Ese día lo recuerdo muy claro en mi memoria porque fue uno de los días más chéveres y lindos que pasé empapándome de software libre, de los proyectos de desarrollo, sobretodo de GNOME y porque se llevó a cabo Involúcrate+ el “evento del año”.
Sin embargo no es de lo hermoso que pasé ese día, ni de lo mucho que me emocioné escuchando a Germán Poo o a Fernando San Martin o Pe-dro-Vi-lla-vi-cen-cio o a Specto Patronus o a los Debians de lo que quiero hablar en este post (porque ya lo he hablado antes).
Desde hace mucho tiempo tenía pensado escribir esto, hace meses… sin embargo no lo hacía con la secreta esperanza de encontrar un aplicativo libre que me permitiera editar y subtitular adecuadamente los videos que filmé…
Verán, si bien el programa del Involúcrate+ estaba planificado para comenzar a las 10.00am… bueno eh, ete, la verdad como que comenzó un toque más tarde y la gente se puso las pilas aún mucho después. Pero yo menciono este tema de las horas porque es crucial para tratar lo que mencionaré a continuación.
En primer lugar deseo sentar una seria denuncia y contar mi triste experiencia en el Hospital Hipólito Unánue que se ubica en el distrito de El Agustino. El día sábado 8 de marzo me levanté muy a lo chica mañanera mañanera y chape mi bus rumbo a visitar a mis amigas moviditas en Lince. Obviamente dada la hora (serían aproximadamente las 6.15am) el bus viajaba vacío, a no ser por mi y por un abuelito; quien, luego de percatarme bien, tenía sangre que salia de su cabeza.
E hice lo que cualquiera de nosotros haría en una situación como esa: acercarme, y facilitar al abuelito papel higiénico para que se limpie la cabeza. Para los que me conocen, saben bien que me hierve la boca hablando y que me derrito (literalmente) por las personas mayores cough, así que es inevitable hablar con él y ojo, no lo hice por gilearmelo ni nada de eso, pero me emocionó la idea de acompañarlo… y es que estaba solo, tenía sus años (y en su caso pesaban mucho) y estaba lastimado de la cabeza.
Luego de un viaje relativamente largo, llegamos al Hospital Nacional Hipólito Unanue, que se ubica en la Av. César Vallejo 1390 en El Agustino, y yo, como lapa decidí no separarme de él… a ver si en algo le podía ayudar.
Entramos a Emergencias del Hospital (era grave la cosa) y la primera cosa que me llamó la atención fue que teníamos que hacer cola al interior para que nos atendieran en emergencias…
Recuerdo vívidamente que una madre estaba con su pequeño de cuatro años en brazos y que el chiquitín lloraba mucho: su caso era preocupante, el pequeño se había caído días antes y se había golpeado la cabeza y la mamá no lo había llevado al hospital para que le hagan las revisiones del caso. Días después, el pequeñito se encontraba mal… muy mal.
Ahí era cuestión de buscar al doctor para que atendiera a mi abuelito, desde ese momento él era mi abue… en primer lugar, debían suturar su cabeza. Le preguntaron cómo se había roto la cabeza: él se había subido a la escalera a cambiar un foco y se había caído. No había nadie en su casa, sólo su esposa y había decidido venir a ese Hospital para que lo atendieran mucho más rápido.
Como analista de procesos, me di cuenta que el sistema funcionaba de una manera poco efectiva. Debía comprar gasa, guantes 7 o 7 ½ y otras cositas más y tenía que pasar en primer lugar por la farmacia para verificar si contaban con el stock de lo que solicitaba la doctora para la sutura. Luego era necesario pasar por la tediosa experiencia de hacer una cola inmensa en la caja que se encuentra afuera de las instalaciones de emergencia, junto con las demás personas que esperan realizar sus pagos para consultas que no son emergencias. ¿Qué hubiera sido de mi abuelito si hubiera estado sólo? ¿Por qué no había una “caja rápida para atender las emergencias”?
Luego de realizar los pagos respectivos en caja, debía regresar de nuevo a la farmacia y mostrar mi comprobante de pago para que me dieran lo solicitado por la doctora.
Luego de realizar todas esas cosas y mientras mi abuelito se quedaba esperando a que comprara dichos implementos. La doctora llenó una ficha en base a la información que el abue le dio, como nombres y apellidos, dirección, DNI, etc. y también los datos de la persona que lo acompañaba. Después, el paciente o el acompañante, en este caso yo, debía salir a registrar la consulta de emergencia en la ventanilla que se ubica al frente de la farmacia y de nuevo hacer la cola para pagar en caja el costo de la emergencia médica.
Agradecí mucho haber tenido la iniciativa de acompañar a mi abuelito… de verdad no me lo imagino haber realizado esas cosas solo. Pero, qué pasa con las personas que están solas en emergencias y que necesitan realizar esos pagos?
Después de que volví a repetir el procedimiento anterior para pagar una radiografía de tórax y luego volver a repetir el proceso para pagar una tomografía (porque la doc no lo había mencionado antes :S) apareció el hijo de mi abue en Emergencias :D… para los efectos del caso, llevaba conmigo el polo distintivo del Involúcrate y era como que ah! Usted es de una ONG? Qué es Involúcrate? Omy! Es una historia muuuuuuy larga que contar…
En el primer video adjunto podrán ver que (bueno eran las 7.10am) sólo había una ventanilla de caja para atender a aproximadamente 20 personas con casos de emergencia entre ellos. Además no se cumplía con las ventanillas preferenciales para las personas con discapacidad o las madres gestantes…
Imaginé que sería una excelente oportunidad para que estudiantes de ingeniería, especialmente industrial, pudieran hacer sus prácticas como especie de voluntariado y realizar un estudio exhaustivo de métodos. Y pensé en grande, inclusive quería hacer un DOP del proceso con todo y planito incluído…. pero ya ven, han pasado exactamente cinco meses desde que sucedió eso, literalmente cinco meses y no había escrito nada ni plasmado mis ideas en algo concreto y no pues, no puede ser así.
En el segundo video muestro lo que ya mencioné anteriormente, que no hay ventanilla preferencial para personas con discapacidad ni para mamacitas gestantes.
Finalmente, me quiero disculpar por la voz en el reportaje, verán, no suelo estar muy inspirada cuando tengo que hablar en una entrevista, delante de cámaras, o detrás de ellas… así que me disculpo de antemano por las disonancias que se pueden percibir en mis videitos.
Para terminar, el día seguía siendo muy temprano y aún tenía tiempo para ir al Involúcrate 😀 no me perdería por nada del mundo escuchar a mis hackers gnomeros hablar de software libre… ah no ser claro, que se aparezca de nuevo por ahí un abuelito ricotón…
Ayudita: Si conocen un aplicativo o una herramienta que me permita editar videos y colocarles subtitulos que funcione en Ubuntu, les agradeceré inmensamente me dejen sus comentarios… aún tengo haaaarto material que compartir, esta vez de la PNP Leer más