– ¿Sabes? Cuando te escucho tan densa – y taaaan intolerante -, no puedo evitar pensar en la teoría del Patito Feo…

– ¿Densa? ¿Cuál densa? Yo no soy densa. Soy la persona más liviana sobre el planeta Tierra… puedo hablar de todo – y escuchar de todo – pero no me pidas tolerar trivialidades durante horas!!! Se me revienta el feminismo!– La teoría del Patito Feo hace referencia a la capacidad de supervivencia de la adolescente fea, sin gracia física, que para subsanar esta carencia busca cultivar otras aptitudes, ya sea del orden intelectual – leen miles de libros como ratones de biblioteca -; o bien desarrollan una personalidad empática con el otro – son muy amables y con gran vocación de servicio -; o quizás despliegan un sentido del humor irónico capaz de burlarse de sí mismas, lo que las libra de la soberbia y del engreimiento – momentáneamente claro-. Tiempo después, cuando la vida les hace justicia; esta adolescente se convierte no solo en una mujer inteligente, agradable, con bondad, sino también agraciada físicamente: en una hembra estimulantemente atractiva, en un plano no sólo físico, sino también intelectual. U-NA-BOM-BA. No te lo tomes personal… La teoría del Patito Feo, también indica que aquellas adolescentes que siempre han sido agraciadas físicamente y que para sobrevivir no han tenido necesidad de desarrollar otras aptitudes más; cuando crecen, siguen siendo bonitas, pero sin empatía con los otros, sin tema de conversación, e incluso algunas tiranamente déspotas… huequitas.

– Eso es lo más troglodita y machista que he podido escuchar en toda mi vida.

– ¿Lo dices porque soy hombre? ¿Si fuera mujer y lo comentara, tu actitud sería distinta?

– No sé ni siquiera porqué te escucho. Im-po-si-ble…

– Algo me dice que de adolescente tú debiste haber sido… deforme. Exacto, ¡qué tal capacidad de sobrevivencia la tuya!

– Oh sí! Soy todo un prodigio de la etología social.