El Gobierno argentino toma la decisión después de la advertencia del Ejecutivo español tras meses de acoso a la filial de Repsol
carmen de carlos / corresponsal en buenos aires
Día 12/04/2012 – 23.07h
El peor escenario parece cumplirse. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ordenó ayer enviar un proyecto de ley al Congreso para expropiar más de la mitad de YPf, la filial de Repsol donde la compañía que dirige Antonio Brufau posee el 57 por ciento de las acciones.
La medida, según diferentes fuentes, contempla que el Estado se apropie del 26 por ciento de las acciones que tiene el grupo Peterson, propiedad de la familia Eskenazi (socio argentino de la empresa) y Repsol pierda poco más del 24 por ciento. De este modo, el Gobierno argentino tendría más del 50 por ciento del paquete accionarial. El valor de compra lo establecería, de acuerdo a los criterios del Ejecutivo argentino, “el Tribunal de Tasaciónes de la Nación en colaboración con la Secretaría de Energía”. En una carrera contra reloj, el Gobierno español intensifica a esta hora sus gestiones para tratar de evitar que se consumara una decisión que, según fuentes argentinas próximas a la Casa Rosada, es irreversible. En Buenos Aires el embajador de España, Román Oyarzun, se reúne con su equipo y Antonio Brufau en la sede de de Repsol Ypf.
El proyecto debe pasar el filtro del Congreso y el Senado, donde Kirchner tiene mayoría
Los argumentos que pone sobre la mesa el Ejecutivo de Fernández de Kirchner son “el interés o utilidad pública” del 50,01 por ciento de las acciones de la petrolera. Si no hay modificaciones de última hora, ninguna otra multinacional, de la decena que opera en Argentina, estaría incluída en el proyecto de ley de expropiación.De concretarse éste, como está previsto, deberá pasar el filtro del Congreso y del Senado. En ambas Cámaras el Gobierno tiene mayoría.
La medida se produce después de que Antonio Brufau se entrevistara, en los últimos días, con los ministros de Economía, Hernán Lorenzino, el de Planificación, Julio De Vido y otros altos funcionarios del Ejecutivo ante la negativa de la Presidenta de recibirle. Este mediodía se produjo el ultimo contacto oficial. En la reunión, con De Vido , Roberto Barata, representante del Estado en el Consejo de Administración de Ypf y Axel Kicillof, vicepresidente de Economía y hombre fuerte de Gobierno, los funcionarios rechazaron las diferentes propuestas de Repsol para llegar a un acuerdo. “No es suficiente”, fue la respuesta que recibieron cuando Antonio Brufau, les presentó un proyecto de explotación de Vaca Muerta, la cordillera de yacimientos que tiene capacidad para producir un millón de barriles diarios de petróleo y cubrir la totalidad de las necesidades de gas de Argentina, “durante, al menos, los próximos 25 años”, informaron fuentes de la compañía. Hasta el momento, oficialmente, Repsol Ypf no ha recibido ninguna comunicación oficial de la medida.
El Gobierno argentino barajaba, desde hace semanas, tres proyectos diferentes para hacerse con el control de Ypf. El más drástico es el que se habría impuesto. Los otros, respectivamente, consideraban declarar de interés público todo el sector de hidrocarburos o hacer lo propio únicamente con el porcentaje que posee la familia Eskenazi.
Crisis energética en Argentina
Argentina atraviesa una crisis energética de enormes proporciones. El Gobierno de Fernández de Kirchner acusa a Ypf de no cumplir con sus compromisos de inversión, extremo que la compañía, en la mayoría de las supuestos, rechaza. “Hemos invertido tres veces más que la segunda petrolera. Nosotros –se defiende una fuente de Repsol Ypf- llegamos a los veinte mil millones de dólares, el segundo se quedó en novecientos y el tercero en doscientos millones”
«La hostilidad trae consecuencias»
Ypf resiste, desde principios de año, diversos intentos de de reestatización de la compañía. El pasado mes de marzo la presidenta de Argentina tenía previsto anunciar “la recuperación”, según términos del kirchneriso, de la petrolera. La intervención del Rey, al llamar personalmente a la presidenta de Argentina, se consideró clave para suspender la embestida de la Casa Rosada. Los buenos oficios de Don Juan Carlos, según fuentes españolas, despejaron el camino para que José Manuel Soria, en un viaje relámpago a Buenos Aires, alcanzase unos, en apariencia, acuerdos que despejaban el fantasma de la virtual incautación de Yp. En esta “escala” argentina el ministro de Industria acordó la creación de dos equipos de trabajo, uno español y otro argentino, para redactar sendos informes con el fin de estudiarlos de forma conjunta y alcanzar conclusiones consensuadas.
Apenas unas semanas después de este presunto acuerdo, comenzó el goteo de retirada de concesiones de explotaciones petroleras a Ypf en media docena de provincias cuyos gobernadores responden a Cristina Fernández de Kirchner.
Jorge Sapag, el influyente gobernador de la provincia de Neuquén anticipó a principio de semana una alternativa que contemplaba la formación de una futura Ypf de capital mixto, tanto privado como público. “El Estado –advirtió- va a querer gobernarla y alentar las inversiones privadas, con participación de las provincias en el Directorio (Consejo de Administración)”. En esas declaraciones, a un medio local, Sapag intentó calmar los ánimos de los trabajadores de la compañía que ven peligrar sus puestos de trabajo.
La retirada, con carácter unilateral, de las concesiones a Ypf, en una quincena de áreas, fue respondida por la empresa con diferentes acciones legales en los tribunales argentinos. Si la compañía termina recurriendo al Ciadi, arbitraje internacional, Argentina podría tener que afrontrar indemnizaciones superiores a los cuatro mil millones de dólares. Pero, con la expropiación que se avecina, el escenario es imprevisible.
FUENTE: abc España