Montesinos y Fujimori ocho años después. Revisando las explicaciones sobre el colapso de un régimen autoritario (IV): la tesis de Romeo Grompone

Fuente: RPP

En anteriores artículos hemos reseñado los trabajos de Martín Tanaka, Sinesio López y Julio Cotler sobre las principales explicacio-nes del colapso del régimen autoritario de Alberto Fujimori. Continuando con esta serie, en esta oportunidad vamos a reseñar el trabajo de Romeo Grompone.

Tesis central de Romeo Grompone: La debilidad estructural del régimen y su carácter mafioso

Romeo Grompone desarrolla sus explicaciones sobre el colapso del régimen de Alberto Fujimori especialmente en su artículo: “Al día siguiente: el Fujimorismo como proyecto inconcluso de transformación política y social”. En Julio Cotler y Romeo Grompone, El fujimorismo: ascenso y caída de un régimen autoritario, Lima: IEP, 2000. En adelante aludiremos a dicho texto únicamente como “Grompone, 2000”.
Grompone parte de la premisa que el régimen autoritario de Fujimori fue básicamente un gobierno de camarilla que nunca llegó a consolidarse. Debido a esta debilidad, no es sorprendente que en momentos álgidos se produjeran filtraciones de información. Así, cuando el autoritarismo quedó envuelto en sus propias redes de corrupción, no pudo evitar que se infiltraran informaciones, incluso a cargo de organismos de inteligencia del exterior y sus principales protagonistas tuvieron que renunciar.

Respecto a la causa específica del colapso del régimen, Grompone señala que una vez iniciado el tercer periodo de Fujimori, “Montesinos interviniendo en triangulaciones en el tráfico de armas jugó fuerte, quiso sacar beneficios y probablemente cumplir una misión histórica a su medida en el intrincado laberinto en el que se encuentran los países andinos. Rebasó así los umbrales de tolerancia de Washington que hasta entonces, visto en perspectiva, habían sido extremadamente altos en relación a su antiguo agente de inteligencia. El video que muestra a Montesinos sobornando a Kouri es escandaloso hasta por su trivialidad. Se realiza la operación de compra y venta sin guardar las buenas maneras, de modo que no quedaran dudas de quién era el súbdito en la relación. Fue el pretexto buscado cuando ya se le había bajado el pulgar al asesor.” (Grompone, 2000: 153. El subrayado es nuestro)

En resumen, “una creciente oposición ciudadana, el liderazgo probablemente circunstancial, pero no por ello menos valioso, de Toledo en una coyuntura crítica y, sobre todo, una corrupción que no se conformaba con actos ilícitos nacionales o internacionales para beneficio de un reducido grupo sino que entraba de lleno en un complejo juego geopolítico, alterando las propuestas de Washington, no dejaron en definitiva otra alternativa a Fujimori que el adelanto de elecciones y finalmente su renuncia.” (Grompone, 2000: 80)

Portada de libro colectivo de Cotler y Grompone, "El fujimorismo: ascenso y caída de un régimen autoritario"

La debilidad estructural del régimen autoritario de Fujimori

Según Grompone el régimen autoritario de Fujimori “tenía una condición de extrema precariedad por su falta de instituciones estables y sus redes de corrupción que producían desbalances cada vez más difíciles de sobrellevar.” (Grompone, 2000: 82).

En el régimen de Fujimori, a diferencia de la mayoría de autoritarismos de América Latina, no hubo una articulación consistente entre el gobierno, las Fuerzas Armadas y los grupos de poder oligopólicos vinculados al capital internacional; y no pudo constituirse un bloque de poder o un grupo relativamente articulado de élites dominantes. Es por eso que “en lugar de un pacto de dominación establecido en nombre de los intereses generales de los sectores más influyentes, el partido se juega en el terreno chico de las prebendas (…) Son vínculos informales que se van redefiniendo en lugar de un acuerdo de largo plazo propio de un autoritarismo que se precie de su condición y no tenga que mirar siempre a los costados.” (Grompone, 2000: 109)

El régimen autoritario de Fujimori, pues, no terminó de afianzarse ni de asegurar condiciones de gobernabilidad. ”Resulta previsible suponer [entonces] que al no tener alianzas estables y concentrar el poder el pocas personas –lo que suponía vigilancia sobre seguidores y opositores y manejo excluyente de las cada vez más visibles redes de corrupción- se produjeran filtraciones de información.” (Grompone, 2000: 153)

Sin embargo, Grompone también destaca la debilidad de la oposición: “Aun cuando se quiera mantener una posición optimista destacando el terco enfrentamiento de la oposición ante un proceso electoral fraudulento y la capacidad de ella de moverse con inusitada soltura en el frente interno y en el escenario internacional, no se llega ni de cerca en el caso peruano a lo que Huntington caracteriza como un escenario de ruptura. En efecto, no se asiste a la caída de un grupo ultraconservador aislado en el gobierno porque la resistencia social lo haya conducido a un juego imposible de permanencia llevándolo a su derrota inevitable.” (Grompone, 2000: 157-158)

Esta débil oposición, tomó por primera vez la iniciativa con capacidad de imponerse recién en la última etapa de noviembre del 2000, por la evidencia de la impresionante maquinaria de corrupción de Montesinos y las responsabilidades inocultables de Fujimori. (Grompone, 2000: 158).

Consideraciones sobre la tesis de Romeo Grompone

Romeo Grompone exponiendo en el IEP. Fuente: cholonautas

Una idea de Grompone que me parece clave es que la exhibición del video que muestra a Montesinos sobornando a Kouri fue un pretexto buscado “cuando ya se le había bajado el pulgar al asesor”. Es decir, no es que el video por sí solo haya causado el colapso del régimen como, por ejemplo, sugiere Henry Pease (cuya reseña realizaremos próximamente), sino que este video fue un medio que se utilizó contra el régimen en general, y contra Montesinos en particular, cuando éste ya había perdido todo apoyo por parte de sus antiguos aliados.

Es la pérdida de sus aliados, como señala Grompone, o la ruptura de la coalición que lo sostenía, como propone Cotler, lo que precipita la caída del régimen. En este contexto, son los propios ex aliados del régimen los que deciden que el mismo no va más y para ello utilizan un arma poderosa: la exhibición del referido video.

Respecto a la presunta debilidad del régimen y a sus alianzas inestables, consideramos que es un asunto discutible. Que el de Fujimori fue un régimen corrupto no está en discusión; que muchas de sus alianzas se hayan basado en el clientelismo y en las prebendas tampoco está en discusión; pero que por ello el régimen haya sido débil o no hay podido consolidarse, creemos que no es necesariamente cierto.

Consideramos más bien que el régimen de Fujimori tuvo la capacidad de mantener las alianzas y las coaliciones que le permitieron mantenerse en el poder, incluso cuando sus rasgos autoritarios eran del todo evidentes, en un contexto internacional en que formalmente no se respalda a regímenes autoritarios. Es cierto que dicho régimen colapsa cuando sus aliados lo abandonan, pero ello ocurre cuando su situación ya era insostenible al haber rebasado muchos límites de tolerancia de tales aliados.

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Comentarios

  1. Andrea escribió:

    weno no estoy de acuerdo con todo lo que esta pagando fujimori .. ademas ya era hora..—

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