Te recuerdo a lo lejos, niño aún, tierno. Con la camisa blanca y el pantalón plomo del uniforme escolar. Recuerdo tu peinado con raya al costado y tu cabello lacio de color castaño al sol.

Tu partida me conmueve profundamente, me parte el corazón y me desgarra el alma. Me llena de inquietudes y de dudas sobre la vida y la muerte. Tan joven, tan tierno, tan lleno de vida, con tantos sueños, anhelos, metas, alegrías por vivir, personas a quienes hacer feliz y que te hagan feliz… y a la vez todo truncado tan repentinamente.

Haces ver como que la vida fuera tan, pero tan frágil. ¿Por qué te fuiste tan rápido? ¿Tan pronto te vas? Tu partida me hace pensar en lo efímera y volátil de la vida… en que probablemente nos preocupamos tanto por lo que no vale la pena y descuidamos lo realmente valioso.

Hoy quiero recordarte con el más profundo amor y cariño… porque al pensar en ti, veo a todos los seres que amo: jóvenes, llenos de alegría, de sueños y de esperanza.

Quiero pensar en que te volveré a ver de nuevo… ¿estando allá podrás pensar en tus padres y en tu hermano? Quisiera pedirte que pidas consuelo para tu mamá Olga y tu papá Tino, qué duro para una madre y un padre enterrar a un hijo!!! ¿Nos mirarás de allá? ¿Por qué te fuiste tan pronto, tan repentinamente?

Quiero pensar en que te volveré a ver de nuevo, como si fuera en La Oroya, todo frío… quiero pensar en que nos volveremos a encontrar en los juegos florales y que me recordarás por mi nombre y no por “la primita de Cesitar Horqque”

Hoy te doy un adiós adelantado, rápido y triste, muy triste…. pero oye! te volveré a ver. Adiós Carlitos, descansa en paz!

con tu batería

Los creditos de la foto: Luz de COLEGIOMAYUPAMPA@groups.msn.com Leer más »