– ¿Tú eres de la de Lima? ¿Tú también? Ajhá… y tú además
– Sí mira uón, la primera vez que ella me vio también me miró así de mala cara, como si fuera un hueco de primera, un chusco que sólo sabe jugar World Of Warcraft, y que para en Gotica y Aura.
– ¡Oye qué mentira tan grande! No me desvirtúes pues… Yo no soy prejuiciosa – al menos procuro no serlo – No digas eso por favor. En todo caso yo también recurriría al supuesto de que ustedes también me verían con determinados clichés por ser de la católica y no necesariamente puedo encontrarme en esas categorizaciones. Hay matices muy finos por analizar… así lo siento.
– ¿Cómo serían los clichés de los estudiantes universitarios? Ahí podemos ver tus clichés de la gente de la de Lima. Y nos das de alma…Y luego, también te damos de alma…– Yo no sé… no me atrevería a categorizar
– Dale, dale, sin paltas
– A ver, se me ocurre que podríamos recurrir a un ejemplo para ilustrar los clichés. Hablemos de la protesta del 11 de Junio por lo que pasó en Bagua el año pasado. Yo me sentí muy conmocionada por todo lo ocurrido porque para mí la Selva es mi sens affective – la experiencia de voluntariado en Iquitos me marcó de por vida-; entonces mi herida estaba en carne viva, obviamente lo más lógico y coherente que mi conciencia encontró fue participar en la marcha. Me acoplé a la gente de la Ruiz porque siento gran cariño por la universidad, el grupo fue pequeño y muy cohesionado, con profesores incluso y con una cintas de color verde en el brazo para distinguirnos – cuando nos atacaron con bombas lacrimógenas, todos estábamos juntos corriendo, mis temores los compartí con ellos.
Había una delegación de la PUCP liderada por la FEPUC, distinguí a mucha gente de la facultad de ciencias sociales, humanidades y EEGGLL. Estaba también el colectivo de Acción Crítica. Intuyo – y quizás no me equivoque- que no había mucha gente de la facultad de Ingeniería ni de EEGGCC. También me generó mucho asombro ver que la facultad de Ciencias Sociales de UNMSM tenía una bandera distinta que la de la UNMSM, como una suerte de decir “somos diferentes”, eran muchos en polos de color morado que indicaban que eran de Ciencias Sociales.
Recuerdo haber visto a las delegaciones de la UNI, de la Cantuta y de la Villarreal… y también a todos: Fonavistas, de la CGTP, de ONG’s, órdenes religiosas, etc. Regresando a lo de las universidades, jamás vi a una delegación de la U. de Lima, tampoco de la U. Pacífico. Sin embargo eso no implica que no hayan habido estudiantes que participaron en la marcha. Una muy querida amiga de comunicaciones de la de Lima, también estuvo en la marcha y jaló a cuatro amigas más – también de la de Lima-. Sé que otra amiga mía de la U. del Pacífico también fue a la marcha. Pero no hubo delegaciones de esas universidades.
Entonces, esta pequeña muestra podría revelar cómo serían los clichés de las universidades. De una forma muy genérica y a “grosso modo”, consideremos que la participación en la marcha sea una suerte de «indicador de conciencia social» – obviamente con las debidas limitaciones del caso-.
En el caso de la PUCP, yo percibo gran participación de las personas de carreras de humanidades y ciencias sociales. ¿Por qué no habría mucha incidencia en la gente de Ingeniería y Ciencias? Mi hipótesis es que están estudiando- y mucho-. En determinados paréntesis de tu vida haces una suerte de hibernación sobre lo que sucede en tu entorno por concentrarte en las ciencias puras y en las matemáticas. En leer el Leithold, el libro de cálculo de Maynard Kong, en resolver los infinitos problemas de física del Serway. Estos paréntesis no son eternos – afortunadamente-.
Es más, yo siento que esta suerte de hibernación la viven todos los seres humanos en varias etapas de su vida para reflexionar, repensar y replantearse varias cosas… sería algo así como buscar el silencio de la contemplación para entrar luego –con mayor destreza e iluminación- en la acción. Yo misma puedo decir que me he apartado del acontecer nacional varias veces durante periodos de 4 días – e incluso hasta de 8-. Esa es mi percepción de las cosas.
Respecto a la U. de Lima, quizás el primer cliché que se tiene – muy errado y burdo además- sería creer que es una universidad de pituquitos que sólo viven en su burbuja de “alto nivel de consumo a nivel de Lima Metropolitana” y que problemas nacionales como la corrupción en las instituciones públicas, la incidencia de lo privado en lo público (tema del real poder político para influir en legislaciones que tiene la empresa privada sobre instituciones del Estado), la interculturalidad y discriminación subrepticia, etc, les llega altamente al pincho.
Personalmente me avergonzaría profundamente de encontrarme con estos clichés nuevamente. Me sentiría muy indignada porque estas categorías están muy alejadas de la verdad. Detesto caer en prejuicios de esta clase – llenos de una cerrazón que roza el colmo del absurdo.
Siento además que el «indicador de conciencia social» no podría verse sólo influido por la universidad de origen. Entran a consideración otros factores más…
Existe otro prejuicio pucpino respecto a la gente de Ingeniería: nos dicen que somos unos incultos, que no leemos, que no sabemos nada de la coyuntura nacional e internacional, que sólo vivimos en la teoría de las matemáticas -del mundo de las ideas- y finalmente, que en facultad nos preocupa solamente la productividad dentro de la empresa privada – sin reflexionar a profundidad sobre las estructuras mismas. Es un prejuicio muy tonto, la verdad… no todos somos así.
Aunque te confesaré que ando muy escrupulosa al respecto ya que siento que ahí persevera una plataforma que forma «excelentes profesionales para sociedades fracasadas», por ejemplo faltarían serios debates sobre la minería y actividad extractiva y su incidencia en las comunidades aledañas, sobre el por qué de los transgénicos, y un re-pensar sobre la responsabilidad social – en la seria profundidad del término y no simplemente en el típico cliché marketero-, etc.
Finalmente, para regresar a los clichés de tu universidad. Tengo un prejuicio muy positivo respecto a la facultad de Comunicaciones de la U. de Lima
– Claro pues…. si somos de ahí – y te hemos hecho la vida feliz-… ¿a que no?
– Sí, eso también… Y el hecho de que encuentro una sensibilidad muy fina por las artes audiovisuales y por la fotografía. Yo llegué al cine gracias a una «sensibilidad maravillosa» que se forma, precisamente en Comunicacionesen la de Lima. Percibo toda la belleza que existe en este arte, amo “La Ventana Indiscreta”… entonces, ¿cómo no amar a la U. de Lima?
– Ven, te quiero presentar a unos patas geniales de la U. de Lima.
– Hola, mucho gusto… ¡Qué chévere que estén por aquí! ¡Geniaaaaaal!
– ¿Tú también tenías esos clichés respecto a nosotros?
– No, bueno… no sé. Nosotros hemos estado gratamente sorprendidos porque hemos leido el último número de NEXOS, y hubo artículos muy interesantes como la entrevista a Susana Villarán, luego el reportaje de los conflictos sociales con entrevistas al Secretario de Aidesep, a la Defensoría del Pueblo y a la PCM… ¿qué puedo decir? Me sorprenden… gratamente.
– Dale con los clichés…
¿Tú también eres de la de Lima? No, no, yo soy de la Cato. Ah manya, ¿y cómo llegaste aquí? Precisamente por la invitación de mi pata de la de Lima – ¿irónico? Naaaa…
– ¿Oye qué te preguntó?
– Quería saber si era de la de Lima también – como me ve con ustedes-.
– Pucha, yo había escuchado ¿sabes que son de la de Lima, no? Algo así como que “¿sabes a lo que te expones, no?”
– Jajaja… dale dale, tú mismo te martirizas con los clichés.
– Ah y te cuento lo que pasó esa vez… En los otros viernes verdes, cuando nos presentamos, como que nos dijeron, ya pues, de qué facu de la cato son – per se -. Luego les dijimos, no… que somos de comunica de la de Lima. Se sorprendieron…
– Mira tú… ¿por qué será no? A mi en cambio el otro día me confundieron con antropóloga… siempre es lo mismo. Lo último que se les ocurre es pensar que puedo ser de ingeniería. ¿Será por la ropa? ¿por lo despeinada que ando? ¿O por las preguntas que hago?
Bien, bien… ¿se divirtieron entonces? Claaaaro… él quería tomarle foto al Jirón de la Unión de noche. ¿Esta fue tu primera incursión en el Centro de Lima de noche, no? Jajajaja Cállate uón…
Para mí sí fue la primera vez que vengo al Vichama, y valió la pena… nunca había escuchado a “Del Pueblo y del Barrio” – y nunca tocaron “posesiva de mi”… nunca pues.
ACTUALIZACIÓN: Hay varias universidades que no he mencionado porque probablemente mi subconciente sea un etnocentrista de primera. Lo critico por ello y me disculpo.
Yo juego World of Warcraft y soy ateo! cúal es mi cliché? xD
Yo juego… ¿qué juego? ah sí… a las escondidas. Y soy creyente.
Hasta ahora no tengo idea de cuál será mi cliché.
Saludos,
Diana