Estoy aquí, rodeada de muchas caras de mí misma, rodeada de tantos espejos de mí… rodeada de tantos yo… Tantos yo que lamentablemente crecieron en una situación diametralmente distinta a mi realidad, mucho menos favorecida que lo que yo he vivido.
Antes de viajar a Iquitos comprendía vagamente lo que significaba “ser caviar”. Cuando estuve en Iquitos, se me partió el alma cuando me lo dijeron una vez… pero como casi siempre ocurre con todas las cosas que me ofenden, le otorgué a esa palabra la categoría de broma. Hoy luego de mi experiencia de voluntariado en Iquitos sigo sin saber exactamente “qué es ser caviar”… y creo que probablemente nunca llegue a comprender en toda su expresión ese significado. En fin, hay cosas que se hacen comprensibles más a unos que a otros.
¿Cuál es la forma de surgir del pobre? ¿Por medio de los estudios? ¿Hay educación de calidad en las zonas alejadas donde casi no llega la presencia del Estado?
Se podría decir que uno de mis primeros quiebres emocionales fue en la visita con los alumnos del segundo semestre de la carrera de Guía Oficial de Turismo (GOT 2) y con mon cher écrivain al centro de investigaciones de Allpahuayo – Mishana a inicios del mes de octubre.
Pero este proyecto de Fe y Alegría es especial, porque se brinda oportunidades de estudio a aquellos que son olvidados, a los insignificantes, a los que no cuentan…
Luego de visitar algunos lugares, poco a poco mis amigos comenzaron a llegar al punto de encuentro. Se fueron sentando en las banquitas y de la nada comenzó a surgir la reflexión y el diálogo. Poco a poco me fui acercando para confundirme con mis amigos. Me sentía una profanadora total al estar presente en ese debate tan horizontal entre alumnos y profesor… ¿Qué hacía allí escuchando sus corazones abrirse y reflexionar frente al Perú? Frente a un Perú tan hiriente, tan lacerante y tan injusto a la vez…
Pero ¿cómo podemos hablar de educación en realidades tan marcadamente distintas como la de un caserío y la de la ciudad?
Estaba ahí, pero a la vez no estaba. Quería comprender qué había pasado… qué hacía yo ahí. Para ellos era limeña, nacida en Lima, crecida en Lima, estudiante de una universidad limeña, y más limeña que la Flor de la Canela.
Era conciente de que muchos de mis amigos ahí presentes habían pasado por muchos problemas y tribulaciones para estudiar en el ISTPEM, muchos estaban lejos de sus familias y sobrevivían el día a día con escaso dinero… ¿Qué hacía yo entonces ahí?
Yo siento que la educación está muy diferenciada… entonces ¿cómo así podemos hablar de una democracia en la educación?
¿Cuándo un Ministro de Educación se ha reunido con los estudiantes de la costa, de la sierra y de la selva?
Había chicos de comunidades indígenas. Estaba Richard, que es Shawi y también Henry y Gloria, ambos Awuajun… quienes estaban lejos de su tierra, de su familia por estudiar GOT y labrarse un futuro mejor. Pero también había otras historias de lucha personal por sobrellevar los problemas de la vida. Chicos llenos de energía, vitalidad, inteligentes, luchadores que ahora estaban reflexionando sobre un Perú centralista y con pobreza. Estaban reflexionando sobre sí mismos como país.
“Ellos han emitido leyes (1015, 1073) sobre nuestra realidad sin siquiera conocernos, sin saber cómo somos, quienes somos, cómo vivimos, cómo son nuestras propias leyes… porque no nos conocen!!!”
Me sentí impotente y dolida en el alma porque ellos eran yo… porque yo estaba ahí preguntándome el por qué de las cosas, el por qué pasaba algo así en mí país, el por qué todo estaba en Lima y aquí éramos los que no contábamos. ¿Está situación sería así para siempre? ¿Qué podía hacer yo? ¿Y qué les podía decir yo?
Sabía que en ese momento no me veían como amiga (tuvo que pasar tres meses para que lo hagan… creo), me veían como “la voluntaria” y a Kristín también, sólo que islandesa.
El mundo no es ancho y ajeno oh no… el mundo es primero ajeno y luego ancho.
¿Cuál es entonces el Perú profundo? Yo no siento cercana la realidad de la sierra porque nunca he conocido ni vivido en la sierra. A Lima viajé hace muchos años… toda mi vida la he vivido en la Selva, conociendo la frontera y los caseríos.
Hoy abro una vez más mi corazón y confieso que la experiencia de voluntariado en una región que no es Lima, que está muy alejada de la capital; lejos de mi familia, de mi hogar, de las costumbres limeñas, de mi universidad… en fin, todo; me ha ayudado a reflexionar más sobre la naturaleza del ser humano, sobre el amor, el perdón, la solidaridad y en otro plano, sobre la importancia de la descentralización, el ejercicio de la ciudadanía y más profundamente, sobre las esperanzas, que no llegan en paracaídas.
¿De qué hablamos cuando hablamos de democracia?
Sigo sin entender qué es ser caviar. No sé si significa lo mismo que intelectualoide pequeño burgués… Reflexiono más sobre el tema y digo que entonces todas las personas que en un determinado contexto tienen acceso a algo que no es asequible a los otros, entonces también son caviares (eso te lo digo a ti mon cher écrivain). En este caso, la educación de calidad es un privilegio que, lamentablemente, aún no es un derecho de todos en mi país. Probablemente por eso Juan Croniqueur (José Carlos Mariátegui) optó por ser un autodidacta, para no ser de una “élite”… no lo sé, es una idea que se me ocurre.
¿Nosotros contamos para ellos? ¿Ellos saben de nuestra realidad? ¿De nuestros problemas, de nuestro entorno? Loreto es el departamento que más fronteras cuida, pero irónicamente también es el de más difícil y caro acceso. No hay carreteras… sólo puedes llegar de Lima por avión
Ya no me ofendo si me dicen caviar, no podría hacerlo porque no sé siquiera qué significa y mucho menos si me lo dice alguien a quien amo. No creo que mis amigos lo digan… esto lo digo por ti. Opté por bromear y bromear con eso, y ahora me es normal si me dices langostina, o súper langostina.
Sigo amando a Iquitos profundamente, amando a mis amigos… amando a mis hermanos!!!
