Mis historias pichilonas se remontan a mis años mozos de cuatro años cuando me orinaba en la cama… y la relación de amor apasionado con la orina continuó hasta los ocho años (con pichi en la cama inclusive). Era una situación muy difícil para mí y lo tengo que confesar: la pichi y yo nunca hemos tenido buenas relaciones.
Probaron de todo! Desde darme pan con mantequilla con sal escondida (para retener el agua); no tomar agua por lo menos una hora antes de dormirme; conversaciones largas sobre las implicancias de tener sábanas oliendo a pichi; terapias; hasta frotaciones con canchita y no sé que más hierbas (costumbres de mi abuelita… ve tu a saber si funcionaron o aún los recuerdos siguen divagando en mi subconciente).
Recuerdo que sufría mucho, pero mucho. Era la cruz que llevaba en hombros: pues sí, la gigantona, la grandota de ocho años aún se sigue orinando en la cama snif snif. De verdad que no entendía por qué mienchicas me pasaba eso… rayos, qué tal frustración.
Era tan extraño, recuerdo que estaba dormida, que de pronto soñaba que estaba en clases en el colegio y que luego quería ir al baño. Todo lo veía tan, pero tan vívido, y tan pero tan claro, y parecía pero tan, tan real… pedía permiso para salir del salón a la miss Paquita, me paraba del asiento, caminaba hacia el fondo del salón, abría la puerta, salía y corría por el pasillo de primaria que tanto miedo me daba, llegaba al baño de niñas y abría la puerta, me preparaba… todo estaba listo y de pronto, sentía algo tibio. La pavada! Otra vez me había orinado en la cama. Buaaaaaaaaa, pero por qué de nuevo? Pero si yo estaba en el baño, pero, pe pe pero, pero buaaaa, snif, snif :'(
De verdad que fue una etapa de mi vida muy difícil, sobretodo saber que no es algo común, que a tus demás compañeros del salón no les pasa eso. Que dejaron de orinarse cuando eran niños de nido y que vamos! Tu estás en tercero y te sigue pasando eso… Jamás acepté usar pañales, nunca! Eso sería una afrenta total a mi orgullo de infante. Pero sí recuerdo que lloraba, y lloraba mucho mi triste desventura y lo injusta de la vida conmigo.
Mi mamá sabiamente me decía que “todo pasa en esta vida” que los problemas que ahora tengo, con el tiempo se harán chiquitos y que en un futuro me reiré de ellos. Que es una etapa y que tuviera confianza en que saldría de esa situación.
Recuerdo que fue en un viaje de regreso de Lima a La Oroya donde leí un reportaje sobre niños que se orinan en la cama. Me motivó mucho saber que la decisión de dejar de orinarme estaba en mí misma. Que simplemente me tenía que relajar y dejar de ser tan neurótica, bueno neurotiquita… la cuestión es que con el tiempo todo pasó…
Dejé de orinarme en la cama, me despertaba en la madrugada de lo más normal. Adiós sábanas percudidas por lo amarillo de la pichi. Bienvenidos colchones nuevos!
La canción de Pochi y su Coco Band fue un himno para mí en esas épocas. Bailaba “Pa los coquitos” en toda fiesta infantil a la que yo fuera, porque desde pequeña ya era muy mona para esas cosas. Y me gustaba saber que no era la única que sufría porque se orinaba en la cama… y qué tal himno que era, lo bailaba con ganas y con ganas cantaba la canción 🙂
Hoy, a casi catorce (cough) años después, recuerdo con cariño y en cierta forma gracia esa época de mi vida. Mi mamá tenía razón, los problemas se vuelven chiquititos y todo pasa… todo, en esta vida, pasa. (excelente lema para Nescafé).
Mi relación sentimental con la pichi ha evolucionado hasta llegar a términos que por el momento prefiero dejar en secreto ya que involucra la reputación de medio salón de quinto de secundaria… solo sé que ahora, puedo agradecer que existen pañales Tena para la incontinencia (cough)…. no nunca tanto pues!
Bah! La mitad (ok es mucho, pero si un número considerable) de los niños de primaria todavía se orinan en la cama, la cosa es que nadie lo reconoce. yo? la verdad que no me acuerdo pero dejó de pasar cuando ya estaba crecidito.
Le llamas pichi, allí hay cariño.
@.fer: de verdad que hay muchos niños que se orinan en la cama? y escucho "va corriendo una lágrima por tu mejilla tararara, sino la lleva el viento la secará tararara…"
No lo puedo creer, y pensar que me sentía como bicho raro, en serio, la mayor parte del tiempo. Dicha sensación persevera algunas veces… pero ya no por la pichi
@milanta: ey, hola! exactamente, ahí hay haaaaaaaaaaaarto amor. ¿quién sabe si nuestra historia de amor se perpetuará incluso hasta mi etapa geriátrica?
El doctor Maestre dice que cuando los niños se hacen pipi en la cama, en el subconsciente hay un deseo por no crecer x seguir siendo el bebe de mama, por llamar la atencion y segun Freud tiene que ver con el complejo de Edipo. 🙂