujimori, hija del exdictador y sentenciado Alberto Fujimori.

Segunda Vuelta, caricatura de “Otorongo”.

Ambas agrupaciones han despertado mucha preocupación –y pasión- en la opinión pública general. Por ejemplo, no han dejado de llover críticas para el candidato Humala, acusado reiteradamente de querer imponer un modelo económico y social semejante al venezolano (son conocidas las catastróficas consecuencias de ese régimen liderado por Hugo Chávez). Para Keiko, no han faltado tampoco los cuestionamientos hacia su partido y entorno, conformado claramente por miembros del “antiguo fujimorismo” (cuyos actos de corrupción y sistemáticas violaciones a los derechos humanos son conocidos por todos los peruanos).

En estos días resulta común ver alrededor de estos dos cuadros la conformación de alianzas con sectores políticos específicos. Es la necesidad de dar garantías de respeto a la democracia y a los derechos fundamentales al elector. Mientras Ollanta se acerca a propuestas de centro, Keiko jura por Dios que no tomará medidas desacertadas como la de indultar a su padre. En un país en el que estamos acostumbrados a ver jurar por Dios y por la Plata –perdón, quise decir “por la Patria”- como si fuese equivalente a decir hola y adiós, gestos como los de Keiko no ayudan a esclarecer temas pendientes como su relación con personalidades nada gratas, golpistas en su momento y “politiqueros” (la lista es larga).

Sin embargo, todos los procesos traen consigo oportunidades que no debemos desaprovechar. Si algo queda demostrado hasta ahora, es que no estamos para imponer un único sistema político, social y económico para el país, lo que consiste en hacer oídos sordos a las opiniones y sugerencias de los demás. Es el momento de la concertación y del diálogo, la hora de llegar a acuerdos. Estas medidas están siendo empleadas por el candidato de Gana Perú a diferencia de la cúpula desentrañable –y reducida- que se ha encargado de hacer con su propio partido el fujimorismo.

Alrededor de estos dos cuadros ha existido mucho murmullo y fastidio, reflejado en las redes sociales como Facebook o Twitter. “Es el voto de los ignorantes”, manifestó más de uno. De manera lúcida replicaron otros: “No es el voto de los ignorantes, es el de los ignorados”.

Evidentemente, los votantes de ambos partidos representan, aunque lo niegue Alan García, sectores a los cuales no ha llegado todavía el desarrollo económico. Debe haber, pues, una mayor redistribución de la riqueza, manteniendo el sistema económico que hasta ahora nos ha traído tantos éxitos. Tampoco se trata de desesperarnos pues el proceso de modernización es lento, pero tampoco vamos a privar de derechos fundamentales a estos grupos humildes.

Humala y Keiko están en una competencia que sin duda afectará para bien o para mal el destino de nuestro progreso económico. Habrá que esperar qué tan importante es para ambos candidatos el desarrollo social de nuestro país. Lo que sí es seguro es que el verdadero chavismo ya lo conocemos, y es el fujimorismo.

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