[Quizás alguna chica que no soy yo…]

Diana es una rosa sin espinas,
por dentro tan divina, por fuera tan hermosa.
Un sol de medianoche que alumbra corazones
que desata pasiones… allá por donde va.

Diana es gata sin domesticar,
libre sin fronteras entre el cielo y la tierra.
Conjuga en plural romántico francés…
filosofia griega….movimiento social…

Diana es un regalo de la vida… para quien la respira.
Aquel que la conoce no la olvida.
Diana es como un sueño necesario. Un beso sin labios,
una niña con cuerpo de mujer…

Diana, corazón de chocolate… turrón de mazapan
canchita de miel… licor de aguacate…
Diana, bocado de manzana… esencia de mujer,
aroma del placer… gata de verdes mañanas.

Diana es un poema que no rima,
un verso sin palabras con silencios que te miman.
Te mira y te fulmina. Sube la adrenalina.
Se arrochan los muchachos… a tartamudear.

Diana nace y crece con el dia,
vestida de alegria hasta el anochecer
inventa ilusiones. Comparte sensaciones
y con sabia esperanza la pena no le alcanza.

Diana es un te quiero sin reproches, abrazo sincero,
un suspiro del alma que te calma.
Diana es como un rayo que no cesa, volcan de sorpresas.
Cajita de pandora a todas horas.
Diana corazon de chocolate.

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Hace mucho tiempo solía preguntarme porqué los Beatles no habían creado alguna canción para las Dianas. Pensaron en todas las “she” y en todas las “her”: Michelle, Rita, Anna, Eleanor, Lucy, Prudence, Martha, Julia, Sadie, Yoko (bueno, mencionaré este último nombre con prudencia y mucha cautela).

Francamente no me hubiera importado llamarme Walrus. El mismo hecho de llevar el nombre de un ser inspirado e inspirador en un apasionamiento Beatle hubiera valido la pena a profundidad. ¡Qué orgullo llevar el nombre de “un Walrus”! (aunque sea mujercita… no importa).

Pero la vida – y Paul Anka – sólo depararon una canción del antaño para las Dianas, entre aromas de chicle pop y botas agogó…

Miles de años después, apareció un esfuerzo simpático y loco… muy loco de un grupo mexicano llamado “Feliz No Cumpleaños” – con la preciosa Ximena Sariñana – para preguntarse ¿Quién es Diana? (¿quién es? Yo no lo sé)

Cientos de décadas literarias después, mi amigo Jordi compuso una sublime canción para las Dianas, para aquellas gatas de verdes mañanas que maullan a la luna y se conmueven con las Tres Marías.

Luego del respectivo permiso, comparto la creación poética y musical para mi Diana… para todas mis Dianas.

¡Gracias Jordi!