Ellos hablan desde sus doctrinas,
desde su reputación de intelectuales
¿y yo?
Yo te hablo desde mi dolor,
desde mi impotencia,
desde mi incomprensión.Hoy no quiero consuelos inoportunos.
No quiero que los justifiques con fraudes y falsedades
Hoy no quiero tus palabras vanas ni tus “por algo será”
Hoy quiero que te indignes
Hoy quiero que llores, que grites,
porque, sé honesto contigo,
tú tampoco entiendes el por qué.
¡Grita! Que tus gritos son mayor consuelo
que tus caricias conformistas,
que ni tú te las crees.
Que estás aterrado de romper tu burbuja,
de bajar de tu pedestal,
de quebrar tus conceptos de justicia.
¡Grita! ¡Llora si quieres!
Pero no te quedes callado.
No me digas que lo merecía,
no me consueles con fraudes,
no me hables desde tu reputación
porque yo ya no te creo.
Porque mi dolor no pasa,
porque mis lágrimas no cesan,
porque no lo entiendo.
¿Donde estás Señor?
* Un lamento desde el basurero, desde el mazbaleh. Este escrito es un poema inspirado en el Libro de Job, y en mi vivencia personal. Estos versos son la respuesta que creo que daría Job a sus amigos que intentan convencerlo de que él no es tan inocente y que si está entre las cenizas y el oprobio, es porque algo malo hizo. Job en su sufrimiento y dolor persevera en su inocencia. De acuerdo al pie de notas del libro de G. Gutiérrez del que hago referencia: «E. Dhorme comenta: Job se sienta sobre un amontonamiento de polvo, cenizas y desperdicios que se encuentra a la entrada de las ciudades de Palestina y que se llama mazbaleh, el basurero. N.C Habel precisa el sentido de ese gesto recordando lo que expresan las cenizas: Job da pública importancia a su protesta sentándose en medio de ‘cenizas’ que simbolizan total negación y lamento» Cf. GUTIERREZ, Gustavo. Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente. Una reflexión sobre el libro de Job. Tercera Edición Lima: CEP, 2004, p. 42
Este poema forma parte de mi colección «Versos Medianos: uno, dos y tres»
– vous êtes si répétitive… comme Péguy, savez-vous?
– C’est un honneur… répétitive