La mujer durante la República Aristocrática, 1895-1919

A nivel de la clase media y los grupos populares, a partir de 1900 ocurren dos fenómenos claves respecto a la ubicación de la mujer en el ámbito productivo. Uno fue su participación en la educación y el otro su incorporación al trabajo artesanal e industrial.

En relación al primero, podríamos mencionar el creciente número de mujeres de clase media dentro del profesorado escolar. Un censo en Lima (1908) señalaba que el número de profesoras en la capital superaba el millar. Esto suponía, en primer lugar, haber acudido a la Escuela Normal para capacitarse y luego ejercer la docencia en algún colegio de la ciudad. De otro lado, las mujeres también ingresan a la vida universitaria, lo que derivó en la existencia de mujeres profesionales, especialmente en el campo del derecho, la medicina y las bellas artes. Sin embargo, debido a la mentalidad todavía tradicional y machista frente a llamado “sexo débil”, la presencia de la mujer en el campo profesional originó resistencias, censura y un velado hostigamiento que en muchos casos derivó en la deserción profesional, especialmente cuando llegaba la hora del matrimonio.

Por su lado, dentro del campo productivo, la mayor presencia femenina no estuvo en la industria, como se cree, sino en las tareas que realizaban independientemente, como la costura. Si en 1876 hubo 1.461 costureras en Lima, en 1908 éstas llegaron a 7.021 (un incremento de 380%); en 1920 esta tendencia se acentuó pues se calculó en 9.538 el número de costureras y modistas en Lima. Este espectacular aumento no significó, necesariamente, un mayor progreso social o económico de la mujer. Muchas se vieron forzadas a trabajar para poder subsistir frente al sistemático aumento del costo de vida entre 1910 y 1920, especialmente. Finalmente, en los talleres de costura, por lo general, no se les respetaba la jornada laboral de 8 horas y percibían un jornal muy reducido, por debajo del que recibían los hombres.

Esta no fue la única desventaja de la mujer frente al hombre. Otra derivó de la irresponsabilidad del padre de sus hijos. A principios del siglo XX, dos tercios de los niños de Lima eran “ilegítimos”, es decir, nacidos fuera del matrimonio. Cientos de ellas resultaron víctimas de la seducción, en un medio donde la conducta sexual fue variando y en el que no había mucho control sobre la reproducción. Abandonadas a su suerte, muchas mujeres tuvieron que trabajar y asumir el difícil papel de ser madre y padre de sus hijos. Según Joaquín Capelo: Exceptuando a unas cuantas de clase inferior que trabajaban en talleres públicos… la mayor parte de las 6.000 costureras… son personas que han tenido cierta posición en la sociedad y que después han debido abandonarla, descendiendo muchos grados en rango, una vez que la escasez de recursos las obliga a buscar trabajo en clase inferior a la que antes ocuparon… La costurera se ve privada de las consideraciones sociales a que ha estado acostumbrada; y a fuerza de un trabajo rudo y sin descanso, logra apenas un pedazo de pan amasado con lágrimas, humillaciones y vergüenzas, tal vez ocasionada por alguno que fue de su amistad, en los tiempos de su opulencia.

Con respecto al feminismo y a la lucha por el voto, el avance del liberalismo influyó en la lucha por los derechos de la mujer en la vida política. Desde finales del siglo XIX, mujeres como Juana Manuela Gorriti, Teresa Gonzáles de Fanning, Mercedes Cabello de Carbonera y Margarita Práxedes, entre otras, reclamaron la participación de la mujer en la política nacional. Luego, muchos de sus planteamientos fueron recogidos por la primera feminista peruana, María Jesús Alvarado, quien hacia 1911 pidió el sufragio femenino al plantear que la supuesta “inferioridad” de la mujer se debía a factores históricos y no a la naturaleza femenina. Fundó “Evolución Femenina” en 1914, institución que logró el acceso de las mujeres a cargos públicos, como en los de las Sociedades de Beneficencia Pública (1915). La propia María Jesús Alvarado ocupó un puesto de concejal en la Municipalidad de Lima. Finalmente, sus luchas “feministas” la llevaron la deportación durante el Oncenio de Leguía.


Juana Manuela Gorriti

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Comentarios

  1. Eduardo Sotomayor escribió:

    Interesante tema y muy útil para saber sobre nuestra realidad y entender algunos perjuicios latentes hoy en día.
    Soy un estudiante universitario y seria fantástico si me pudieses recomendar alguna información sobre como era la vida de la mujer(lucha por sus derechos politicos) hasta antes de la constitución del 33′ (desde Pierola 1896) .

  2. vegetta777 escribió:

    es genial para mi tarea de personal social

  3. gianfranco escribió:

    fue fan tastico

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