Mi camino ya es tortuoso
y está lleno de espinas
que me hacen sangrar.
Todo mi cuerpo está lleno de llagas…
Mis opresores son “los buenos”.
¿Cómo te encontraré así,
donde el negro no es negro
y el blanco no es blanco?
No voy a condenarme
para justificarlos a ellos.
¿Quién me escucha?
¿Quién me ve?
¿Quién es mi testigo?
¿Quién mi abogado?
¿Será mi juez, justo?
¿Pero, qué digo?
Mi camino está lleno de jueces.
…
Tú eres mi testigo
Tú eres mi abogado
Viste mis intenciones
como a través del agua cristalina.
Ya no me queda nada…
Todo se lo han llevado.
No sé si habrá justicia.
Sólo estoy a tu lado.
Quedate tú a mi lado.