Ya no soy el más fuerte,
ya ni siquiera puedo llorar
porque me duelen las llagas de la cara.
Me estoy secando por dentro
y por fuera mi cuerpo segrega pus
Me senté afuera de la ciudad…
de la que fue mi ciudad.
Sólo me queda estar acá, sobre
el polvo, las cenizas, los desperdicios,
en el mazbaleh
¡He caído en el basurero!
Y ahora, así, convertido en el
lamento humano, burla de la gente,
ceniza olvidada… ¿Qué diré de ti?
¿Cómo hablaré de ti y de tu amor?