Algunas veces me siento tan inspirada que creo poder comprender los estados de ánimo de los que me rodean. Muchas veces acierto, otras veces no. Pero me gusta creer que puedo comprenderlos, y de acuerdo a ello, ser más dulce, más bromista o simplemente más silenciosa…
– Debe ser súper chévere salir con dos chicas al mismo tiempo no?
– ¡Qué graciosa eres! Pues yo no sé… hace mucho tiempo que no hago eso…
– Yo lo digo porque imagino que es complicado prestar atención a dos mujeres a la vez. Se me hace tan obvio que cada una reclamará tu atención al mismo tiempo y tú no podrás abastecerte, digamos.
– Bueno, no lo sé. No me había puesto a pensar en eso cuando acepté su invitación. Muchas gracias por la consideración, por cierto.
Me puse a pensar que esa competencia por captar la atención de Antonio, definitivamente no se daría en esta oportunidad. Me sentía tan feliz de que él hable con ella, que no me importaba si me hablaba a mi o no. Y también sabía que ella se sentía tan feliz de estar saliendo con Antonio y conmigo, que no importaba si él me prestaba más atención a mí que a ella. Finalmente, la razón por la que estabamos ahí, las dos precisamente junto a él, era por él. Era nuestro momento, el momento de nosotros tres.
Él era el centro de nuestra atención, de nuestras sonrisas y de nuestra simpatía. Majo, majísimo… que fuiste asesor mayor del Principado de La Gran Perla, que trabajaste con Alejandro Buñuel, que Penélope de las Casas se ilusionó contigo, que derrotaste al capitán Garfio antes que Peter Pan lo hiciera y que te enamoraste de Campanita y ella de ti, pero finalmente le dijiste que no, porque amabas a tu esposa… tus historias se deslizaban como dulce miel en mi mente y en mi corazón.
¡Qué momento tan hermoso! Majo, majísimo. ¿Está bien si nos acompañas al Centro Cultural de la PUCP? ¡Pues claro! Yo amo todo lo cultural, encantado, encantado.
– ¿Qué película vemos?
– No sé… he visto los horarios, y según los cálculos, la única opción es Excursiones de Ezequiel Acuña
– Ya dale, lo que sea… ¿Compartimos los gastos verdad? Mita-mita entre las dos
– Sí claro, justo eso te iba a decir…. que él sea nuestro invitado.
– Sí, que esta tarde sea su tarde
– Y este momento, nuestro momento.
Antonio, ¿te parece bien si vemos Excursiones? Es una película argentina y por el horario, es la que más se nos acomoda. Yo ya la he visto en el Festival del Cine. Pues yo no… la última vez que fui al cine fue para… para cuando fue? ¿Para ver Watchmen de Alan Moore? No hay forma… no, no, no, no. Fue para lo de Harry Potter, ¿te acuerdas que fuimos en grupo? Sí claro. ¡Qué horror! Desde ahí que no salgo… nunca me sentí más proletaria…
– La vez pasada que vinimos al Festival de Cine, fue con Rosita y César. Tuvimos oportunidad de hablar con el director de la película, Ezequiel Acuña… súper joven y bien asequible y amable…
– Manya, ¿sabes que cuando te escucho hablar de cine, de fotografía y de Truffaut me siento una vil inculta anti-artística? Tan cerca del arte y a la vez tan lejos… ¡qué ingeniera!
– Veremos, veremos… yo me siento al centro. ¿Os parece? Ya que soy el único caballero, y ustedes las damas.
– ¡Genial! – dijimos en coro las dos.
Qué ganas de llorar de alegría… la sala de cine está vacía y exclusiva para nosotros tres. Es como si todo hubiera estado planificado para que saliera tan bien. Él y ella están hablando de dirección de arte, de teatro, de movidas culturales y del “qué haces che? Pero vení vení…” nunca había escuchado un acento de Zaragoza argentinizado… ¡qué gloria! ¡Qué gloria! Y si mi intuición no me engaña, él la está pasando tan bien.
Este es el momento, tú momento, su momento… nuestro momento, el de nosotros tres, y será eterno también, como la seda que se desliza en la piel morena de Scheherezade a través de las mil y una noches; así también este momento se perpetuará por mil y una tardes más.
Escapamos en un carruaje del color del cielo en las noches, volando como los tres héroes de leyenda. Hablando y riendo, pero más que hablando, escuchándolo a él, a toda su humanidad, su experiencia, su vida. Finalmene llegamos al asilo. Ha sido una velada maravillosa, y personalmente, creo que ha sido espectacular. Sí, para mi también ha sido algo hermoso. ¡Gracias a ti por haber aceptado nuestra invitación! ¡Qué heroicidad la mía de salir al mismo tiempo con dos mujeres hermosas!
Estos videos son del grupo urugayo “La Foca”del soundtrack de Excursiones de Ezequiel Acuña.
Que se vaya… no por favor, no te vayas!
Y sí, estoy lejos de vos, lejos de vos… ¿eternamente como las mil y una noches?